¿Pueden los fármacos antimaláricos curar el COVID-19?

COCUYO CHEQUEA · 24 MARZO, 2020 19:00

Ver más de

Jeanfreddy Gutierrez | @Jeanfreddy


¿Cómo valoras esta información?

15
QUÉ CHÉVERE
3
QUÉ INDIGNANTE
4
QUÉ CHIMBO

Por redes sociales y mensajería de texto se ha popularizado el anuncio del uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina, dos conocidos fármacos contra la malaria, como una cura para el COVID-19, apelan a un estudio arbitrado publicado en la prestigiosa revista Nature Medicine, así como varios estudios en Francia y China, pero que siendo prometedores, no son aún concluyentes.

Actualización: el 4 de julio la OMS detuvo los ensayos clínicos con los antimaláricos cloroquina e hidroxicloroquina, así como los antiretrretrovirales Kaletra por recomendación del Grupo directivo internacional del ensayo Solidaridad, en la que participan 5.500 pacientes en 39 países, por no encontrar ninguna evidencia de reducir la mortalidad de los pacientes evaluado en los estudios presentados en la Cumbre Mundial de la organización el pasado 1° y 2 de julio.

Lea también: COVID-19 no se trata con antirretrovirales ni anticoagulantes como asegura el diputado José Trujillo

Presidentes a favor

El medicamento ha sido además anunciado, junto a la azitromicina, como un tratamiento efectivo por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien además anunció que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) había aprobado su uso.

Así mismo, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha pedido al Ejército que acelere la producción de estos fármacos en los laboratorios militares. También el ministro de comunicación, Jorge Rodríguez, ha anunciado que es usado en Venezuela.

El Ministerio de Salud de Brasil ha tenido que regular su venta en farmacias, prohibir su exportación y advertir de los «fuertes efectos secundarios» ante la masiva carrera de brasileños por comprar el medicamento.

Una nota de La Vanguardia de España indica que el sábado 21 de marzo el ente estaba aún esperando la opinión de expertos para permitir su uso en casos con síntomas graves mientras explicaba que la orden presidencial se dio antes de obtener conclusiones de las pruebas clínicas en humanos llevada a cabo en el Hospital Albert Einstein de Sao Paulo.

Así mismo, es parte del protocolo anunciado públicamente por el ministro Jorge Rodríguez para el tratamiento de pacientes en Venezuela.

Lea también: ¿Pueden los antirretrovirales usados para el VIH curar el coronavirus?

Divergencias en EEUU

Oficialmente hay tres estudios clínicos sobre cloroquina o hidroxicloroquina en Estados Unidos, pero ninguno estaba aún reclutando voluntarios para el momento de esta nota, lunes 23 de marzo.

El Dr. Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas corrigió al presidente Trump sobre el uso de azitrominicina y hidroxicloroquina para el tratamiento del Covid-19 diciendo que los datos eran «anecdóticos» y por tanto no había evidencia que podría funcionar. El mandatario de EEUU dijo estar de acuerdo con el doctor, diciendo que «podría o no funcionar, pero yo siento buenas vibras, muy pronto lo vamos a averiguar».

El New York Times colgó un video con ambas declaraciones aquí.

Fauci ha resaltado después de las declaraciones que el haber dicho que hacían falta pruebas no lo ponía en contra de Trump como algunos han insistido en separarlos. «Sólo que el tiene un punto de vista de una persona que apela a la esperanza y yo desde un punto de vista científico» detalla The Washington Times.

También el comisionado de la FDA, Stephen Hahn, tuvo que hacer aclaratorias para decir que: “por ahora solo se usarán en el contexto de un ensayo clínico». Aunque están aprobadas como antimaláricos, la FDA no ha aprobado su uso para tratar el Covid-19, reportó Bloomberg.

Estudio chino

La investigación arbitrada publicada en Nature titulada «Remdesivir and chloroquine effectively inhibit the recently emerged novel coronavirus (2019-nCoV) in vitro» (Remdesivir y cloroquina efectivamente inhiben al recientemente emergido nuevo coronavirus (2019-nCoV) in vitro) fue realizado por científicos del Laboratorio Estatal de Virología, el Instituto de Virología de Wuhan, el Centro de Mega-Ciencia en Bioseguridad y Academia China de Ciencias en Wuhan y del Centro Nacional de Investigación Ingenieril para Medicamentos de Emergencia y el Instituto de Farmacología y Toxicología de Beijing.

