Obispos llaman a un pacto educativo en el inicio del nuevo año escolar
Obispos llaman a un pacto educativo en el inicio del nuevo año escolar Credit: Referencial

La Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) llamó a la creación de un pacto educativo que “involucre a todos, que ponga sobre la mesa el tema educativo no solo en el ámbito docente y familiar, sino también en el proyecto de gobierno”.

Su posición la expresaron en un comunicado este miércoles, 16 de septiembre, tras el inicio del año escolar 2020-2021 que se realizará de forma virtual ante la pandemia del coronavirus en Venezuela desde el pasado 13 de marzo.

Por ello propusieron “alianzas educativas que hagan constituir a Venezuela en una Aldea Educativa, en una Sociedad Educadora, sembrando pequeñas iniciativas de compromiso y acompañamiento educativo, iniciando por la familia y que se nutra de las ganas compartidas de reconstruir el tejido social”.

Consideraron que el Estado venezolano debe tener un verdadero compromiso con la educación y que involucre a actores como la familia, estudiantes, docentes, iglesias, medios de comunicación social, academias, empresa privada, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.

En el documento que firma el presidente de la Comisión de Educación de la CEV, monseñor Juan Peña Rojas, se enumeran las carencias del sector educativo en el país.

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Nuevos excluidos

Una de ellas es el deterioro de la infraestructura escolar que con la ausencia de las aulas por la cuarentena y el coronavirus, ha significado un deterioro mayor como lo que ocurrió en el techo de la Universidad Central de Venezuela o la quema de la biblioteca de la Universidad de Oriente (UDO) en el estado Sucre.

“La infraestructura en todos los subsistemas de la educación, principalmente en aquellos con dependencia estadal, se encuentran en decadencia por la falta de cuidado y mantenimiento,
además de hurtos y vandalismo contra las instalaciones”, recordaron.

Mencionaron que con la educación a distancia o telemática hay “nuevos excluidos”. Tanto estudiantes como docentes que no tienen la capacidad para conexión a internet por la realidad económica de la población venezolana en general.

“La falta de recursos económicos y tecnológicos, de una parte considerable de la población, unido al deterioro de los servicios de telefonía e internet, aumentan la exclusión del sistema, los ‘desconectados’ se convierten en los nuevos excluidos y si ya se contaba con una gran parte de la población que en otras circunstancias no lograban la prosecución de los estudios, el Covid-19 ha puesto en evidencia que la brecha existe y crece cada vez más”.

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Diálogo con los docentes

Sobre la realidad de los docentes citaron los salarios que calificaron como “paupérrimo y hambreador”, al no garantizar las condiciones mínimas de subsistencia para ellos.

“Los docentes son igualmente víctimas de la crisis humanitaria compleja que vive el pueblo venezolano. El salario de nuestros docentes no cubre ni siquiera lo mínimo que establecen los
indicadores mundiales para considerar que por lo menos se encuentren en pobreza extrema”, recordaron.

Por eso insistieron al Ministerio de Educación una consulta amplia con todos los docentes, a los que llamaron “héroes” por subsidiar la Educación en el país, que por mandato constitucional es gratuita.

Pacto educativo global

Reconocieron el dilema ante el inicio del nuevo año escolar; primero por la necesidad de que continúe el proceso formativo de millones de estudiantes, pero ante las circunstancias actuales donde el COVID-19, las fallas de gasolina, el salario de los docentes y la emergencia humanitaria compleja, hacerlo también implica riesgos.

“Ante las circunstancias que hoy vivimos y en virtud de tener la valentía de colocar a toda persona, en el centro del proceso educativo, se hace imperioso replantearse lo viable o no de la apertura de un año académico sin tomar en cuenta las graves deficiencias que hoy tenemos y el impacto negativo que eso supone para la gran mayoría de los que ya están y los que iniciarán por primera vez su proceso de formación; o mostrando unos supuestos recursos inexistentes o deficientes en la realidad”.

Por esto insistieron en un pacto educativo global donde se tomen en cuenta a todos los actores involucrados y la sociedad venezolana en general para conocer sus realidades y poner en práctica soluciones conjuntas.

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