Hay dos teorías opuestas sobre la competencia entre las plataformas de medios sociales, ambas con sus seguidores y detractores.
Una sostiene que las redes sociales son intrínsecamente una moda: Los niños no quieren estar en las mismas plataformas que sus padres, y es inevitable que aparezcan opciones más modernas que suplanten a sus predecesoras.
La otra teoría dice que las redes sociales son intrínsecamente rígidas: todo el mundo quiere ir a dónde están sus amigos y sus personas influyentes favoritas, lo que significa que los grandes operadores establecidos con muchísimos usuarios siempre tendrán ventaja sobre sus rivales advenedizos.
Durante años, la segunda teoría se impuso: Facebook y sus filiales dominaban el sector y parecían dispuestas y capaces de comprar o copiar a cualquier competidor que se cruzara en su camino.
Pero ahora parece que el impulso está cambiando: Las nuevas plataformas de redes sociales independientes están empezando a proliferar -y a prosperar- después de unos años de letargo. TikTok y Clubhouse son los nuevos participantes más visibles, pero hay docenas de otros contendientes incipientes que esperan seguir sus pasos.
¿Por qué ahora? Hay varios factores posibles que ayudan a explicar las nuevas caras en el campo.
Los reguladores han asustado a Facebook intensificando la aplicación de las leyes antimonopolio. El gigante de las redes sociales, temeroso de atraer una atención negativa, ha relajado su práctica habitual de comprar competidores potenciales, dándoles tiempo para que se desarrollen por sí mismos.
Los usuarios han adoptado nuevos formatos de contenido y ninguna plataforma puede hacerlo todo bien. Aplicaciones como TikTok y Clubhouse llenaron nichos no atendidos (vídeos cortos y audio en directo, respectivamente) que las principales plataformas dejaron vacantes.
Los titulares perdieron la confianza de los usuarios. Facebook y Twitter se han llevado la peor parte desde 2016 por amplificar la desinformación, fisgonear los datos de los usuarios y aplicar normas de moderación incoherentes, lo que dejó a la gente más dispuesta a probar una nueva opción.
La pandemia dejó a la gente sintiéndose aburrida, sola y con ganas de encontrar nuevas formas de conectarse a través de las redes sociales.
Sea cual sea la razón, estamos a punto de averiguar qué teoría es la correcta. Los aspirantes podrían seguir creciendo, creando sus propios nichos o incluso robando cuota de mercado a Facebook. O los gigantes podrían volver a ganar.
Estas jóvenes plataformas multimillonarias están pisando los talones a los gigantes sociales que crecieron a finales de la década de 2000 y principios de 2010.
Tiktok: La primera aplicación social china de alcance mundial se ha consolidado junto a competidores estadounidenses como Facebook y Twitter.
Clubhouse: Con sólo 10 millones de usuarios, esta plataforma de sólo audio, de un año de antigüedad, generó una gran expectación durante la pandemia y ha generado imitaciones de casi todos los principales actores de las redes sociales.
Discord: Después de rechazar una oferta de adquisición de Microsoft, la plataforma de chat basada en audio y texto está pensando en salir a la bolsa.
Estas plataformas incipientes están probando el apetito de los usuarios por nuevos formatos de contenido que no han sido empaquetados exactamente de la misma manera por las redes sociales reinantes.
Houseparty: Esta aplicación de videochat permite a los usuarios entablar llamadas de forma espontánea con cualquiera de sus amigos que estén conectados, o unirse a cualquier conversación de grupo abierta en la que conozcan al menos a una persona.
Yubo: Esta red social francesa dirigida a los adolescentes combina elementos de aplicaciones de citas como Tinder con transmisiones en directo de la vida cotidiana que podrías encontrar en Twitch.
Poparazzi: Esta aplicación para compartir fotos no permite a los usuarios añadir fotos a sus propios perfiles. En su lugar, los usuarios se suman a los perfiles de sus amigos subiendo fotos de ellos (actuando como sus paparazzi, ¿lo entiendes?).
Honk: En esta aplicación de mensajes de texto en directo, los mensajes no se guardan y los amigos ven tus mensajes en tiempo real mientras los escribes.