El exnuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, se despidió del país este jueves 20 de mayo, tras su nombramiento como embajador del Vaticano ante la Unión Europea.
Desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, en La Guaira, el prelado confesó que «no es fácil para dejar Venezuela», en un mensaje que compartió con los miembros de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) antes de partir.
“El pueblo de Venezuela me ha robado el corazón… El servicio a la comunión en la Iglesia como países es un desafío, porque el diablo ataca la comunión. Por eso agradezco la comunión que he encontrado aquí en el episcopado venezolano», dijo Giordano en una nota de prensa que difundió la CEV.
Su nuevo cargo se dio a conocer a los pocos días de la beatificación del primer laico venezolano, el doctor José Gregorio Hernández, actos en los que tuvo una importante participación como representante del papa Francisco en el país.
Su paso por Venezuela fue largo. Francisco lo nombró nuncio apostólico a finales del año 2013. En febrero de 2014 asumió su cargo diplomático, en el que se mantuvo durante siete años hasta su nombramiento como nuncio en Bruselas.
Le tocó ser partícipe del diálogo que intentó El Vaticano entre el gobierno de Nicolás Maduro en el año 2016, pero que no rindió mayores frutos ni acercamiento entre el chavismo y sus adversarios.
En ese momento la entonces Mesa de la Unidad Democrática, en representación de la oposición, pidió incorporar a la Santa Sede en el diálogo, que participó sin éxito en esa primera jornada.
En ese entonces el cardenal Pietro Parolin, quien antes de Giordano fue el nuncio en Venezuela, dijo que las condiciones para una negociación eran la liberación de presos políticos, el abastecimiento de alimentos y medicinas, además de la restitución de todas las facultades de la Asamblea Nacional.
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Desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, en La Guaira, el prelado confesó que «no es fácil para dejar Venezuela», en un mensaje que compartió con los miembros de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) antes de partir.
“El pueblo de Venezuela me ha robado el corazón… El servicio a la comunión en la Iglesia como países es un desafío, porque el diablo ataca la comunión. Por eso agradezco la comunión que he encontrado aquí en el episcopado venezolano», dijo Giordano en una nota de prensa que difundió la CEV.
Su nuevo cargo se dio a conocer a los pocos días de la beatificación del primer laico venezolano, el doctor José Gregorio Hernández, actos en los que tuvo una importante participación como representante del papa Francisco en el país.
Su paso por Venezuela fue largo. Francisco lo nombró nuncio apostólico a finales del año 2013. En febrero de 2014 asumió su cargo diplomático, en el que se mantuvo durante siete años hasta su nombramiento como nuncio en Bruselas.
Le tocó ser partícipe del diálogo que intentó El Vaticano entre el gobierno de Nicolás Maduro en el año 2016, pero que no rindió mayores frutos ni acercamiento entre el chavismo y sus adversarios.
En ese momento la entonces Mesa de la Unidad Democrática, en representación de la oposición, pidió incorporar a la Santa Sede en el diálogo, que participó sin éxito en esa primera jornada.
En ese entonces el cardenal Pietro Parolin, quien antes de Giordano fue el nuncio en Venezuela, dijo que las condiciones para una negociación eran la liberación de presos políticos, el abastecimiento de alimentos y medicinas, además de la restitución de todas las facultades de la Asamblea Nacional.