Por las plataformas de mensajería circulan audios que advierten sobre las condiciones de los alojamientos temporales de la frontera, donde los venezolanos retornados cumplen una cuarentena preventiva. Sin información, servicios públicos y alimentos. Son algunas de las circunstancias que se denuncian en las grabaciones enviadas a nuestro Cocuyo WhatsApp.
Venezuela se encuentra en estado de alarma nacional desde el 13 de marzo, cuando se anunció la llegada de los primeros casos de COVID-19, la enfermedad respiratoria que mantiene en cuarentena a más de 180 territorios del mundo. El país se encuentra en cuarentena desde el 17 de marzo. Hasta el pasado jueves, 23 de abril, se han confirmado 311 casos.
Los países vecinos tienen más casos reportados que Venezuela. Hasta este viernes, 24 de abril, se han registrado 4.561 personas contagiadas del nuevo coronavirus en Colombia, 50.512 en Brasil y 11.183 en Ecuador según datos de la Universidad Johns Hopkins. La situación económica originada por la cuarentena hizo que cientos de venezolanos migrantes decidieran regresar al país.
La Unidad de Verificación de Datos y Fact-checking de Efecto Cocuyo tomó las denuncias más repetidas de los audios para comprobar su veracidad con base en lo publicado en prensa regional.
Según el monitoreo realizado por la Oficina de la Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH u OCHA por sus siglas en inglés), hasta el 14 de abril, 6.447 venezolanos se encuentran en cuarentena preventiva en los espacios de alojamiento temporal dispuestos para atender a las personas en movilidad, especialmente a quienes retornan al país a través de los pasos fronterizos y vuelos humanitarios.
La capacidad de alojamiento temporal está distribuida en 73 espacios que se encuentran principalmente en los estados Amazonas, Apure, Bolívar, Carabobo, Sucre, Táchira y Vargas.
La mayoría de estas personas ingresa por Táchira. Datos citados por el diario El Tiempo indican que 95% de las personas que han ingresado al país, lo ha hecho por esta entidad. El llamado “protector” del estado Táchira, designado por la gestión de Nicolás Maduro, Freddy Bernal, dijo el 11 de abril que los Puntos de Alojamiento Social Integral (como el chavismo llama a los espacios de aislamiento) “se convierten en un estricto recinto militar” y que nadie puede entrar o salir del lugar.
Por eso, no se conoce detalladamente la situación de cada albergue y las condiciones en las que se encuentran los retornados. Tampoco si las circunstancias han mejorado.
Según pudo recolectar Efecto Cocuyo el pasado 11 de abril, un grupo de personas internadas en el liceo Manuel Díaz Rodríguez en Táchira, contó que tras permanecer día y medio en el terminal de pasajeros fueron trasladados a la institución, cerca de la 1 de la madrugada. Llegaron y no había colchonetas, ni agua, tampoco comida y los baños en malas condiciones.
Otros migrantes se encontraban en el liceo San Antonio y las unidades educativas El Palotal y Pérez del Real. Señalaron que la situación mejoró con el paso de los días. Se les asignaron salones para dormir y colchonetas. Empezaron a recibir sus tres comidas diarias, agua e inició la reparación de los baños. A las 9 de la noche deben estar acostados. Las personas son custodiadas por los cuerpos de seguridad de Estado. En este recinto también se atendió a las mujeres embarazadas y adultos mayores.
Según reporte del diario La Nación para el domingo, 12 de abril, 297 personas arribaron a al Instituto Universitario de Tecnología Agroindustrial en Michelena, estado Táchira. Los vecinos de esta localidad manifestaron su preocupación por la permanencia de estos migrantes en las instalaciones, dado que el sector no tiene suministro de agua regular.
La diputada de la Asamblea Nacional por el estado Táchira, Gabriela Arellano, denunció que en el Gimnasio de Racquetball, uno de los alojamientos temporales, no hay agua, “tienen encerrados” a los migrantes y les dan comida dañada.
El 17 de abril, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) rechazó las “declaraciones estigmatizantes” de altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro contra los venezolanos retornados, a quienes tildan de “oportunistas”, “apátridas” y “traidores”.
