Publican cifras oficiales tras años de silencio. El Banco Central de Venezuela (BCV) rompió el secretismo de las cifras económicas este martes, 28 de mayo, a través de nuevas publicaciones en su portal web. Los datos de inflación, balanza de pagos y hasta de la actividad económica se divulgaron, luego de desconocerse desde los años 2014 y 2015, respectivamente.

Los datos revelan que la inflación alcanzó una cifra de 130.060% en el año 2018, siendo la más alta de esa categoría en la historia reciente del país. Adicionalmente, en 2017 se ubicó en 862,6%; durante 2016 en 274,4%; y de 180,9% en 2015.

Inflación de 2018 cerró en 1.698.488%, según la Asamblea Nacional

Por su parte, en 2019 se mantiene la tendencia al alza. La inflación registrada por mes se resume en 196,6% en enero; 114,4% en febrero; 34,8% en marzo; y 33,8% en abril.

De acuerdo con el registro histórico del BCV, Venezuela superó el umbral de la hiperinflación (más de 50% mensual) en diciembre de 2017, cuando ésta cerró en 55,6%. De allí en adelante el porcentaje de aumento no ha parado de subir, siendo el mes de enero de este año el de mayor inflación en la historia.

Si se mide por sectores y rubros, los más afectados con los incrementos son el de alquiler de viviendas (486.684,5%), bienes y servicios (176.952,7%), salud (167.925,8%), transporte (134.238,3%), alimentos y bebidas no alcohólicas (143.786,9%).

Economía se contrajo por la mitad desde 2013

Al compararse los registros de la actividad económica entre el tercer trimestre de 2018 y 2013, refleja que el PIB cayó 53,4% en ese período. La cifra da muestra de que el país perdió más de la mitad de su producción de bienes y servicios en un lapso de cinco años.

Entre los sectores más afectados por la caída productiva en ese lapso se encuentran el de manufactura (-76,3%); construcción (-94,7%); e instituciones financieras y seguros (-78,7%).

Además la actividad petrolera, correspondiente a la producción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), se contrajo 47,5%. Representa un fuerte golpe para los ingresos en divisas del país, al tratarse de su principal industria.

Estas cifras impactan de manera directa en la reducción de las importaciones de alimentos y medicinas. Al disminuir la cantidad de divisas, también cae la disponibilidad de dinero para compras en el exterior.

Y eso se ve reflejado en la data del BCV, que muestra que las importaciones no petroleras pasaron de $44.067 millones en 2013 a solo $5.835 millones en 2018.

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