Los últimos acontecimientos parecen indicar que el gobierno de Nicolás Maduro cumplirá su cometido de incorporar a más sectores a la mesa de negociaciones de México, en un intento de desplazar el protagonismo de la Plataforma Unitaria que acompaña a Juan Guaidó y diluir esfuerzos por resultados concretos.
Tras una reunión con enviados del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, Maduro manifestó su disposición a retornar al diálogo con la oposición, pero hizo énfasis en que debe ser «inclusivo» e incorporar a otros sectores.
¿A cuáles sectores se refiere el chavismo? En noviembre de 2021, el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2020, Jorge Rodríguez advirtió que debían ser incorporados a la mesa de México, movimientos políticos de la Alianza Democrática y Fuerza Vecinal (FV), con el argumento de que las elecciones regionales y municipales de 2021 habían arrojado «otra foto opositora».
«La Alianza Democrática está lista y exige participar, además de insistir en la necesidad de incorporar a otros actores, partidos legitimados el 21 de noviembre como Fuerza Vecinal (FV) y Alianza Lápiz, gremios, trabajadores, empresarios, para un diálogo verdaderamente inclusivo», ratifica el diputado de la oposición moderada en la AN de 2020, Luis Eduardo Martínez.
En declaraciones a Efecto Cocuyo, Martínez sostuvo que no hay necesidad de que las conversaciones se hagan en México y que pudieran darse dentro del territorio venezolano, igual con la mediación del Reino de Noruega y el acompañamiento de otros actores y observadores internacionales para acelerar el proceso y garantizar acuerdos concretos.
Rodríguez también mencionó a Alianza Lápiz, dirigida por Antonio Ecarri, quien quedó en segundo lugar, después de Carmen Meléndez, en la carrera por la Alcaldía de Caracas, el pasado 21 de noviembre. De hecho Ecarri declaró el 21 de febrero de 2022 que de reanudarse la negociación en México debían estar los actores surgidos de las regionales y sectores como el empresarial «y no fuerzas políticas que no representan a nadie y cuentan con un gran rechazo nacional».
Maduro anuncia «reformateo» del diálogo nacional y que continuará conversaciones con EEUU
Entre los actores surgidos de las regionales están los gobernadores del Zulia, Manuel Rosales (UNT), de Barinas, Sergio Garrido (MUD), de Cojedes, Alberto Galíndez (Alianza Democrática y de Nueva Esparta, Morel Rodríguez. Los mandatarios regionales no han exigido públicamente participación en México, pero sí se han reunido con Maduro y asistido al Consejo Federal de Gobierno.
Rosales aboga por el reinicio inmediato de las negociaciones, al igual que la dirigencia de Primero Justicia, sin referirse a la inclusión de otros actores. Mucho antes Guaidó y Gerardo Blyde, jefe de la delegación opositora en México, confirmaron que se realizaban esfuerzos para que la mesa se retomara cuanto antes.
La Alianza Democrática está conformada por Avanzada Progresista (AP) de Henri Falcón, Acción Democrática (AD) controlada por Bernabé Gutiérrez, Copei de Juan Carlos Alvarado, El Cambio de Javier Bertucci y Cambiemos de Timoteo Zambrano, organizaciones políticas con representación en la AN del 6Dic.
AP, El Cambio, Cambiemos, junto a Soluciones de Claudio Fermín y el Movimiento al Socialismo (MAS), también vienen de participar en la llamada «mesita» de diálogo nacional con el gobierno de Maduro de 2019, tras la cual acordaron presentar candidaturas en las cuestionadas elecciones parlamentarias de 2020.
A dicha alianza se sumó en las regionales del 21 noviembre del año pasado, Primero Venezuela y Venezuela Unida de los disidentes de Primero Justicia (PJ) José Brito y Luis Parra, así como dirigentes de Voluntad Popular (VP) que se prestaron para la intervención de la tolda por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la confiscación de la tarjeta electoral del partido de Guaidó.
