Cuando se les preguntó a los agremiados a las distintas cámaras regionales del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) por el nuevo impuesto a los pagos con divisas, apenas un cuarto (25 %) de los comerciantes encuestados respondió que sí lo cobraron parcialmente durante esta primera semana de entrada en vigencia en todo el país.
“En nuestra investigación con las cámaras sectoriales y regionales, hemos tenido cifras preocupantes. El 75 % de las empresas encuestadas no están en capacidad de recibir pagos en divisas, porque no han podido completar el proceso de adaptación de sus sistemas al nuevo impuesto”, aseguró Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, durante una rueda de prensa celebrada en el Hotel Eurobuilding.
Polesel aclaró que apenas 25 % de las empresas encuestadas pudo actualizar sus sistemas administrativos y sus máquinas fiscales para empezar con el cobro del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (Igtf), que tras su reforma establece nuevas normas para los pagos con dólares y euros en efectivo, así como otras criptomonedas distintas al Petro.
Encuentro tardío
El Ministerio de Finanzas, con Delcy Rodríguez a la cabeza, y el Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (Seniat), con su director José David Cabello, tuvieron un encuentro directo con los representantes gremiales de los comerciantes e industriales durante la tarde del pasado jueves 31 de marzo. La esperanza de los comerciantes era que se ordenara alguna suspensión temporal o prórroga para completar el proceso de adaptación al nuevo Igtf, pero no hubo ningún acuerdo.
“Gran parte del sector de comercio y servicios, no estamos en capacidad de responder a este impuesto. Estamos realmente en una situación muy compleja para cumplir con esto” expresó Polesel, al narrar sobre el encuentro con los representantes del Ejecutivo.
La presidenta de Consecomercio volvió a reiterar que el llamado de las empresas privadas es a que se establezca un lapso legal para que se pueda completar la actualización de las máquinas fiscales que deben emitir la factura donde se plasma el cobro de ese 3% del nuevo Igtf, que pecha a cualquier consumidor que utilice divisas en efectivo o criptomonedas a la hora de pagar su compra.
El lapso para hacer la declaración oficial que les toca a los comercios sobre el nuevo Igtf comienza, de hecho, desde el venidero lunes 4 de abril. Esto no solo les pone presión para el ajuste, sino que se convierte en un factor que los expone a recibir una multa de grandes montos por parte del Seniat, a causa de no estar listos para cobrar este nuevo impuesto a los pagos con divisas.
Los escollos para los comercios
Los comerciantes apenas tuvieron 10 días continuos para hacer todo el proceso de ajuste de los sistemas administrativos y contables que les permiten incluir el cobro del Igtf en la factura. Este tiempo limitado apenas le alcanzó a aquellos comercios que sí poseen sistemas modernos y un equipo interno de informáticos, porque la gran mayoría tendrá que enfrentar la compra de equipos nuevos para hacer el cobro de este impuesto a los pagos con divisas.
“Cambiar la máquina fiscal (…) tiene un costo importante, que va desde los 600 hasta 1.000 dólares” apuntó la presidenta de Consecomercio.
El gasto es un escollo, en especial, para los comercios pequeños como panaderías, bodegas, farmacias, perfumerías, peluquerías y licorerías que fueron catalogados por el Seniat como “sujeto pasivo especial” y que supone que están obligados a cobrarles el nuevo impuesto a sus clientes.
Otros comerciantes también se vieron impedidos de hacer la actualización de las cajas registradoras al nuevo Igtf, porque tienen que cancelar el servicio a un equipo de informáticos que son muy pocos para atender al universo de máquinas fiscales en el país.
Polesel, de hecho, le recordó a la administración de Nicolás Maduro que la inclusión de un nuevo tributo en la factura requiere que se ajusten los procesos administrativos y también que se forme al personal humano al frente de las cajas. Estos procesos toman varias semanas, al igual que las pruebas para que los cobros con las máquinas fiscales cumplan con la nueva legislación.
Foto principal: Mairet Chourio