Tras la llegada del primer lote de la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID-19 este viernes 2 de octubre, la organización no gubernamental Médicos Unidos de Venezuela (MUV) rechazó que no se haya comunicado a las sociedades científicas ni a la población sobre la metodología y el protocolo a usar en el país e indicó que se mantendrá “vigilante”.
“Alertamos a la población sobre la introducción de un lote de vacunas de origen ruso para prevenir COVID-19 de la cual se desconoce el protocolo para su aplicación. Se entiende que se trata de un estudio por la cantidad de vacunas apenas 2.000, sin más información al respecto”, compartió la organización a través de sus redes sociales.
Más temprano, la administración de Nicolás Maduro recibió en Maiquetía el cargamento de vacunas que se aplicarán en la fase III de los ensayos clínicos en el país, en los cuales participarían 2.000 personas. La fase III debe ser aprobada por todos los candidatos vacunales para verificar su seguridad y eficacia para la prevención de la enfermedad antes de su aplicación masiva.
Médicos Unidos destacó que la vacuna desarrollada por Rusia carece de confiabilidad por seguir en fase de desarrollo. Destacan que su uso masivo en humanos todavía no cumple los estándares éticos para su aplicación.
“El uso de la vacuna no se ha comunicado a las sociedades científicas ni se ha solicitado sus opiniones. Cualquier protocolo debe contar con el consentimiento informado a los seleccionados explicando beneficios y riesgos para la salud. Estaremos vigilantes de sus resultados”, agregó.
Está vacuna rusa al igual que otras a nivel mundial están en fase de desarrollo y está apenas en fase 3 información no oficial,lo cual la hace no confiable y su uso en humano no cumple los estándares éticos para su aplicación, como todo estudio debe cumplir con metodología (hilo)
— Médicos Unidos Vzla (@MedicosUnidosVe) October 2, 2020
Transparencia y selección no política
Por su parte, el infectólogo e internista Julio Castro, representante de la Comisión de Expertos de la Salud asesora de la Asamblea Nacional, afirmó que la vacuna rusa también debe pasar por un proceso que demuestre su eficacia y seguridad. Añadió que los resultados también deben ser accesibles a revisión de pares científicos.
“Los protocolos de investigación deben cumplir todas las normas éticas y regulatorias nacionales e internacionales. No sería ético hacer seleccionamiento basado en política. Debe incorporar una muestra representativa de la población”, expresó a través de Twitter.
Destacó que la Sputnik V debe recorrer el mismo tránsito de investigación que el resto de vacunas, y sus resultados deben ser transparentes. Agregó que la vacuna “no es la solución para modificar el curso de la epidemia” en este momento en el país, pues se trata de un estudio.
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He sido un hombre pro-vacuna siempre, no por fe, por convicción científica .
Lo que llega a Venezuela son 4000 vacunas de las cuales solo 2000 recibirán la vacuna los otros 2000 serán vacunados con placebo.— Dr. Julio Castro (@juliocastrom) October 2, 2020
El pasado 21 de agosto, el ministro de Salud, Carlos Alvarado, informó que Venezuela aportaría voluntarios para la fase III de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19.
Tres días después, la Academia Nacional de Medicina (ANM), la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman), la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas y la Alianza Venezolana por la Salud llamaron a respetar los principios éticos y científicos aceptados a nivel mundial para su aplicación.
Aunque apoyaron la iniciativa de participar en el esfuerzo para su desarrollo, resaltaron la necesidad de conducirse de acuerdo con los “más altos niveles científicos y éticos”. Aseguraron que la urgencia por colaborar con la evaluación de una vacuna debe hacerse con la mayor transparencia y con el apoyo de la población venezolana y de su comunidad médica y científica.