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Mientras algunos países de América Latina ya comenzaron a vacunar a sus poblaciones contra el COVID-19, los venezolanos siguen sin información sobre el esperado plan de vacunación para enfrentar la pandemia desde el territorio nacional.

Según expertos, el logro de acuerdos, la preparación y el diseño de una nueva logística son elementos urgentes y necesarios para Venezuela, que todavía permanece en la incertidumbre.

“Hay que exigir que se cumpla la protección de la salud de los venezolanos. Es una obligación indelegable del Estado. Lo que sorprende es que a estas alturas, cuando hay la posibilidad de conseguir otra vacuna a corto plazo y que se cumpla la vacuna rusa, todavía el gobierno no haya publicado un plan de vacunación”, dijo José Félix Oletta, médico internista y exministro de Salud, a Efecto Cocuyo.

La administración de Nicolás Maduro solo ha informado la firma de un contrato para la adquisición de vacunas rusas Sputnik V, que ya comenzaron a aplicarse en Argentina y Bolivia. Los voceros hablan de 10 millones de vacunas (para 10 millones de personas), pero también de 10 millones de dosis que realmente alcanzarían para 5 millones de personas, pues cada vacuna consta de dos dosis.

Además de las Sputnik V, Venezuela está negociando su entrada al mecanismo Covax, una alianza global con más de 190 países para garantizar acceso equitativo a las vacunas. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Venezuela tiene reservadas inicialmente por lo menos 1.425.600 dosis de vacunas de AstraZeneca a través de Covax, pero para poder recibirlas debe pagar un adelanto.

“Todo es parte de un trabajo que han hecho los equipos humanitarios con las organizaciones internacionales para poder hacer entender la situación de Venezuela y pedir la posibilidad de que eventualmente Venezuela entre a Covax. Todavía no es un hecho. Para que entre a Covax hay que pagar. Es parte de lo que ha hecho el equipo humanitario para tratar que Venezuela pueda entrar aun cuando ya el período original del mecanismo finalizó”, indicó Julio Castro, médico infectólogo y asesor de la Comisión de Expertos de la Salud de la Asamblea Nacional de 2015.

Plan de vacunación en Bolivia
Bolivia ya recibió dosis de la vacuna rusa | Foto: EFE/Martin Alipaz

Se busca una luz verde

Se desconoce cuántas vacunas solicitó Venezuela a través de Covax y exactamente cuántas llegarían al país si finalmente logra entrar al mecanismo, que se diseñó para inmunizar al 20 % de la población de cada nación inscrita durante el primer año.

A partir de este porcentaje, según Castro, Venezuela debería recibir en promedio 6 millones de vacunas, pero todo depende del total de habitantes utilizado como base para el cálculo: si 25, 28 o 30 millones de personas.

Del porcentaje de la población a vacunar también depende el primer desembolso de Venezuela para Covax, que consiste en un pago distinto y que ahora no está condicionado por la cancelación de la deuda que tiene el país con el Fondo Rotatorio de la OPS. Según Castro, el primer monto para Covax oscila entre 15 y 17 millones de dólares. Aunque el país tenía hasta el 9 de febrero para pagarlo, el experto advierte que la transacción puede demorar más tiempo.

“Todas las opciones de pago requieren mecanismos burocráticos que pueden tardarse más allá de ese día, pero lo que sí esperamos es que haya una respuesta de las partes, más los organismos, que nos den la luz verde de que Covax va a funcionar o va a ejecutarse en los próximos meses”, añadió.

Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina (ANM), destacó que es necesario que Venezuela pueda lograr un acuerdo político interno y se coordine el movimiento de fondos para que se pueda llevar adelante un programa de vacunación.

“El llamado que hacemos al gobierno es a destrabar los mecanismos políticos para lograr acuerdos nacionales”, expresó. “Que no existan barreras para que todos los venezolanos puedan ser beneficiados de este programa de vacunación y que se agilicen las acciones para tener los fondos para vacunas”.

Guaidó afirma que no caerán "falso dilema" de asistir a elecciones regionales
Guaidó está dispuesto a buscar recursos para que Venezuela ingrese a Covax, pero dijo que depende de que Maduro acepte el esquema de OPS | Foto: Mairet Chourio

Quiénes se vacunarían

De acuerdo con Oletta, el plan de vacunación ideal debe alcanzar a todos los habitantes del país. Sin embargo, esta meta no se puede lograr hasta que haya una alta disponibilidad de vacunas y hasta que se compruebe que las vacunas a usar son eficaces y seguras para todos los que las recibirán.

¿Cuántas personas se deberían vacunar en el país? ¿Qué se necesita? El exministro, quien también es integrante de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, explica que inicialmente se debe calcular la población real mayor de 16 o 18 años, que puede estar por encima de 20 millones de personas.

“De entrada necesitas entonces 40 millones de dosis, para 20 millones de personas. Si calculas un precio razonable de 10 dólares por dosis para un solo tipo de vacunas, eso representa fácilmente 400 millones de dólares. Se necesita un proceso de procura, que es la búsqueda de vacunas y negociar. Por ahora eso solamente lo pueden hacer los Estados”, explicó.

