El salario mínimo acaba de pasar de 40.000 a 150.000 bolívares. Excluyendo el bono de alimentación, también aumentado, este incremento hecho por decreto presidencial supone un ajuste de 275% de forma retroactiva desde el 1° de octubre.
Representa el tercer ajuste salarial hecho por el Gobierno nacional en lo que va de año. Esto impulsa a 2019 como el año con menos aumentos del salario mínimo, desde que el presidente Nicolás Maduro llegó al poder.
Enero, abril y octubre son los meses en que se ajustó el ingreso mensual mínimo para los trabajadores este año. Esto está por debajo del promedio anual de cinco aumentos salariales, que trazó el Ejecutivo desde 2013 hasta 2018. Aunque el récord sigue marcado durante el año pasado, cuando en medio de la hiperinflación, se elevó el salario mínimo en ocho oportunidades diferentes.
“El Gobierno parece que entendió que los constantes aumentos del salario mínimo solo exacerban la hiperinflación. En 2018, hubo un aumento casi intermensual y era imposible no hacerlo cuando el poder de compra tenía caídas de 50% mes a mes” explicó Gabriel Páez, economista de la firma consultora Datanálisis, en entrevista para Efecto Cocuyo.
El momento para ejecutar el incremento salarial también parece haber sido estudiado por el Ejecutivo. No en vano, este ajuste llegó en medio de una ola de protestas de los trabajadores públicos, en especial de los sectores de las industrias básicas, la salud y la educación quienes reclamaron un “salario digno”.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reportó, por ejemplo, un total de 708 protestas durante septiembre en todo el país. Más de un tercio (36,44%) de estas concentraciones estuvieron vinculadas con reclamos salariales, mientras que otro tercio más (34,60%) fue por la poca calidad de los servicios públicos como el agua potable o la electricidad.
Contar con un nuevo salario en octubre también les permitirá a los trabajadores ganar un leve diferencial en el poder de compra, antes de que la inflación vuelva a ser impactada por el factor estacional asociado con la época navideña.
“Se proyecta que haya un repunte de la inflación antes de que finalice el año y la estrategia gubernamental fue hacer el ajuste salarial antes de que eso ocurra, para que así el poder de compra aumente, aunque sea momentáneamente” detalló Páez.
Este nuevo salario mínimo representa 7,88 dólares a la tasa oficial de cambio publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV). Si bien la diferencia es de más de 5 dólares frente al ingreso de septiembre pasado, todavía existe una gran brecha con los 163 dólares que representaban el salario mínimo durante el año 2013, cuando el presidente Maduro asumió la presidencia por primera vez.
Del otro lado del espectro, el ajuste salarial no se espera que tenga mayor impacto dentro del sector privado. Allí el salario mínimo se mueve entre los 250.000 y 800.000 bolívares mensuales y lo previsible es que las empresas fortalezcan sus escalas salariales de forma progresiva, aunque eso sigue sin ser suficiente para que buena parte de los trabajadores venezolanos puedan cubrir sus gastos más básicos.
“Las personas ya no se conforman con las condiciones laborales de cualquier empleo y están en la búsqueda permanente de opciones. Sin mencionar que muchos tienen doble trabajo. Eso es un fenómeno promovido por la hiperinflación” apuntó Iván Acosta, director general de la consultora PGA Group, en exclusiva para Efecto Cocuyo.
Este nuevo ajuste salarial es el número 35 en la era del presidente Maduro y como revela un informe de Datanálisis, apenas la mitad representó “un aumento del salario medido en dólares con respecto al mes anterior del anuncio”.
