El Gobierno de Estados Unidos ha concluido que la efectividad de las vacunas contra el COVID-19 disminuye con el paso del tiempo tras recibir las primeras dosis.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) explicó este miércoles en un comunicado conjunto con los principales expertos médicos del Ejecutivo que así lo demuestra la información que manejan.
«Los datos disponibles dejan muy claro que la protección contra la infección de SARS-CoV-2 empieza a disminuir tras las dosis iniciales de las vacunas, y en asociación con el predominio de la variante delta, estamos empezando a ver pruebas de una reducción de la protección contra la enfermedad leve y moderada», indicó.
La directora de los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU), Rochelle Walensky, indicó que existen estudios que demuestran que la efectividad de las vacunas decrece con el tiempo y citó varios análisis llevados a cabo en EE.UU.
«Pese a que nuestras vacunas están funcionando actualmente bien para evitar hospitalizaciones, estamos viendo pruebas preocupantes de un declive de la efectividad de la vacuna con el tiempo. Además, hay informes de nuestros colegas internacionales, como en Israel, que sugieren un riesgo aumentado de que haya una enfermedad grave entre los primeros vacunados», dijo Walensky.
Ante este riesgo, el principal epidemiólogo del Gobierno de EE.UU., Anthony Fauci, aclaró que los niveles de anticuerpos en las personas vacunadas se reducen con el tiempo.
«Los mayores niveles de anticuerpos están asociados con mayores niveles de eficacia de la vacuna», apuntó Fauci, al tiempo que consideró que es posible que una mayor protección frente a la variante delta requiera de más anticuerpos.
«Y un refuerzo de la inmunización con ARN mensajero (la tecnología empleada para desarrollar las vacunas de Pfizer y de Moderna) – añadió- multiplica los niveles de anticuerpos como mínimo por diez y probablemente más».
EE.UU. también anticipa que es posible que necesiten recibir una dosis adicional aquellas personas que han recibido la vacuna de Johnson & Johnson (J&J), que es monodosis.
En ese sentido, detallaron que el suero de J&J no comenzó a administrarse en EE.UU. hasta marzo de 2021 (el de Pfizer fue el primero en recibir aprobación y comenzó a administrarse en diciembre pasado) y están esperando recibir más datos en las próximas semanas para decidir si es necesaria una dosis adicional.
Actualmente hay tres vacunas con autorización de uso de emergencia en EE.UU.: las de Pfizer, Moderna y J&J.
Las de Pfizer y Moderna emplean tecnología de ARN mensajero, que es una especie de código que la vacuna entrega a las células. Dicho código sirve como un manual de instrucciones para que el sistema inmune del vacunado aprenda a reconocer el coronavirus y lo ataque.
Sueros como el de J&J utilizan un adenovirus, que es un virus «desactivado» que manda instrucciones al cuerpo del vacunado para combatir la covid-19.
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El Gobierno de Estados Unidos ha concluido que la efectividad de las vacunas contra el COVID-19 disminuye con el paso del tiempo tras recibir las primeras dosis.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) explicó este miércoles en un comunicado conjunto con los principales expertos médicos del Ejecutivo que así lo demuestra la información que manejan.
«Los datos disponibles dejan muy claro que la protección contra la infección de SARS-CoV-2 empieza a disminuir tras las dosis iniciales de las vacunas, y en asociación con el predominio de la variante delta, estamos empezando a ver pruebas de una reducción de la protección contra la enfermedad leve y moderada», indicó.
La directora de los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU), Rochelle Walensky, indicó que existen estudios que demuestran que la efectividad de las vacunas decrece con el tiempo y citó varios análisis llevados a cabo en EE.UU.
«Pese a que nuestras vacunas están funcionando actualmente bien para evitar hospitalizaciones, estamos viendo pruebas preocupantes de un declive de la efectividad de la vacuna con el tiempo. Además, hay informes de nuestros colegas internacionales, como en Israel, que sugieren un riesgo aumentado de que haya una enfermedad grave entre los primeros vacunados», dijo Walensky.
Ante este riesgo, el principal epidemiólogo del Gobierno de EE.UU., Anthony Fauci, aclaró que los niveles de anticuerpos en las personas vacunadas se reducen con el tiempo.
«Los mayores niveles de anticuerpos están asociados con mayores niveles de eficacia de la vacuna», apuntó Fauci, al tiempo que consideró que es posible que una mayor protección frente a la variante delta requiera de más anticuerpos.
«Y un refuerzo de la inmunización con ARN mensajero (la tecnología empleada para desarrollar las vacunas de Pfizer y de Moderna) – añadió- multiplica los niveles de anticuerpos como mínimo por diez y probablemente más».
EE.UU. también anticipa que es posible que necesiten recibir una dosis adicional aquellas personas que han recibido la vacuna de Johnson & Johnson (J&J), que es monodosis.
En ese sentido, detallaron que el suero de J&J no comenzó a administrarse en EE.UU. hasta marzo de 2021 (el de Pfizer fue el primero en recibir aprobación y comenzó a administrarse en diciembre pasado) y están esperando recibir más datos en las próximas semanas para decidir si es necesaria una dosis adicional.
Actualmente hay tres vacunas con autorización de uso de emergencia en EE.UU.: las de Pfizer, Moderna y J&J.
Las de Pfizer y Moderna emplean tecnología de ARN mensajero, que es una especie de código que la vacuna entrega a las células. Dicho código sirve como un manual de instrucciones para que el sistema inmune del vacunado aprenda a reconocer el coronavirus y lo ataque.
Sueros como el de J&J utilizan un adenovirus, que es un virus «desactivado» que manda instrucciones al cuerpo del vacunado para combatir la covid-19.