La crisis económica se agravará y la escasez de divisas se acentuará tras las nuevas sanciones. La Orden Ejecutiva del 5 de agosto, firmada por el presidente Donald Trump afecta directamente al Gobierno venezolano, pero también golpea los ya mermados ingresos en divisas del país.
Francisco Rodríguez, economista y director de la consultora Torino Economics, precisa que el problema fundamental del país es su incapacidad para generar ingresos en divisas y, por ende, sus dificultades para pagar importaciones.
Ello principalmente por la caída en la producción petrolera, que no alcanza ni siquiera el millón de barriles diarios, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).

De hecho, de acuerdo con las cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), los ingresos por exportaciones representaron apenas $33.677 millones en 2018, tres veces menos que su pico en 2012, de $97.877 millones. Mientras que las importaciones fueron solo $14.866 millones el año pasado; mucho menos que su tope de $65.951 millones hace seis años.
“En la medida en que se vea limitada la capacidad del Gobierno de exportar, entonces habrá menos dinero para pagar las importaciones y habrá menos alimentos y medicinas”, dijo el economista en conversación telefónica con Efecto Cocuyo.
A pesar de que una excepción de la Orden Ejecutiva permite operaciones relacionadas a los alimentos, medicinas y vestimenta, Rodríguez descarta que dichas transacciones puedan realizarse sin contratiempos.
“Importar alimentos y comida puede seguir siendo legal, pero si exportar el petróleo que necesitas para poder pagar los alimentos y comida se restringe, entonces tendrás menos dinero para comprarla”, asegura.
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Aumento de los riesgos operacionales
A juicio de Rodríguez, las nuevas sanciones se extienden también hasta el sector privado. Si bien la medida solo incluye al Gobierno de Maduro y sus instituciones, causa que las empresas o entidades financieras internacionales que tengan relaciones comerciales en Venezuela deban aumentar sus labores de contraloría sobre cualquier operación.
“Deben averiguar el origen del dinero o si esa empresa (con la que mantienen relaciones) no actúa como un instrumento del Gobierno (de Nicolás Maduro)”, explicó el especialista.
Esto fomenta mayor cautela y precaución en cualquier transacción, lo cual conlleva mayores gastos y, en algunos casos, conduce a los entes extranjeros a no seguir operando o disminuir sus relaciones con compañías y particulares venezolanos. Rodríguez definió este fenómeno como el “sobrecumplimiento” de contratos.
“Dado el papel que desempeña el Estado en la economía de Venezuela, la mayoría de las empresas tienen un grado significativo de interacción con el Gobierno del país. Esto impone una tarea desalentadora para cualquier entidad financiera que intente identificar si alguna empresa se está utilizando como canal para transacciones gubernamentales”, precisa un documento publicado por Torino Economics.
A las sanciones primarias, que son las que restringen las relaciones de empresas estadounidenses con Venezuela, también se le suman las secundarias, donde se prohíbe lo mismo pero a empresas de otros países.
A pesar de que el Gobierno norteamericano no puede obligar a suspender las relaciones en este caso, sí puede amenazar a esas compañías con bloquear activos en EEUU.
“Esta Orden Ejecutiva amplía las facultades del Gobierno estadounidense de aplicar restricciones”, señala Rodríguez haciendo referencia a las advertencias que hizo hoy John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, sobre quienes ayuden a mantener a Maduro en el poder.
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¿Embargo o bloqueo?
Un embargo petrolero que data desde enero de este año con las sanciones sobre Pdvsa. Eso es lo que considera Rodríguez que afronta el país en los últimos meses, y que se exacerbará próximamente.
El pasado 28 de enero el Departamento del Tesoro implementó una restricción contra empresas o particulares estadounidenses de participar en la compra y venta de petróleo, o sus productos derivados, que involucraran a Venezuela. Así fue y las exportaciones de crudo venezolano a EEUU cayeron a cero en apenas semanas.
Sin embargo, a diferencia de aquel momento, ahora la administración de Donald Trump también amenazó directamente con sanciones a todo aquel Gobierno o compañía extranjera que brinde asistencia al régimen de Maduro. Por lo cual, si antes fue una advertencia, actualmente hay más riesgos.
“No es un bloqueo, porque no se impide que entren bienes”, especifica Rodríguez. En este punto se encuentra, afirma, una de las principales diferencias con el bloqueo económico impuesto por EEUU hacia Cuba. No obstante, en lo que sí coinciden es en que ambos casos de sanciones son dirigidos al Gobierno del país.
Por su parte, Citgo, la filial más preciada de Venezuela en el extranjero, quedó protegida de cualquier posibilidad de embargo por parte de los acreedores de la deuda externa del país, específicamente del bono Pdvsa2020.
“Ahora hay una nueva Orden Ejecutiva (la del 5 de agosto), que impide el traspaso de recursos. En este momento los tenedores de bono Pdvsa 2020 no pueden hacerse con los activos de Citgo (en caso de impago)”, detalló el economista.
Cronología de las sanciones económicas a empresas del Estado venezolano (interactivo)
Foto principal: AFP