Rocío San Miguel: Ascensos en la Fanb profundizan incentivos de lealtad a Maduro

El exjefe de Operaciones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), general de división Alejandro Pérez Gámez, el teniente coronel de la GNB, Pedro Javier Zambrano Hernández y el sargento de dicho componente, Juan Carlos Monasterio Venegas, fueron condenados a 30 años de prisión por el intento de magnicidio contra Nicolás Maduro del 4 de agosto de 2018.

Mientras que Héctor Hernández Da Costa, general de Brigada, exjefe del Comando Antidrogas de la GNB y exjefe de Estado Mayor de la Región Capital de Defensa Integral (Redi), también recibió sentencia de 16 años de prisión por los mismos hechos.

A los de la línea Cabello

Para el teniente de la GNB , José Antonio Colina, hoy retirado y en el exilio y para el politólogo, experto en temas militares, Ricardo Sucre Heredia, las duras sentencias en el caso de los uniformados, a quienes acusaron de participar en los hechos del 4 de agosto de 2018, son un «mensaje» a quienes se atrevan a «conspirar» contra el poder político en Miraflores.

«Es un mensaje a los militares que se salgan del carril y especialmente a los que pertenecen a la línea de Diosdado Cabello porque Alejandro Pérez Gámez es chavista y alineado con Diosdado. Maduro ha ido execrando al chavismo originario y dentro de la Fuerza Armada los ha ido sacando de puestos de comando. Es un recordatorio de que les puede pasar lo mismo que a (Miguel) Rodríguez Torres, el general Baduel y ahora Pérez Gámez», sostuvo Colina.

El también presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), no duda de la inocencia de militares y políticos involucrados en el atentado ocurrido en la avenida Bolívar, durante el acto por el 81 aniversario de la GNB. Considera que el intento de magnicidio fue real, pero con otra fuente de origen.

«Hernández Da Costa siempre fue un militar institucional, con arraigo y fuerza moral y su único delito será no estar a favor del gobierno», acotó en declaraciones a Efecto Cocuyo.

A civiles también

En el caso de los condenados a 30 años, el fiscal designado por la Constituyente de 2017, Tarek William Saab especificó que fueron encontrados «culpables» por los delitos de traición a la patriahomicidio intencional calificado en grado de frustración en la persona del Presidente de la República, homicidio intencional calificado ejecutado con alevosía y por motivos fútiles en grado de frustración; y lanzamiento de artefacto explosivo en reuniones públicas.

Abogados defensores de 17 condenados, entre ellos el trío de militares, sostienen que las sentencias se produjeron sin pruebas reales de la culpabilidad de los implicados, por lo que se trataron de juicios políticos.

Sucre Heredia extiende el mensaje también a los civiles y «a todo aquel que conspire» dentro y fuera de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb): serán castigados con penas máximas.

El hecho de que las condenas se hayan producido al cumplirse tres años del intento de magnicidio, en pleno aniversario de la GNB, también es simbólico. Tres miembros de dicha fuerza fueron imputados por los hechos.

«Pudo tratarse de un regalo del Poder Judicial para adular a Maduro, para quien se trató de un hecho importante puesto que intentaron matarlo. Es un mensaje pero también el cierre de ese capítulo», señaló.

El politólogo tampoco duda de que los hechos de 4 de agosto fueran reales, pero considera que fue usado nuevamente por el chavismo como excusa para arremeter contra la oposición, sin pruebas, de allí que se responsabilice al dirigente de Primero Justicia, Julio Borges y se haya sentenciado a ocho años de prisión a Juan Requesens.

¿Hay o no descontento en la Fanb?

Sucre Heredia considera que el atentado con drones explosivos fue una «parada», al igual que lo fue, afirma, el asalto al fuerte Paramacay (Carabobo) en 2017, el intento de insurrección del 30 de abril de 2019 en La Carlota y la llamada Operación Gedeón, detectada en costas venezolanas en 2020.

«A diferencia del 4 de febrero de 1992 y el 11 de abril de 2002, estas operaciones no contaron con unidades militares ni equipos, es simplemente una parada a ver si otros se anotan. Hay descontento en la Fanb pero no hay una organización y la relación del Gobierno con la institución fluye bien», aseguró.

Al punto, sostuvo, que Maduro está escogiendo a qué actos militares asiste y a cuáles no. No asistió a los actos del 5 de julio ni al aniversario de la GNB pero, destaca «sí estuvo para ascender a sus generales» en el Panteón Nacional (4 de julio) y en la graduación de oficiales en la Academia militar (7 de julio) para que le «juraran lealtad» en persona.

«Me parece un error decir que Maduro no fue a los actos porque está asustado, la oposición debe entender mejor cómo es la relación Gobierno-Fanb. No quiere decir que no haya fricciones pero no tienen peso en estos momentos», agregó.

En este punto Colina difiere y señala que la ausencia de Maduro en los últimos actos militares demuestran que por “mucho que confíe” en Vladimir Padrino López, muestran que sabe que hay un sector de la Fanb que no está a favor de su Gobierno y que el ratificado ministro de la Defensa no los puede controlar.