En este último comportamiento también incurrieron Gutiérrez con AD, así como Parra y Brito con PJ, previo a las parlamentarias de 2020, por lo que son considerados por el sector de Guaidó como una «oposición aliada» a Miraflores.
AP, en voz del diputado de 2020, Luis Romero, dio a conocer en febrero que enviaron una carta a la Plataforma Unitaria en la que se plantea aumentar el número de integrantes de la delegación de oposición de nueve a diez, a razón de cuatro puestos para los partidos del G4 (UNT, AD de Henry Ramos Allup, VP de Guaidó y PJ) y seis distribuidos entre la Alianza Democrática, más Alianza Lápiz y FV.
Romero explicó que la solicitud se basa en los resultados electorales del 21 de noviembre, puesto que partidos distintos a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtuvieron 60 % de los votos opositores. La carta no ha recibido respuesta.
Al partido FV pertenecen los alcaldes de los municipios mirandinos de Chacao, Gustavo Duque, de Baruta, Darwin González, Josy Fernández de los Salias y Elías Sayegh de El Hatillo. También el exconcejal de Baruta, David Uzcátegui, quien compitió por la gobernación de dicho estado y llegó de segundo. La tolda postuló igualmente a Morel Rodríguez, quien ganó las elecciones de gobernador en el estado Nueva Esparta. Ellos tampoco han demandado ir a México.
De concretarse la participación de tales actores, ya no sería la Plataforma Unitaria, encabezada por Blyde, la única representante de la oposición en la mesa, a los ojos del chavismo.
«La exigencia (de incorporar a otros actores) de entrada, denota que el chavismo no está dispuesto a tener resultados en la mesa de negociaciones, porque está demostrado que mientras más actores, la posibilidad de lograr acuerdos baja», advierte el politólogo Enderson Sequera a Efecto Cocuyo.
El consultor político señala que tocará a la Plataforma Unitaria decidir si acepta la incorporación que incluye a quienes se tildan de «alacranes». Si la respuesta es negativa, indica, Maduro podría llamar de nuevo a un «diálogo nacional» a su medida, tal como lo ha hecho con cada fracaso de negociaciones desde República Dominicana, con el argumento de que la oposición, en este caso liderada Guaidó, no quiere participar.
Alerta que al hablar de diálogo nacional tal como lo hizo en su alocución del lunes 7 de marzo, Maduro pudo referirse entre líneas a dicho escenario fuera de México, con una oposición que no les incómoda y que además pide levantamiento de sanciones internacionales.
«Con la incorporación de otros actores reconocidos por Maduro como oposición y el canal directo entre Maduro y EEUU, Guaidó queda muy debilitado. Si la Plataforma Unitaria decide no participar, Maduro puede usar a los cuatro gobernadores (Zulia, Barinas, Cojedes y Nueva Esparta) para darle credibilidad a esa nueva mesa porque fueron elegidos en sus estados como oposición», estima.
Manuel Rosales pide ponerle fecha al reinicio de negociaciones en México
Para Martínez, las negociaciones que empezaron en agosto de 2021 y se interrumpieron apenas dos meses más tarde, no lograron resultados precisamente porque faltaba gente en la mesa y porque las partes que intervinieron se mantuvieron en exigencias máximas, es decir, la celebración de presidenciales por un lado y la negativa a realizarlas por parte del chavismo.
«Parece que ya se aceptó, incluyendo a EEUU y la Unión Europea, que las presidenciales serán en 2024, mientras tanto debemos concentrarnos en la recuperación económica de Venezuela», subraya.
A su juico, el objetivo de Miraflores de desplazar a Guaidó de la mesa y de cualquier otro escenario como interlocutor, guste o no, ya se cumplió, porque hasta EEUU terminó de reconocer, afirma, que Maduro es quien ostenta el poder y con quien debe negociar la compra de petróleo.