Este grupo encontró resultados positivos de reducción de presencia del virus en cultivos de laboratorio ante el uso de estos dos fármacos, el primero usado contra el ébola y el segundo contra la malaria. Concluyeron que «debido a que estos componentes han sido usados en pacientes humanos con un registro de seguridad y mostrado que pueden ser efectivos contra varios padecimientos, sugerimos que deberían ser evaluados en pacientes sufriendo la enfermedad del nuevo coronavirus».

Es decir, que debe ir a pruebas clínicas antes de recetarse oficialmente.

Estudio francés

Por su parte el estudio francés, liderado por Didier Raoult, aún en revisión y no aleatorio, administró 600 miligramos de hidroxycloroquina diarios por seis días a pacientes con diagnóstico positivo para Covid-19, midiendo su carga viral después de cada jornada. Algunos recibieron también azitromicina.

Según el documento, los 20 pacientes tratados mostraron una reducción significativa de la carga viral en comparación con que los 16 del grupo de control que no recibió medicamentos y mostraron también mucho menos tiempo como portadores que los indicados en la literatura. Y que agregar azitromicina fue más eficiente en la eliminación del virus.

Sin embargo, una revisión de Cocuyo Chequea al cuadro de resultados (página 22) permitió observar que de los 16 pacientes del grupo de control que no recibió medicamentos, dos dieron negativo al Covid-19 al final de los seis días. Ambos estaban antes asintomáticos. De los 14 que recibieron hidroxicloroquina, siete dieron negativo al virus y dos dieron con menor carga viral, pero cinco tuvieron igual o mayor carga. Y finalmente, los seis que recibieron ambos medicamentos dieron negativo al sexto día.

Autores admiten que a pesar de lo pequeña de su muestra, encontraron que los fármacos reducían la carga viral de forma eficiente.

Lea también: ¿Tomar ibuprofeno empeora el coronavirus COVID-19? #Coronavirusfacts

Los chequeos

La web Salud Con Lupa, una red de periodistas de salud en Latinoamérica, ha publicado un reportaje llamado «La evidencia que desmiente que el fármaco anunciado por Trump sea la cura para COVID-19», basado en el análisis científico de los estudios preliminares disponibles por parte de su aliado científico, Epistemonikos-una base de datos de investigaciones basadas en evidencia científica- junto al Grupo de Trabajo COVID-19 L·OVE.

En su pesquisa académica encontraron que la recomendación de la Comisión Nacional de Salud de la República Popular China de agregar la cloroquina en sus protocolos médicos se basó en una reunión de agencias del gobierno con 15 científicos que lideraban estudios al respecto que aún no tenían resultados, que seis de ellos fueron cancelados y sólo uno ha avanzado pero sin iniciar pruebas en humanos.

Sobre el estudio francés, que revelan que fue distribuido globalmente por Whatsapp antes de en publicaciones científicas, señalan que tiene claras limitaciones metodológicas para ser concluyentes. No cumple con mínimos estándares como para ser considerado para una revisión sistemática y no encontraron referentes similares en ninguno de los repositorios académicos ni científicos disponibles.

En otros idiomas

Como parte de la iniciativa global de la Red Internacional de Fact Checking (IFCN, en inglés), más de 45 organizaciones de factchecking y verificación han hecho más de mil notas de falsedades y mitos sobre el Covid-19, del cual extraemos las hechas en India, Nigeria y Francia sobre este tema.

FactCrescendo, de India, publicó dos notas, estableciendo que según Janet Díaz, Jefe de la Unidad de Cuidados Clínicos, dijo en rueda de prensa el 20 de febrero que no había pruebas que demostraran la efectividad de los antimaláricos para tratar el Covid-19. Y que la OMS publica en su web que aún no hay ningún tratamiento específico. En su segunda nota el sitio muestra una lista del 21 de marzo en que aparece la cloroquina, así como otros retrovirales y antibióticos que se han difundido como posibles tratamientos, en su fase de ensayo clínico y no aprobados aún por el ente multilateral.

El sitio nigerio Dubawa también verificó el anuncio, no sólo reportando con distintas fuentes que los estudios no eran definitivos sino rastreando el origen de la información en los medios China Science y Global Times. El primero es propiedad del periódico oficial del Partido Comunista de China y el segundo es considerado por Media Bias como extremadamente sesgado, distribuyendo teorías de conspiración y reportes con poca o nula reportería real.

También la agencia estatal de noticias de China, Xinhua, difundió que científicos chinos habían probado que la cloroquina era efectiva contra el nuevo coronavirus.

