La negociación entre el gobierno de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria de la oposición cumple poco más de un mes en medio de dimes y diretes de las partes que se acusan de intentar patear la mesa.
Mientras la Asamblea Nacional (AN), de mayoría chavista, aprobó aceleradamente una reforma judicial, promovida por los diputados Cilia Flores y Diosdado Cabello, el diálogo parece dar un paso atrás con el incumplimiento del memorándum de entendimiento que denuncian las delegaciones y el retraso en la implementación de los acuerdos humanitarios parciales.
Aquí los acontecimientos que coinciden con el proceso de negociación que media el Reino de Noruega:
Más sanciones
Dos días después de que las delegaciones firmaran dos acuerdos parciales en Ciudad de México, el embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, advirtió que si el oficialismo incumple su palabra será objeto de más sanciones.
“Siempre estamos trabajando en conjunto con todos los países de la comunidad internacional y sobre nuevas sanciones en caso de que no haya resultados positivos en la mesa de negociación”, manifestó el diplomático.
La amenaza no fue bien recibida por Nicolás Maduro que acusó al gobierno estadounidense, al colombiano y a la oposición venezolana de querer “reventar el diálogo”.
“Ante los logros del diálogo en México y la firma de estos dos poderosos acuerdos, veo que ha habido una reacción de las redes sociales, hay un sector del guaidocismo que quiere reventar el diálogo, hay una reacción de (Iván) Duque y de EEUU que quieren reventar el diálogo”, respondió Maduro.
Alex Saab a la mesa
La mesa de negociación empezó a tambalearse con la propuesta de la delegación chavista de incorporar al empresario Alex Saab al diálogo y a la Mesa Nacional de Atención Social que se aprobó en el primer acuerdo humanitario firmado por las delegaciones el pasado 6 de septiembre, pero que no termina de materializarse.
Saab se encuentra preso en Cabo Verde a la espera de ser extraditado a Estados Unidos. Según el Departamento de justicia norteamericano, él y su socio Álvaro Pulido confabularon, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, para lavar ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela hasta cuentas bancarias en Estados Unidos.
También se le acusa de ser el presunto testaferro de Nicolás Maduro.
La oposición reaccionó al anuncio del oficialismo con un comunicado en el que piden a Noruega que la delegación oficialista “garantice el cumplimiento de las normas de reserva acordadas que rigen el proceso”.
“No nos vamos a distraer de nuestra agenda central del proceso en México: los venezolanos necesitamos un acuerdo integral que nos regrese la democracia y la posibilidad de salir de la inmensa crisis social, económica y política que nos afecta a todos”, señaló la Plataforma Unitaria.
Reforma judicial
Sin la participación de diversos sectores del país, la Asamblea Nacional dominada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) sancionó -velozmente- cinco leyes relacionadas con el sistema de justicia.
Las normas reformadas son: Decreto de la Ley de Estatuto de la Función de la Policía de Investigación Científica Penal y Criminalística; el Código Orgánico de Justicia Militar; la Ley de Protección de Víctimas, Testigos y demás Sujetos Procesales; el Código Orgánico Penitenciario y el Código Orgánico Procesal Penal.
Precisamente será la reinstitucionalización del Poder Judicial de Venezuela uno de los puntos que se aborde en la segunda ronda de negociación que iniciará el próximo 24 de septiembre en la capital mexicana.
La CPI
La misión de determinación de los hechos sobre Venezuela presentó, ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, un segundo informe en el que alerta que el sistema de justicia venezolano es cómplice de la violación sistemática de derechos humanos en el país.
El documento constituye un insumo más para la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) que debe decidir si abre una investigación formal contra Nicolás Maduro y altos funcionarios de su gobierno por la presunta comisión de crímenes de lesa humanidad.
Los activos
La intervención de Monómeros, filial de Pequiven, por la Superintendencia de Sociedades de Colombia y la carta publicada por la Ofac en la que se plantea la venta de las acciones de Citgo a partir de enero de 2022 fue tomado por el oficialismo como una afrenta al diálogo.
Los representantes de Maduro acusan a la oposición de llevar adelante una operación de “saqueo y robo” del patrimonio nacional con lo que estarían violando el punto tres del memorándum de entendimiento que establece el levantamiento de las sanciones y la restauración de los derechos a activos.
Algunas cuentas con recursos de la República y compañías importantes como Monómeros y Citgo pasaron a ser controladas por el gobierno interino tras el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
“Con sorpresa y vergüenza, el país ha asistido durante las últimas horas a un conjunto de graves hechos y peligrosas declaraciones públicas que evidencian la naturaleza criminal de la operación de saqueo y robo al patrimonio nacional bajo el amparo del autodenominado Gobierno interino, estrategia diseñada desde el extranjero y ejecutada por sus operadores políticos internos”, argumenta el chavismo en el comunicado.
Ante los señalamientos, Guaidó anunció la reestructuración de la directiva de Monómeros, prometió que la compañía seguirá siendo de los venezolanos y ordenó realizar una auditoría externa, pero no aclaró si las denuncias sobre el incumplimiento de protocolos para evitar el blanqueo de capitales y otras irregularidades serán investigadas por la Comisión Delegada Legislativa.
Desde Voluntad Popular también reaccionaron advirtiendo que algunos políticos intentaban devolver el control de activos “protegidos” al gobierno de Maduro a cambio del levantamiento de las inhabilitaciones que le impiden aspirar a cargos de elección popular.
Aludido por el comunicado, el coordinador de Primero Justicia, Julio Borges, respondió. En principio negó que la devolución de los activos esté planteada como parte de la negociación.
Maduro en la Celac
La aparición de Nicolás Maduro en la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños fue atribuida al diálogo. Algunos analistas sostienen que esto representa una victoria para el chavismo pues el mandatario venezolano se midió con presidentes que gozan de representatividad y legitimidad y volvió a la comunidad internacional «por la puerta grande».