Para José Félix Oletta, el primer lote de vacunas debe estar dirigido a las personas más expuestas: personal de salud, todo trabajador con relación directa con pacientes con COVID-19 o en áreas de hospitalización y aislamiento. López-Loyo también destaca que aunque el desarrollo de un plan de vacunación es complejo, este debe ser nacional, simultáneo y debe estar centrado en los principios de preservación de la vacuna y su cadena de frío.

Plan de vacunación
El transporte y conservación de vacunas requiere mantener la cadena de frío| Foto: Jackson Health System

“Ese plan que tiene la capacidad de ser amplio y simultáneo en principio tiene que abarcar a los mayores de 65 años y básicamente el personal sanitario. Nosotros debemos procurar que además se extienda a la mayor cantidad de población posible. En términos ideales debería abarcar 75 % mínimo de la población”, dijo el presidente de la ANM.

Tras vacunar a las personas más vulnerables, debería hacerse la distribución nacional para llegar, de manera escalonada y acorde con la disponibilidad de vacunas, a poblaciones más jóvenes. Es un desafío aún mayor que los programas normales de inmunización: según cifras preliminares a las que tuvo acceso Oletta, el rendimiento de los programas normales de vacunación en 2020 arrojó un promedio de 46 % de las metas de cobertura, cuyos estándares son del 95 %.

“Eso indica la dificultad del escenario para vacunar en Venezuela en medio de la crisis, más COVID-19. Significa un gran reto”, agregó.

Lo que falta

Para Julio Castro, profesor del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (IMT-UCV), hay que evaluar la situación del país con una mirada interna y otra externa: identificar las situaciones más críticas, optimizar lo que se pueda y resolver los principales obstáculos para que la vacunación sea efectiva, pues incluso grandes países con mejores logísticas han tenido dificultades para la implementación de sus campañas de vacunación durante la pandemia.

“Hay una restricción real que es la gasolina, y eso es un tema real que hay que resolver logísticamente. Tienen que resolver transporte, almacenamiento, tienen que evaluar la cadena de frío, quién pone la vacuna, dónde la pone, cómo la pone. Hay múltiples aristas que hay que ir resolviendo rápido para que se pueda implementar una campaña de vacunación que sea exitosa”, señaló.

Hasta ahora, Castro solo sabe que se ha realizado un “análisis de brechas” para la estructura de vacunación y se han estimado las inversiones que hay que hacer. No obstante, ninguno de los expertos consultados conoce si Venezuela tiene la capacidad para almacenar y resguardar la cadena de frío de las vacunas contra COVID-19 que lleguen, pues algunas requieren muy bajas temperaturas, como de Pfizer que necesita -70 ° C.

Trabajadores de la salud independientes en Argentina ya reciben la Sputnik V | Foto: EFE/Enrique García Medina

“El ministro debería, dentro de ese plan de vacunación, decir ‘tenemos esto, tantos puntos de vacunación, vamos a aligerar esto. Los primeros serán tantos centros, tantos equipos de refrigeración’. Todo debería quedar transparente, claro, y que se sepa qué hay que hacer. Esto nos obliga a hacer contraloría. Los ciudadanos tenemos derecho a saber cómo va a ser el plan, a participar, a vigilar que el plan se cumpla, que no se produzcan exclusiones, que no se produzca discriminación”, añadió Oletta.

En el caso de la cadena de frío de la vacuna Sputnik V, la solución para inyección intramuscular requiere una temperatura de congelación de -18 ° C, y todas las etapas de almacenamiento deben asegurar esta cadena de frío, según consta en los lineamientos técnicos para la campaña de vacunación en Argentina, país que también adquirió la Sputnik V. Una vez descongelada debe usarse dentro los 30 minutos siguientes.

La forma liofilizada (seca) de la vacuna rusa puede almacenarse entre 2 y 8 ° C, al igual que la vacuna de AstraZeneca, que puede guardarse, transportarse y manejarse en esas mismas condiciones de refrigeración por al menos seis meses.

Un plan de vacunación conjunto

Oletta opina que debe hacerse un esfuerzo mancomunado: deben participar la sociedad, las organizaciones no gubernamentales, agencias y el gobierno. Considera que el país deberá contar con el apoyo de voluntarios y con la OPS, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), que cuentan con experiencia en el terreno. Enrique López-Loyo añade incluso a los empresarios.

La Academia Nacional de Medicina, que entre sus funciones contempla asesorar directamente al Estado venezolano para situaciones inherentes a la salud pública, se ha puesto a disposición para orientar y trabajar con las autoridades del país para el diseño y ejecución del plan de vacunación. Propone que el plan de vacunación contra COVID-19 sea el fruto de un trabajo conjunto.

“Hemos establecido la necesidad de iniciar la fase de vacunación en relación con la lucha nacional contra la pandemia. Nos hemos puesto a la orden, sin embargo hasta ahora no hay ningún tipo de contacto con el gobierno. Aspiramos que eso ocurra en los próximos días porque es menester para todos entablar esta nueva fase para la lucha contra COVID-19. Es tiempo de vacunación”, indicó López-Loyo.

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