Finalmente la AFP publicó dos chequeos sobre los antimaláricos. No sólo desmontó una mentira sobre los estudios preliminares en China sino que entrevistó a un doctor en Nigeria que advirtió de una posible sobredosis de cloroquina si se toma 500 miligramos por ocho días así como la investigación policial sobre una página web clandestina en Reino Unido que ofrecía el medicamento para la venta.

Pseudociencia y propaganda

El estudio francés brincó a la palestra, desde el casi total desconocimiento, por el apoyo de varios emprendedores tecnológicos de Estados Unidos, ente ellos Michael Coudrey y el famoso creador de Tesla, Elon Musk.

Una nota de Inverse cuenta la historia del anonimato a la fama de este estudio preliminar. Todo empezó con un tuit de Musk con un enlace a un documento en Drive, con citas científicas, correos electrónicos y conversaciones telefónicas con científicos.

Fox News presentó el documento en su noticiero como si fuese un estudio científico. Uno de los co-autores, el abogado Gregory Rigano, fue entrevistado tres veces en el canal -con un sesgo a favor de Trump- para recomendar la cloroquina para tratar el Covid-19.

Rigano habló con Inverse y dijo que todo el crédito es de Raoult, el científico que lideró el estudio francés y asesor del gobierno francés para el Covid-19. Sin embargo, otro de los presuntos co-autores del documento tuiteado por Musk, el investigador Thomas Broker, ha pedido que su nombre sea borrado después de criticarlo como un «pasticho de estudios previos y noticias» en el cual fue incluido sin consulta.

Aún así, Rigano aparece como médico y principal investigador en la iniciativa www.covidtrial.io, que según es una iniciativa de «ciencia abierta» en la que ha reunido e intercambiado con otros médicos y científicos por diez años en una «organización descentralizada», asegurando que los propios investigadores probarán los medicamentos en ellos mismos para luego revelar los resultados al público general. Admite que eso está «fuera de la norma médica» así como lo certifican dos investigadores a Inverse, que recuerdan que las pruebas aleatorias son la regla de oro de estos ensayos clínicos.

Otros medios como The Huffington Post y Wired han contado historias similares, en las que figuras de medios de la derecha estadounidense han apoyado a Rigano y James Todaro, un inversor en blockchain y co-autor del documento en Drive, a pesar de los desmentidos de otros científicos y presuntos apoyos académicos que han sido negados.

Los tres medios coinciden en decir que, así como lo intentan otros científicos sobre la cloroquina, estos emprendedores podrían tener razón sobre la cloroquina pero erran en encontrar la forma de probarlo. Wired añade que irónicamente ya hay muchos médicos usándolo, no sólo porque existe desde hace 85 años, sino porque «no hay otra cosa».

La OMS

«Hay algunos indicios de que podría ser útil, pero no hay estudios claros y rigurosos que se hayan realizado para probar o refutar que la cloroquina es efectiva», ha explicado la científica principal de la OMS, Soumya Swaminatha, quien también indicó tres casos de sobredosis en Nigeria durante el fin de semana.

Por su parte, el director del organismo, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo durante la rueda de prensa diaria de la OMS del lunes 23 de marzo que “el uso de medicamentos no testados podría generar falsas esperanzas e incluso hacer más daño que bien y causar escasez de medicamentos que son necesarios para tratar otras enfermedades” y que la mejor respuesta será que la mayor cantidad de países se unen a los ensayos clínicos del organismo.

Veredicto

La falta de rigurosidad científica y metodológica, el desmentido de distintas agencias sanitarias de EEUU y los análisis académicos, revelan que no hay pruebas ni evidencias científicas sólidas que corroboren que la cloroquina y la hidroxicloroquina brinde resultados efectivos contra el coronavirus Covid-19.

Aún no hay ensayos clínicos concluyentes que puedan afirmar que funcione, el estudio chino publicado en Nature sólo fue probado en cultivos de laboratorio y el francés en una muestra mínima de 20 personas.

Por otro lado, la forma en que se ha distribuido la información, envuelta en intereses propagandísticos de parte de China, los presidentes de EEUU y Brasil, emprendedores sin certificaciones médicas o científicas o medios de dudosa confiabilidad señalan además que hay un interés no científico en posicionar este tipo de «curas».

El nuevo estudio publicado en The Lancet, el más grande del mundo hasta ahora y la suspensión de pruebas por parte de la OMS, revelan que la data muestra que en lugar de no ser efectivo, los antimaláricos podrían ser dañinos para muchos pacientes.

