Nuevo tratamiento alternativo en Venezuela, aunque sin efectos comprobados. El Centro Nacional del Ozono (Cenaoz) fue inaugurado el pasado 17 de enero por la administración de Nicolás Maduro, gestión que busca opciones para paliar el impacto del COVID-19 en el país.
El pasado domingo, el mandatario aseguró que el tratamiento serviría como una terapia curativa complementaria y preventiva para el nuevo coronavirus. También pidió masificar su aplicación, empezando por los centros de diagnóstico integral comunitarios (CDI).
Desde hace varios meses, la gestión de Maduro se ha interesado por el tratamiento. A continuación, las claves de este acercamiento y cómo se relaciona con el COVID-19.
El 13 de septiembre de 2020, el mandatario anunció la creación del Cenaoz, que sería dirigido por el médico Luis Fernando Ojeda Arenas. El centro tendrá cuatro funciones principales: aplicar la ozonoterapia en “todas sus modalidades”, formar e investigar sobre ozonoterapia; registrar y certificar profesionales y contar con capacidad industrial para producir derivados del ozono.
El mandatario indicó que se trata de “un paso” para profundizar las pruebas y las prácticas de ozonoterapia, con el fin de elevar el uso científico del ozono para la salud.
Uno de los países que puso la ozonoterapia de nuevo en el foco fue Cuba. Medios nacionales e internacionales reseñaron que Cuba empezaría a tratar a pacientes con COVID-19 con ozonoterapia vía rectal, tratamiento desarrollado por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (Cnic).
Expuso los hallazgos en la reunión con el presidente Miguel Díaz-Canel en el Palacio de la Revolución.A juicio de la vocera, se evidenció que la ozonoterapia en conjunto con el tratamiento convencional de COVID-19 incrementó 40% el número de pacientes con prueba PCR negativa al quinto día, lo que redujo la estancia hospitalaria.
La red hospitalaria española Hospiten explica que la ozonoterapia consiste en la aplicación de ozono médico (máximo 5% de ozono y 95% de oxígeno) para mejorar el funcionamiento de los tejidos. Dicen que el ozono tiene propiedades antisépticas, analgésicas y antiinflamatorias.
Se usa para tratar problemas circulatorios, retardos en la cicatrización y más.Sin embargo, otras fuentes consultadas por medios internacionales califican la ozonoterapia como un “pseudotratamiento” sin pruebas científicas que avalen sus efectos terapéuticos, incluso más allá del COVID-19.
El portal de fact-checking español, Maldita.es, explica que la ozonoterapia se basa en la premisa de que enfermedades como el cáncer o el alzhéimer se dan por una deficiencia de oxígeno en los tejidos y que el ozono puede destruir las células tumorales. En la práctica, se insufla gas de ozono en el interior de la persona, a veces por vía rectal o vaginal.
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