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Los últimos acontecimientos parecen indicar que el gobierno de Nicolás Maduro cumplirá su cometido de incorporar a más sectores a la mesa de negociaciones de México, en un intento de desplazar el protagonismo de la Plataforma Unitaria que acompaña a Juan Guaidó y diluir esfuerzos por resultados concretos.
Tras una reunión con enviados del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, Maduro manifestó su disposición a retornar al diálogo con la oposición, pero hizo énfasis en que debe ser «inclusivo» e incorporar a otros sectores.
¿A cuáles sectores se refiere el chavismo? En noviembre de 2021, el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2020, Jorge Rodríguez advirtió que debían ser incorporados a la mesa de México, movimientos políticos de la Alianza Democrática y Fuerza Vecinal (FV), con el argumento de que las elecciones regionales y municipales de 2021 habían arrojado «otra foto opositora».
«La Alianza Democrática está lista y exige participar, además de insistir en la necesidad de incorporar a otros actores, partidos legitimados el 21 de noviembre como Fuerza Vecinal (FV) y Alianza Lápiz, gremios, trabajadores, empresarios, para un diálogo verdaderamente inclusivo», ratifica el diputado de la oposición moderada en la AN de 2020, Luis Eduardo Martínez.
En declaraciones a Efecto Cocuyo, Martínez sostuvo que no hay necesidad de que las conversaciones se hagan en México y que pudieran darse dentro del territorio venezolano, igual con la mediación del Reino de Noruega y el acompañamiento de otros actores y observadores internacionales para acelerar el proceso y garantizar acuerdos concretos.
Rodríguez también mencionó a Alianza Lápiz, dirigida por Antonio Ecarri, quien quedó en segundo lugar, después de Carmen Meléndez, en la carrera por la Alcaldía de Caracas, el pasado 21 de noviembre. De hecho Ecarri declaró el 21 de febrero de 2022 que de reanudarse la negociación en México debían estar los actores surgidos de las regionales y sectores como el empresarial «y no fuerzas políticas que no representan a nadie y cuentan con un gran rechazo nacional».
Maduro anuncia «reformateo» del diálogo nacional y que continuará conversaciones con EEUU
Entre los actores surgidos de las regionales están los gobernadores del Zulia, Manuel Rosales (UNT), de Barinas, Sergio Garrido (MUD), de Cojedes, Alberto Galíndez (Alianza Democrática y de Nueva Esparta, Morel Rodríguez. Los mandatarios regionales no han exigido públicamente participación en México, pero sí se han reunido con Maduro y asistido al Consejo Federal de Gobierno.
Rosales aboga por el reinicio inmediato de las negociaciones, al igual que la dirigencia de Primero Justicia, sin referirse a la inclusión de otros actores. Mucho antes Guaidó y Gerardo Blyde, jefe de la delegación opositora en México, confirmaron que se realizaban esfuerzos para que la mesa se retomara cuanto antes.
La Alianza Democrática está conformada por Avanzada Progresista (AP) de Henri Falcón, Acción Democrática (AD) controlada por Bernabé Gutiérrez, Copei de Juan Carlos Alvarado, El Cambio de Javier Bertucci y Cambiemos de Timoteo Zambrano, organizaciones políticas con representación en la AN del 6Dic.
AP, El Cambio, Cambiemos, junto a Soluciones de Claudio Fermín y el Movimiento al Socialismo (MAS), también vienen de participar en la llamada «mesita» de diálogo nacional con el gobierno de Maduro de 2019, tras la cual acordaron presentar candidaturas en las cuestionadas elecciones parlamentarias de 2020.
A dicha alianza se sumó en las regionales del 21 noviembre del año pasado, Primero Venezuela y Venezuela Unida de los disidentes de Primero Justicia (PJ) José Brito y Luis Parra, así como dirigentes de Voluntad Popular (VP) que se prestaron para la intervención de la tolda por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la confiscación de la tarjeta electoral del partido de Guaidó.