Por tanto, la información es falsa.

Lea también: Antimaláricos no aptos para el COVID-19

COCUYO CHEQUEA · 24 MARZO, 2020

¿Pueden los fármacos antimaláricos curar el COVID-19?

Texto por Jeanfreddy Gutierrez | @Jeanfreddy

Por redes sociales y mensajería de texto se ha popularizado el anuncio del uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina, dos conocidos fármacos contra la malaria, como una cura para el COVID-19, apelan a un estudio arbitrado publicado en la prestigiosa revista Nature Medicine, así como varios estudios en Francia y China, pero que siendo prometedores, no son aún concluyentes.

Actualización: el 4 de julio la OMS detuvo los ensayos clínicos con los antimaláricos cloroquina e hidroxicloroquina, así como los antiretrretrovirales Kaletra por recomendación del Grupo directivo internacional del ensayo Solidaridad, en la que participan 5.500 pacientes en 39 países, por no encontrar ninguna evidencia de reducir la mortalidad de los pacientes evaluado en los estudios presentados en la Cumbre Mundial de la organización el pasado 1° y 2 de julio.

Lea también: COVID-19 no se trata con antirretrovirales ni anticoagulantes como asegura el diputado José Trujillo

Presidentes a favor

El medicamento ha sido además anunciado, junto a la azitromicina, como un tratamiento efectivo por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien además anunció que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) había aprobado su uso.

Así mismo, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha pedido al Ejército que acelere la producción de estos fármacos en los laboratorios militares. También el ministro de comunicación, Jorge Rodríguez, ha anunciado que es usado en Venezuela.

El Ministerio de Salud de Brasil ha tenido que regular su venta en farmacias, prohibir su exportación y advertir de los «fuertes efectos secundarios» ante la masiva carrera de brasileños por comprar el medicamento.

Una nota de La Vanguardia de España indica que el sábado 21 de marzo el ente estaba aún esperando la opinión de expertos para permitir su uso en casos con síntomas graves mientras explicaba que la orden presidencial se dio antes de obtener conclusiones de las pruebas clínicas en humanos llevada a cabo en el Hospital Albert Einstein de Sao Paulo.

Así mismo, es parte del protocolo anunciado públicamente por el ministro Jorge Rodríguez para el tratamiento de pacientes en Venezuela.

Lea también: ¿Pueden los antirretrovirales usados para el VIH curar el coronavirus?

Divergencias en EEUU

Oficialmente hay tres estudios clínicos sobre cloroquina o hidroxicloroquina en Estados Unidos, pero ninguno estaba aún reclutando voluntarios para el momento de esta nota, lunes 23 de marzo.

El Dr. Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas corrigió al presidente Trump sobre el uso de azitrominicina y hidroxicloroquina para el tratamiento del Covid-19 diciendo que los datos eran «anecdóticos» y por tanto no había evidencia que podría funcionar. El mandatario de EEUU dijo estar de acuerdo con el doctor, diciendo que «podría o no funcionar, pero yo siento buenas vibras, muy pronto lo vamos a averiguar».

El New York Times colgó un video con ambas declaraciones aquí.

Fauci ha resaltado después de las declaraciones que el haber dicho que hacían falta pruebas no lo ponía en contra de Trump como algunos han insistido en separarlos. «Sólo que el tiene un punto de vista de una persona que apela a la esperanza y yo desde un punto de vista científico» detalla The Washington Times.

También el comisionado de la FDA, Stephen Hahn, tuvo que hacer aclaratorias para decir que: “por ahora solo se usarán en el contexto de un ensayo clínico». Aunque están aprobadas como antimaláricos, la FDA no ha aprobado su uso para tratar el Covid-19, reportó Bloomberg.

Estudio chino

La investigación arbitrada publicada en Nature titulada «Remdesivir and chloroquine effectively inhibit the recently emerged novel coronavirus (2019-nCoV) in vitro» (Remdesivir y cloroquina efectivamente inhiben al recientemente emergido nuevo coronavirus (2019-nCoV) in vitro) fue realizado por científicos del Laboratorio Estatal de Virología, el Instituto de Virología de Wuhan, el Centro de Mega-Ciencia en Bioseguridad y Academia China de Ciencias en Wuhan y del Centro Nacional de Investigación Ingenieril para Medicamentos de Emergencia y el Instituto de Farmacología y Toxicología de Beijing.

