dolarización

Por Oscar Doval

Esta mañana estaba conversando con dos clientes y amigos que están en el mundo industrial agroalimentario. El coloquio tuvo un tenor interesante que, creo, en buena medida refleja lo que sienten muchos empresarios, y también muchos venezolanos que no hacen vida directa en el mundo político. En esta nueva mala costumbre narrativa que he adquirido de transcribir diálogos, paso a plasmar a continuación algunos segmentos de la conversación:

Yo creo que tenemos que asumir de una vez que estamos jodidos, Luis. Estos carajos no se van nunca más. Ya ganaron la AN, después van con gobernadores y alcaldes… y después las presidenciales. Que igualito las van a ganar, con Maduro o con otro rojo. Me parece que están preparando a alguno de los Rodríguez para eso.

¿Tú crees, chamo?  Coño, José Antonio, ojalá sea entonces Jorge, porque la caraja, sí se ve arrecha, de verdad. Se nota que el psiquiatra está más ganado a la conversa y al acuerdo, aunque sea pura paja.

Yo lo que sé, Luisito, es que sea con Maduro o con cualquiera, estos panas se están abriendo al mercado, se dejaron de la paja del comunismo, y le están echando bolas a tratar de sacar billete de donde sea. Ahora se pusieron la careta de capitalistas, aunque digan que les interesa la gente y esa vaina social.

No sé, chamo, estos carajos son muy jodidos e impredecibles. No te extrañe que se den vuelta después de que todos estemos echándole bolas, confiados, invirtiendo y reactivando este país, que es lo que tenemos que hacer… y ¡zazzzz!, les dé por regresar al control central, regulación de precios y expropiaciones.

—’Tas loco, ¿no viste la rendición de cuentas de Maduro a la AN? El tipo tuvo las bolas de decir que la dolarización había contribuido a estabilizar la economía del país y que este año será un año de mayor dolarización y de finanzas digitales. O, dicho de otra manera, que este año se terminaban de digitalizar las cuentas en dólares, se podrían hacer transacciones interbancarias en dólares y todos los pagos en divisas. O sea, una dolarización total. Además, el pana Maduro dejó entrever que con la ley antibloqueo iban a privatizar toda vaina, a reactivar la industria petrolera y aumentar la producción a 1,5 millones de barriles por día, y en general, será el año de la reactivación económica.  Puro capitalismo, hermano. Después, tú sabes, también Maduro soltó su pajita ahí cortica de las sanciones y la guerra económica, de la operación Gedeón y del precio de 15 palos que le pusieron a su cabeza, y de Guaidó, y toda esa pendejada. Yo creo que el tema político se nos acabó, ahora a ponerse a producir, hermano. Olvidarse de la política y asumir que esta vaina es como China o como Rusia o como una Cuba con “real”. Dígalo ahí, mi doc.

No sé, yo te digo una vaina, José Antonio: los venezolanos somos locos de bola. Igual que antes de la pandemia cuando estábamos en la nota económica y no política. Nosotros fluctuamos entre volvernos pragmáticos y olvidarnos de la política o volvernos políticos y olvidarnos de la pragmática. Cuando Guaidó se autoproclamó por primera vez presidente, ya van 3 veces, ¿no? La mayoría de los empresarios estaban gritando de felicidad, gritando a los cuatro vientos que eran de oposición. A mí ni de vaina me puso contento eso porque yo no creo en auto-proclamaciones. Eso es derecha de la jodida, ´mano. Después, cuando vimos que el movimiento de Guaidó-Leopoldo no servía para nada, entonces nos volteamos a ver como hacíamos plata y, desde finales de 2019, todos ya estábamos en modo consumo y ver como comenzábamos a hacer plata con el gobierno o sin el gobierno.

Claro, mi doc, ¿y qué íbamos a hacer, pues?

Espera, Luis. Después se atravesó la pandemia y entramos todos en modo crisis y depresión económica, sanitaria, humanitaria, y hasta depresión de ánimo. Apenas hace unos tres meses nos volvimos nuevamente una sociedad políticamente interesada, y estábamos discutiendo si era conveniente que la oposición fuera o no a las elecciones. Entonces, veíamos los pro-elecciones, las antielecciones, los leopoldistas, caprilistas, mariacorinistas y chavistas. Ahora, que los chavistas arrasaron en la AN como era de esperarse, nuevamente nos volvemos pragmáticos y no nos interesa la política sino la economía y ponernos a producir plata.

Viste, Luis, el doc se nos puso de nuevo chavista.

Coño, no, José Antonio, no es ser chavista o no chavista. Yo estoy a favor de activar el aparato productivo y la economía venezolana; si no, no estaríamos aquí hablando de negocios y de billete. Pero lo que es cierto es que en Venezuela tenemos una crisis económica y una crisis política e institucional. Pana, mira esta misma semana, el FAES, se voló a puro plomo a 23 personas en La Vega con la excusa de aplacar un conflicto entre bandas.

No, doc, déjese de vainas, esos eran malandros, yo ahí sí estoy con el Gobierno y con las FAES.

Ahí sí es verdad que estamos en desacuerdo, mi pana querido. Malandros o no malandros, que además estoy seguro que ahí cayó gente de todo tipo, eso es una masacre, pana. Para eso deberían existir instancias del poder judicial, para decidir quiénes son y quiénes no son malandros y que paguen la pena que tengan que pagar. No es un órgano de seguridad ciudadana quien está facultado para decidir el destino de la gente. Lo que pasa es que tú y yo somos medio blanquitos, y nos vestimos con saco, y andamos en camionetas. Por eso no nos tocan. Pero si hubiéramos estado esa noche allá en La Vega, quizás alguno de nosotros o de nuestros hijos no lo estuviera contando.

Está bien, doc, no se nos arreche. Vamos a seguir hablando de la platica, que para eso estamos aquí.

Esto es una pequeña muestra, de lo que escucho a diario. Me pregunto, a veces, si los venezolanos somos realmente venezolanos, y cuál es el sentido de patria, comunidad y sostenibilidad que tenemos. Me pregunto también, a veces: ¿será que los venezolanos somos en fondo culturalmente oportunistas? Es obligatorio llegar a acuerdos económicos y políticos entre el oficialismo y la oposición. Hay que rescatar la institucionalidad del país. No podemos seguir mancillando la esquina que nos queda de patria. ¡Carajo, yo no me resigno a ello!

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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