Foto principal: Cancillería Venezuela | Flickr
Bono de Guerra Económica para pensionados del Ivss: todo lo que hay que saber
Fedecámaras estima que posible aumento del salario mínimo será de $50
Maduro asegura que crecimiento económico fue de más de 15 % en 2022 pese a sanciones
“Por primera vez en 25 años bajamos el desabastecimiento a 3%”, dice Maduro en rendición de cuentas
Lexys Rendón: Ley que regula ONG busca generar miedo y que la gente no se organice #ConLaLuz
Migrantes venezolanos protestan tras ser desalojados de un hotel de Nueva York
«La presión del agua fue tanta que las ventanas estallaron», dicen en San Antonio de Los Altos tras rotura de tubería
Maduro ante magistrados del TSJ: El que se meta a juez no puede ser cobarde
El salario mínimo acaba de pasar de 40.000 a 150.000 bolívares. Excluyendo el bono de alimentación, también aumentado, este incremento hecho por decreto presidencial supone un ajuste de 275% de forma retroactiva desde el 1° de octubre.
Representa el tercer ajuste salarial hecho por el Gobierno nacional en lo que va de año. Esto impulsa a 2019 como el año con menos aumentos del salario mínimo, desde que el presidente Nicolás Maduro llegó al poder.
Enero, abril y octubre son los meses en que se ajustó el ingreso mensual mínimo para los trabajadores este año. Esto está por debajo del promedio anual de cinco aumentos salariales, que trazó el Ejecutivo desde 2013 hasta 2018. Aunque el récord sigue marcado durante el año pasado, cuando en medio de la hiperinflación, se elevó el salario mínimo en ocho oportunidades diferentes.
“El Gobierno parece que entendió que los constantes aumentos del salario mínimo solo exacerban la hiperinflación. En 2018, hubo un aumento casi intermensual y era imposible no hacerlo cuando el poder de compra tenía caídas de 50% mes a mes” explicó Gabriel Páez, economista de la firma consultora Datanálisis, en entrevista para Efecto Cocuyo.
El momento para ejecutar el incremento salarial también parece haber sido estudiado por el Ejecutivo. No en vano, este ajuste llegó en medio de una ola de protestas de los trabajadores públicos, en especial de los sectores de las industrias básicas, la salud y la educación quienes reclamaron un “salario digno”.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reportó, por ejemplo, un total de 708 protestas durante septiembre en todo el país. Más de un tercio (36,44%) de estas concentraciones estuvieron vinculadas con reclamos salariales, mientras que otro tercio más (34,60%) fue por la poca calidad de los servicios públicos como el agua potable o la electricidad.
Contar con un nuevo salario en octubre también les permitirá a los trabajadores ganar un leve diferencial en el poder de compra, antes de que la inflación vuelva a ser impactada por el factor estacional asociado con la época navideña.
“Se proyecta que haya un repunte de la inflación antes de que finalice el año y la estrategia gubernamental fue hacer el ajuste salarial antes de que eso ocurra, para que así el poder de compra aumente, aunque sea momentáneamente” detalló Páez.
Este nuevo salario mínimo representa 7,88 dólares a la tasa oficial de cambio publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV). Si bien la diferencia es de más de 5 dólares frente al ingreso de septiembre pasado, todavía existe una gran brecha con los 163 dólares que representaban el salario mínimo durante el año 2013, cuando el presidente Maduro asumió la presidencia por primera vez.
Del otro lado del espectro, el ajuste salarial no se espera que tenga mayor impacto dentro del sector privado. Allí el salario mínimo se mueve entre los 250.000 y 800.000 bolívares mensuales y lo previsible es que las empresas fortalezcan sus escalas salariales de forma progresiva, aunque eso sigue sin ser suficiente para que buena parte de los trabajadores venezolanos puedan cubrir sus gastos más básicos.
“Las personas ya no se conforman con las condiciones laborales de cualquier empleo y están en la búsqueda permanente de opciones. Sin mencionar que muchos tienen doble trabajo. Eso es un fenómeno promovido por la hiperinflación” apuntó Iván Acosta, director general de la consultora PGA Group, en exclusiva para Efecto Cocuyo.
Este nuevo ajuste salarial es el número 35 en la era del presidente Maduro y como revela un informe de Datanálisis, apenas la mitad representó “un aumento del salario medido en dólares con respecto al mes anterior del anuncio”.
Foto principal: Cancillería Venezuela | Flickr