Este grupo encontró resultados positivos de reducción de presencia del virus en cultivos de laboratorio ante el uso de estos dos fármacos, el primero usado contra el ébola y el segundo contra la malaria. Concluyeron que «debido a que estos componentes han sido usados en pacientes humanos con un registro de seguridad y mostrado que pueden ser efectivos contra varios padecimientos, sugerimos que deberían ser evaluados en pacientes sufriendo la enfermedad del nuevo coronavirus».

Es decir, que debe ir a pruebas clínicas antes de recetarse oficialmente.

Estudio francés

Por su parte el estudio francés, liderado por Didier Raoult, aún en revisión y no aleatorio, administró 600 miligramos de hidroxycloroquina diarios por seis días a pacientes con diagnóstico positivo para Covid-19, midiendo su carga viral después de cada jornada. Algunos recibieron también azitromicina.

Según el documento, los 20 pacientes tratados mostraron una reducción significativa de la carga viral en comparación con que los 16 del grupo de control que no recibió medicamentos y mostraron también mucho menos tiempo como portadores que los indicados en la literatura. Y que agregar azitromicina fue más eficiente en la eliminación del virus.

Sin embargo, una revisión de Cocuyo Chequea al cuadro de resultados (página 22) permitió observar que de los 16 pacientes del grupo de control que no recibió medicamentos, dos dieron negativo al Covid-19 al final de los seis días. Ambos estaban antes asintomáticos. De los 14 que recibieron hidroxicloroquina, siete dieron negativo al virus y dos dieron con menor carga viral, pero cinco tuvieron igual o mayor carga. Y finalmente, los seis que recibieron ambos medicamentos dieron negativo al sexto día.

Autores admiten que a pesar de lo pequeña de su muestra, encontraron que los fármacos reducían la carga viral de forma eficiente.

Lea también: ¿Tomar ibuprofeno empeora el coronavirus COVID-19? #Coronavirusfacts

Los chequeos

La web Salud Con Lupa, una red de periodistas de salud en Latinoamérica, ha publicado un reportaje llamado «La evidencia que desmiente que el fármaco anunciado por Trump sea la cura para COVID-19», basado en el análisis científico de los estudios preliminares disponibles por parte de su aliado científico, Epistemonikos-una base de datos de investigaciones basadas en evidencia científica- junto al Grupo de Trabajo COVID-19 L·OVE.

En su pesquisa académica encontraron que la recomendación de la Comisión Nacional de Salud de la República Popular China de agregar la cloroquina en sus protocolos médicos se basó en una reunión de agencias del gobierno con 15 científicos que lideraban estudios al respecto que aún no tenían resultados, que seis de ellos fueron cancelados y sólo uno ha avanzado pero sin iniciar pruebas en humanos.

Sobre el estudio francés, que revelan que fue distribuido globalmente por Whatsapp antes de en publicaciones científicas, señalan que tiene claras limitaciones metodológicas para ser concluyentes. No cumple con mínimos estándares como para ser considerado para una revisión sistemática y no encontraron referentes similares en ninguno de los repositorios académicos ni científicos disponibles.

En otros idiomas

Como parte de la iniciativa global de la Red Internacional de Fact Checking (IFCN, en inglés), más de 45 organizaciones de factchecking y verificación han hecho más de mil notas de falsedades y mitos sobre el Covid-19, del cual extraemos las hechas en India, Nigeria y Francia sobre este tema.

FactCrescendo, de India, publicó dos notas, estableciendo que según Janet Díaz, Jefe de la Unidad de Cuidados Clínicos, dijo en rueda de prensa el 20 de febrero que no había pruebas que demostraran la efectividad de los antimaláricos para tratar el Covid-19. Y que la OMS publica en su web que aún no hay ningún tratamiento específico. En su segunda nota el sitio muestra una lista del 21 de marzo en que aparece la cloroquina, así como otros retrovirales y antibióticos que se han difundido como posibles tratamientos, en su fase de ensayo clínico y no aprobados aún por el ente multilateral.

El sitio nigerio Dubawa también verificó el anuncio, no sólo reportando con distintas fuentes que los estudios no eran definitivos sino rastreando el origen de la información en los medios China Science y Global Times. El primero es propiedad del periódico oficial del Partido Comunista de China y el segundo es considerado por Media Bias como extremadamente sesgado, distribuyendo teorías de conspiración y reportes con poca o nula reportería real.

También la agencia estatal de noticias de China, Xinhua, difundió que científicos chinos habían probado que la cloroquina era efectiva contra el nuevo coronavirus.