#Venezuela?? La @CIDH rechaza categóricamente declaraciones estigmatizantes de altos funcionarios de gobierno hacia personas migrantes que retornan al país por #COVIDー19, a quienes han tildado de "oportunistas", "apátridas" y "traidoras", entre otros. #MESEVE #CIDH #DDHH 1.
— CIDH – IACHR (@CIDH) April 17, 2020
El 16 de abril, el diario La Nación reportó la evacuación de retornados que cumplieron la cuarentena y pasaron los protocolos sanitarios. Entre las instituciones desalojadas está el liceo San Antonio, antes visitado por Efecto Cocuyo. El gobernante Nicolás Maduro dijo que al menos 2 mil personas salieron de estos establecimientos. Para el 19 de abril, reseñó El Correo del Orinoco, el número de personas que entraron al país subió a 9 mil.
El 22 de abril llegó la «tercera oleada» de retornados a los alojamientos de los municipios fronterizos Bolívar y Pedro María Ureña. El alcalde del municipio Bolívar, William Gómez, dijo a La Nación que «ya está todo más planificado» y que «la segunda oleada ya contaba con colchonetas, cubrecamas, médicos permanentese insumos médicos». Comentó que quienes vengan del exterior no pueden trasladarse directamente a sus ciudades de origen.
Se podría inferir que las dificultades se presentaron, sobre todo, en los primeros grupos de venezolanos que ingresaron a estos espacios. Pero no hay suficientes elementos que permitan afirmar que a las personas retornadas se está tratando mal y están en condiciones precarias.
El Plan Intersectorial de Preparación y Atención COVID-19 para Venezuela de la OMS recomienda, en relación con los alojamientos temporales, varias «acciones puntuales», entre las que está la dotación e instalación de puntos de lavado de manos e hidratación, rehabilitación de baños; capacitar al personal involucrado sobre el manejo de albergues, métodos de control y prevención de infecciones y, por último, distribución de enseres básicos y alimentación preparada.
Sobre los puntos de entrada, se insta a estimular el intercambio entre los ministerios de Salud de Colombia y Venezuela y la coordinación de la respuesta; el acondicionamiento de los espacios de llegada (puntos de lavado de manos, distribución kits de higiene) y la ampliación de los servicios de salud.
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Por las plataformas de mensajería circulan audios que advierten sobre las condiciones de los alojamientos temporales de la frontera, donde los venezolanos retornados cumplen una cuarentena preventiva. Sin información, servicios públicos y alimentos. Son algunas de las circunstancias que se denuncian en las grabaciones enviadas a nuestro Cocuyo WhatsApp.
Venezuela se encuentra en estado de alarma nacional desde el 13 de marzo, cuando se anunció la llegada de los primeros casos de COVID-19, la enfermedad respiratoria que mantiene en cuarentena a más de 180 territorios del mundo. El país se encuentra en cuarentena desde el 17 de marzo. Hasta el pasado jueves, 23 de abril, se han confirmado 311 casos.
Los países vecinos tienen más casos reportados que Venezuela. Hasta este viernes, 24 de abril, se han registrado 4.561 personas contagiadas del nuevo coronavirus en Colombia, 50.512 en Brasil y 11.183 en Ecuador según datos de la Universidad Johns Hopkins. La situación económica originada por la cuarentena hizo que cientos de venezolanos migrantes decidieran regresar al país.
La Unidad de Verificación de Datos y Fact-checking de Efecto Cocuyo tomó las denuncias más repetidas de los audios para comprobar su veracidad con base en lo publicado en prensa regional.
Según el monitoreo realizado por la Oficina de la Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH u OCHA por sus siglas en inglés), hasta el 14 de abril, 6.447 venezolanos se encuentran en cuarentena preventiva en los espacios de alojamiento temporal dispuestos para atender a las personas en movilidad, especialmente a quienes retornan al país a través de los pasos fronterizos y vuelos humanitarios.
La capacidad de alojamiento temporal está distribuida en 73 espacios que se encuentran principalmente en los estados Amazonas, Apure, Bolívar, Carabobo, Sucre, Táchira y Vargas.
La mayoría de estas personas ingresa por Táchira. Datos citados por el diario El Tiempo indican que 95% de las personas que han ingresado al país, lo ha hecho por esta entidad. El llamado “protector” del estado Táchira, designado por la gestión de Nicolás Maduro, Freddy Bernal, dijo el 11 de abril que los Puntos de Alojamiento Social Integral (como el chavismo llama a los espacios de aislamiento) “se convierten en un estricto recinto militar” y que nadie puede entrar o salir del lugar.