En este último comportamiento también incurrieron Gutiérrez con AD, así como Parra y Brito con PJ, previo a las parlamentarias de 2020, por lo que son considerados por el sector de Guaidó como una «oposición aliada» a Miraflores.
AP, en voz del diputado de 2020, Luis Romero, dio a conocer en febrero que enviaron una carta a la Plataforma Unitaria en la que se plantea aumentar el número de integrantes de la delegación de oposición de nueve a diez, a razón de cuatro puestos para los partidos del G4 (UNT, AD de Henry Ramos Allup, VP de Guaidó y PJ) y seis distribuidos entre la Alianza Democrática, más Alianza Lápiz y FV.
Romero explicó que la solicitud se basa en los resultados electorales del 21 de noviembre, puesto que partidos distintos a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtuvieron 60 % de los votos opositores. La carta no ha recibido respuesta.
Al partido FV pertenecen los alcaldes de los municipios mirandinos de Chacao, Gustavo Duque, de Baruta, Darwin González, Josy Fernández de los Salias y Elías Sayegh de El Hatillo. También el exconcejal de Baruta, David Uzcátegui, quien compitió por la gobernación de dicho estado y llegó de segundo. La tolda postuló igualmente a Morel Rodríguez, quien ganó las elecciones de gobernador en el estado Nueva Esparta. Ellos tampoco han demandado ir a México.
De concretarse la participación de tales actores, ya no sería la Plataforma Unitaria, encabezada por Blyde, la única representante de la oposición en la mesa, a los ojos del chavismo.
«La exigencia (de incorporar a otros actores) de entrada, denota que el chavismo no está dispuesto a tener resultados en la mesa de negociaciones, porque está demostrado que mientras más actores, la posibilidad de lograr acuerdos baja», advierte el politólogo Enderson Sequera a Efecto Cocuyo.
El consultor político señala que tocará a la Plataforma Unitaria decidir si acepta la incorporación que incluye a quienes se tildan de «alacranes». Si la respuesta es negativa, indica, Maduro podría llamar de nuevo a un «diálogo nacional» a su medida, tal como lo ha hecho con cada fracaso de negociaciones desde República Dominicana, con el argumento de que la oposición, en este caso liderada Guaidó, no quiere participar.
Alerta que al hablar de diálogo nacional tal como lo hizo en su alocución del lunes 7 de marzo, Maduro pudo referirse entre líneas a dicho escenario fuera de México, con una oposición que no les incómoda y que además pide levantamiento de sanciones internacionales.
«Con la incorporación de otros actores reconocidos por Maduro como oposición y el canal directo entre Maduro y EEUU, Guaidó queda muy debilitado. Si la Plataforma Unitaria decide no participar, Maduro puede usar a los cuatro gobernadores (Zulia, Barinas, Cojedes y Nueva Esparta) para darle credibilidad a esa nueva mesa porque fueron elegidos en sus estados como oposición», estima.
Manuel Rosales pide ponerle fecha al reinicio de negociaciones en México
Para Martínez, las negociaciones que empezaron en agosto de 2021 y se interrumpieron apenas dos meses más tarde, no lograron resultados precisamente porque faltaba gente en la mesa y porque las partes que intervinieron se mantuvieron en exigencias máximas, es decir, la celebración de presidenciales por un lado y la negativa a realizarlas por parte del chavismo.
«Parece que ya se aceptó, incluyendo a EEUU y la Unión Europea, que las presidenciales serán en 2024, mientras tanto debemos concentrarnos en la recuperación económica de Venezuela», subraya.
A su juico, el objetivo de Miraflores de desplazar a Guaidó de la mesa y de cualquier otro escenario como interlocutor, guste o no, ya se cumplió, porque hasta EEUU terminó de reconocer, afirma, que Maduro es quien ostenta el poder y con quien debe negociar la compra de petróleo.