Aunque a un menor ritmo, la producción petrolera de Venezuela sigue en caída. Los datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) revelan que la extracción de crudo del país se mantiene a la baja, pese a los anuncios y llamados del Gobierno nacional de revertir la situación.

Para el mes de junio la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) apenas produjo 734.000 barriles diarios, lo cual representa un descenso de 16.000 b/d con respecto a mayo, según las fuentes secundarias del organismo internacional.

No obstante, las autoridades nacionales reportan una cifra diferente. Durante el mismo período, la administración de Nicolás Maduro informó que la producción se ubicó en 1.047.000 barriles diarios.

Si bien los datos presentan diferencias, ambas fuentes coinciden en que la extracción de crudo venezolano sigue bajando.

En total, en los últimos seis años el país ha perdido más de la mitad de su producción de petróleo. Caída que se aceleró a partir del año 2017, cuando las disminuciones comenzaron a ser de mayores dimensiones.

Solo entre junio de 2018 y junio de este año, Pdvsa pasó de producir más de un millón de barriles diarios a menos de eso. En ese lapso perdió casi 500.000 barriles, de acuerdo con ambas fuentes.

Exportaciones comprometidas

El problema ya no es solo la baja producción de crudo del país, sino que también afecta sus exportaciones e ingresos en divisas. Así lo reflejan las estimaciones de la consultora Ecoanalítica, que señala sobre la mayor dependencia de Venezuela hacia países como Rusia o China.

De los alrededor de 750 mil barriles que extrae el país, poco más de la mitad son los capaces de generar flujo de caja a Pdvsa. Es decir, no toda la producción petrolera se traduce en ingresos en divisas.

En el caso venezolano, una parte de la producción petrolera se usa para pagar deudas internacionales; otra porción en convenios políticos; y una última parte se destina para el consumo interno, donde los períodos de escasez de combustible se volvieron constantes, especialmente en el interior del país.

Como respuesta al descenso petrolero, el Gobierno nacional recurre a otras fuentes de financiamiento. Entre ellas se encuentra la extracción y exportación de oro y minerales que, según reportes de la agencia Reuters, son canjeados en el extranjero por alimentos u otros productos.

Ecoanalítica suma a este escenario el tráfico de narcóticos, que calculan genera una renta aproximada de $2.600 millones, y el contrabando de gasolina, que estiman en unos $1.800 millones al año.

Maduro vendió 7,4 toneladas de oro venezolano en África según diario de EEUU

Foto principal: Reuters

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