Por eso, no se conoce detalladamente la situación de cada albergue y las condiciones en las que se encuentran los retornados. Tampoco si las circunstancias han mejorado.
Según pudo recolectar Efecto Cocuyo el pasado 11 de abril, un grupo de personas internadas en el liceo Manuel Díaz Rodríguez en Táchira, contó que tras permanecer día y medio en el terminal de pasajeros fueron trasladados a la institución, cerca de la 1 de la madrugada. Llegaron y no había colchonetas, ni agua, tampoco comida y los baños en malas condiciones.
Otros migrantes se encontraban en el liceo San Antonio y las unidades educativas El Palotal y Pérez del Real. Señalaron que la situación mejoró con el paso de los días. Se les asignaron salones para dormir y colchonetas. Empezaron a recibir sus tres comidas diarias, agua e inició la reparación de los baños. A las 9 de la noche deben estar acostados. Las personas son custodiadas por los cuerpos de seguridad de Estado. En este recinto también se atendió a las mujeres embarazadas y adultos mayores.
Según reporte del diario La Nación para el domingo, 12 de abril, 297 personas arribaron a al Instituto Universitario de Tecnología Agroindustrial en Michelena, estado Táchira. Los vecinos de esta localidad manifestaron su preocupación por la permanencia de estos migrantes en las instalaciones, dado que el sector no tiene suministro de agua regular.
La diputada de la Asamblea Nacional por el estado Táchira, Gabriela Arellano, denunció que en el Gimnasio de Racquetball, uno de los alojamientos temporales, no hay agua, “tienen encerrados” a los migrantes y les dan comida dañada.
El 17 de abril, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) rechazó las “declaraciones estigmatizantes” de altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro contra los venezolanos retornados, a quienes tildan de “oportunistas”, “apátridas” y “traidores”.
#Venezuela?? La @CIDH rechaza categóricamente declaraciones estigmatizantes de altos funcionarios de gobierno hacia personas migrantes que retornan al país por #COVIDー19, a quienes han tildado de "oportunistas", "apátridas" y "traidoras", entre otros. #MESEVE #CIDH #DDHH 1.
— CIDH – IACHR (@CIDH) April 17, 2020
El 16 de abril, el diario La Nación reportó la evacuación de retornados que cumplieron la cuarentena y pasaron los protocolos sanitarios. Entre las instituciones desalojadas está el liceo San Antonio, antes visitado por Efecto Cocuyo. El gobernante Nicolás Maduro dijo que al menos 2 mil personas salieron de estos establecimientos. Para el 19 de abril, reseñó El Correo del Orinoco, el número de personas que entraron al país subió a 9 mil.
El 22 de abril llegó la «tercera oleada» de retornados a los alojamientos de los municipios fronterizos Bolívar y Pedro María Ureña. El alcalde del municipio Bolívar, William Gómez, dijo a La Nación que «ya está todo más planificado» y que «la segunda oleada ya contaba con colchonetas, cubrecamas, médicos permanentese insumos médicos». Comentó que quienes vengan del exterior no pueden trasladarse directamente a sus ciudades de origen.
Se podría inferir que las dificultades se presentaron, sobre todo, en los primeros grupos de venezolanos que ingresaron a estos espacios. Pero no hay suficientes elementos que permitan afirmar que a las personas retornadas se está tratando mal y están en condiciones precarias.
El Plan Intersectorial de Preparación y Atención COVID-19 para Venezuela de la OMS recomienda, en relación con los alojamientos temporales, varias «acciones puntuales», entre las que está la dotación e instalación de puntos de lavado de manos e hidratación, rehabilitación de baños; capacitar al personal involucrado sobre el manejo de albergues, métodos de control y prevención de infecciones y, por último, distribución de enseres básicos y alimentación preparada.
Sobre los puntos de entrada, se insta a estimular el intercambio entre los ministerios de Salud de Colombia y Venezuela y la coordinación de la respuesta; el acondicionamiento de los espacios de llegada (puntos de lavado de manos, distribución kits de higiene) y la ampliación de los servicios de salud.