Finalmente la AFP publicó dos chequeos sobre los antimaláricos. No sólo desmontó una mentira sobre los estudios preliminares en China sino que entrevistó a un doctor en Nigeria que advirtió de una posible sobredosis de cloroquina si se toma 500 miligramos por ocho días así como la investigación policial sobre una página web clandestina en Reino Unido que ofrecía el medicamento para la venta.

Pseudociencia y propaganda

El estudio francés brincó a la palestra, desde el casi total desconocimiento, por el apoyo de varios emprendedores tecnológicos de Estados Unidos, ente ellos Michael Coudrey y el famoso creador de Tesla, Elon Musk.

Una nota de Inverse cuenta la historia del anonimato a la fama de este estudio preliminar. Todo empezó con un tuit de Musk con un enlace a un documento en Drive, con citas científicas, correos electrónicos y conversaciones telefónicas con científicos.

Fox News presentó el documento en su noticiero como si fuese un estudio científico. Uno de los co-autores, el abogado Gregory Rigano, fue entrevistado tres veces en el canal -con un sesgo a favor de Trump- para recomendar la cloroquina para tratar el Covid-19.

Rigano habló con Inverse y dijo que todo el crédito es de Raoult, el científico que lideró el estudio francés y asesor del gobierno francés para el Covid-19. Sin embargo, otro de los presuntos co-autores del documento tuiteado por Musk, el investigador Thomas Broker, ha pedido que su nombre sea borrado después de criticarlo como un «pasticho de estudios previos y noticias» en el cual fue incluido sin consulta.

Aún así, Rigano aparece como médico y principal investigador en la iniciativa www.covidtrial.io, que según es una iniciativa de «ciencia abierta» en la que ha reunido e intercambiado con otros médicos y científicos por diez años en una «organización descentralizada», asegurando que los propios investigadores probarán los medicamentos en ellos mismos para luego revelar los resultados al público general. Admite que eso está «fuera de la norma médica» así como lo certifican dos investigadores a Inverse, que recuerdan que las pruebas aleatorias son la regla de oro de estos ensayos clínicos.

Otros medios como The Huffington Post y Wired han contado historias similares, en las que figuras de medios de la derecha estadounidense han apoyado a Rigano y James Todaro, un inversor en blockchain y co-autor del documento en Drive, a pesar de los desmentidos de otros científicos y presuntos apoyos académicos que han sido negados.

Los tres medios coinciden en decir que, así como lo intentan otros científicos sobre la cloroquina, estos emprendedores podrían tener razón sobre la cloroquina pero erran en encontrar la forma de probarlo. Wired añade que irónicamente ya hay muchos médicos usándolo, no sólo porque existe desde hace 85 años, sino porque «no hay otra cosa».

La OMS

«Hay algunos indicios de que podría ser útil, pero no hay estudios claros y rigurosos que se hayan realizado para probar o refutar que la cloroquina es efectiva», ha explicado la científica principal de la OMS, Soumya Swaminatha, quien también indicó tres casos de sobredosis en Nigeria durante el fin de semana.

Por su parte, el director del organismo, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo durante la rueda de prensa diaria de la OMS del lunes 23 de marzo que “el uso de medicamentos no testados podría generar falsas esperanzas e incluso hacer más daño que bien y causar escasez de medicamentos que son necesarios para tratar otras enfermedades” y que la mejor respuesta será que la mayor cantidad de países se unen a los ensayos clínicos del organismo.

Veredicto

La falta de rigurosidad científica y metodológica, el desmentido de distintas agencias sanitarias de EEUU y los análisis académicos, revelan que no hay pruebas ni evidencias científicas sólidas que corroboren que la cloroquina y la hidroxicloroquina brinde resultados efectivos contra el coronavirus Covid-19.

Aún no hay ensayos clínicos concluyentes que puedan afirmar que funcione, el estudio chino publicado en Nature sólo fue probado en cultivos de laboratorio y el francés en una muestra mínima de 20 personas.

Por otro lado, la forma en que se ha distribuido la información, envuelta en intereses propagandísticos de parte de China, los presidentes de EEUU y Brasil, emprendedores sin certificaciones médicas o científicas o medios de dudosa confiabilidad señalan además que hay un interés no científico en posicionar este tipo de «curas».

El nuevo estudio publicado en The Lancet, el más grande del mundo hasta ahora y la suspensión de pruebas por parte de la OMS, revelan que la data muestra que en lugar de no ser efectivo, los antimaláricos podrían ser dañinos para muchos pacientes.

Por tanto, la información es falsa.

Lea también: Antimaláricos no aptos para el COVID-19