El 24 de marzo el gobernante Nicolás Maduro anunció el regreso general a clases presenciales en todo el país; es decir, de lunes a viernes, después de dos años de pandemia por COVID-19.
De clases a distancia -marcadas por fallas de internet y la falta de acceso de los docentes a dispositivos inteligentes por los bajos sueldos- se pasó a la modalidad semipresencial y por grupos, dos o cuatro días a la semana, que dependía de la institución educativa o si era pública o privada. Esto, a medida que avanzó la vacunación de niños, niñas y adolescentes de básica y media general.
A continuación algunas claves de la «normalización» de clases en escuelas, liceos y universidades del territorio nacional ordenado por el Ejecutivo, a partir de este lunes 28 de marzo.
El gobierno nacional toma la decisión en momentos en el que la Comisión Presidencial del COVID-19 emite balances diarios con cifras menores a 100 infecciones. Este sábado 26 de marzo se reportaron solo 39 casos confirmados en todo el país y un deceso.
El 22 de marzo, Maduro aseguró que se llegó a 102% de la meta de vacunación de los mayores de 18 años y que se ha inmunizado a 56 % de los niños, niñas y adolescentes entre 2 y 17 años de edad.
El regreso general a las aulas aplica a todos los niveles del sistema educativo, desde preescolar hasta las universidades, a partir de este lunes 28 de marzo.
Sin embargo, algunas instituciones educativas privadas en Caracas y Bolívar informaron a los padres y representantes que en la culminación del segundo momento pedagógico (II lapso) el horario continuará dos veces a la semana por grupos y con el tercer momento es que comenzará a regir la modalidad de asistencia diaria, es decir, después de Semana Santa.
Otros recintos educativos públicos del oeste de Caracas como la Escuela Luis Padrino, de la avenida San Martín, indicaron que los alumnos deberán asistir a partir del lunes 4 de abril.
Maduro giró instrucciones a la ministra de Educación, Yelitze Santaella y la directora de la Fundación de Edificaciones de Dotaciones Educativas (Fede) para que se ejecuten los trabajos de mejoras de la planta física de escuelas y liceos, a través del programa «Una gota de amor para mi escuela», cuyos recurso, aseguró sin especificar monto, ya fueron aprobados.
Esta misma directriz la dio al inicio del año escolar 2021-2022 en octubre de 2021, lo que da a entrever que no todas las instituciones se repararon antes de comenzar ni después de que inició el nuevo año académico.
El anuncio del mandatario se hizo el mismo día en que gremios y sindicatos de docentes venezolanos rechazaron públicamente el ajuste salarial anunciado por el Ministerio de Educación el pasado 22 de marzo.
Según la nueva tabla salarial, un docente de sexto nivel (con postgrado y más de 21 años de servicio) que trabaje 53 horas a la semana pasaría a ganar 600,89 bolívares, lo equivalente a 139,7 dólares al cambio. Esta es la mayor remuneración de la lista. Hasta marzo, el sueldo que ganaba un maestro venezolano no superaba los cinco dólares (entre 30,00 y 31,00 bolívares).
Los gremios insisten en que con el incremento se violenta el contrato colectivo y no corresponde con la realidad del país. También denunciaron que la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) realizó una reducción de las primas en más de un 50 %.
Los bajos salarios han incrementado la deserción y salida del país de profesionales de la enseñanza. Desde la Federación Venezolana de Maestros (FVM), principal gremio docente del país, se reporta que 100.000 docentes han abandonado el sistema educativo desde 2015.
Algunos padres y representantes de la escuela Luis Padrino piden que con el reinicio de clases de lunes a viernes, exista alguna flexibilización en cuanto al uso del uniforme escolar, ante la imposibilidad de algunos padres de comprar la indumentaria necesaria para los cinco días de la semana, por razones económicas. También se aspira a que se reactiven los comedores escolares.
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De clases a distancia -marcadas por fallas de internet y la falta de acceso de los docentes a dispositivos inteligentes por los bajos sueldos- se pasó a la modalidad semipresencial y por grupos, dos o cuatro días a la semana, que dependía de la institución educativa o si era pública o privada. Esto, a medida que avanzó la vacunación de niños, niñas y adolescentes de básica y media general.
A continuación algunas claves de la «normalización» de clases en escuelas, liceos y universidades del territorio nacional ordenado por el Ejecutivo, a partir de este lunes 28 de marzo.
El gobierno nacional toma la decisión en momentos en el que la Comisión Presidencial del COVID-19 emite balances diarios con cifras menores a 100 infecciones. Este sábado 26 de marzo se reportaron solo 39 casos confirmados en todo el país y un deceso.
El 22 de marzo, Maduro aseguró que se llegó a 102% de la meta de vacunación de los mayores de 18 años y que se ha inmunizado a 56 % de los niños, niñas y adolescentes entre 2 y 17 años de edad.
El regreso general a las aulas aplica a todos los niveles del sistema educativo, desde preescolar hasta las universidades, a partir de este lunes 28 de marzo.
Sin embargo, algunas instituciones educativas privadas en Caracas y Bolívar informaron a los padres y representantes que en la culminación del segundo momento pedagógico (II lapso) el horario continuará dos veces a la semana por grupos y con el tercer momento es que comenzará a regir la modalidad de asistencia diaria, es decir, después de Semana Santa.
Otros recintos educativos públicos del oeste de Caracas como la Escuela Luis Padrino, de la avenida San Martín, indicaron que los alumnos deberán asistir a partir del lunes 4 de abril.
Maduro giró instrucciones a la ministra de Educación, Yelitze Santaella y la directora de la Fundación de Edificaciones de Dotaciones Educativas (Fede) para que se ejecuten los trabajos de mejoras de la planta física de escuelas y liceos, a través del programa «Una gota de amor para mi escuela», cuyos recurso, aseguró sin especificar monto, ya fueron aprobados.
Esta misma directriz la dio al inicio del año escolar 2021-2022 en octubre de 2021, lo que da a entrever que no todas las instituciones se repararon antes de comenzar ni después de que inició el nuevo año académico.
El anuncio del mandatario se hizo el mismo día en que gremios y sindicatos de docentes venezolanos rechazaron públicamente el ajuste salarial anunciado por el Ministerio de Educación el pasado 22 de marzo.
Según la nueva tabla salarial, un docente de sexto nivel (con postgrado y más de 21 años de servicio) que trabaje 53 horas a la semana pasaría a ganar 600,89 bolívares, lo equivalente a 139,7 dólares al cambio. Esta es la mayor remuneración de la lista. Hasta marzo, el sueldo que ganaba un maestro venezolano no superaba los cinco dólares (entre 30,00 y 31,00 bolívares).
Los gremios insisten en que con el incremento se violenta el contrato colectivo y no corresponde con la realidad del país. También denunciaron que la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) realizó una reducción de las primas en más de un 50 %.
Los bajos salarios han incrementado la deserción y salida del país de profesionales de la enseñanza. Desde la Federación Venezolana de Maestros (FVM), principal gremio docente del país, se reporta que 100.000 docentes han abandonado el sistema educativo desde 2015.
Algunos padres y representantes de la escuela Luis Padrino piden que con el reinicio de clases de lunes a viernes, exista alguna flexibilización en cuanto al uso del uniforme escolar, ante la imposibilidad de algunos padres de comprar la indumentaria necesaria para los cinco días de la semana, por razones económicas. También se aspira a que se reactiven los comedores escolares.