Una camioneta, una bomba lacrimógena y una bala. Con estos objetos la vida de tres jóvenes venezolanos cambió cuando se encontraban participando o cerca de alguna de las protestas que desde el mes de abril se han generado en casi todas las ciudades de Venezuela.
Paradójicamente alguno de ellos, como Oriana Wadskier, estudiante de Medicina, protestaban contra la falta de medicinas y deficiencias en los servicios médicos en el país. Tuvieron suerte de no morir y actualmente se recuperan gracias a su juventud y a la solidaridad de familiares, amigos e instituciones.
Daniel responde con los ojos cuando le hablan
Daniel Infante, de 25 años de edad y trabajador del sistema de transporte gubernamental de Mérida llamado Trolebús, fue herido de bala en la cabeza. Se encontraba en la avenida Las Américas, de la capital del estado Mérida, el pasado 24 de abril, cuando se originó una balacera cerca de la urbanización Cardenal Quintero.
Desde ese día, Daniel está acostado en una de las camillas del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), con el proyectil alojado en el lado izquierdo de su cabeza.
«Hace seis días lo sacaron de terapia intensiva y se recupera poco a poco. No han sacado la bala porque los médicos dicen que va a causar más daño cerebral. Él tiene conciencia y responde con los ojos, además recibe terapia para recuperar la movilidad», indicó su madre Olga de Infante.
Durante su hospitalización en la UCI del hospital merideño, a Daniel tuvieron que hacerle una traqueotomía, debido a que desarrolló neumonía como resultado del tiempo en que estuvo entubado.
Olga señaló que gracias al apoyo de familiares y conocidos ha podido suministrarle el tratamiento de antibióticos a su hijo y que el ente en el que trabaja Daniel no ha ofrecido apoyo económico a su familia.
Este fue uno de los heridos que más conmoción causó a la comunidad merideña, debido a las diversas versiones que surgieron en relación a cómo fue lesionado. Voceros del Gobierno sostienen que él se encontraba en una movilización de la Gobernación de Mérida cuándo «grupos de la derecha» dispararon contra los presentes; mientras que los familiares del joven aseguraron que él visitaba a unos conocidos en las residencias donde lo impactaron.
Su madre indicó a Efecto Cocuyo que prefirió no conocer sobre estas versiones, sino que está dedicada al cuidado de su hijo.
Lea más en: Dos muertos y siete heridos durante el plantón este #24Abr en Mérida y Barinas
Jesús ya habla y entiende lo que le dicen
«Jesús está mejorando. Ya está peleando con todos, no hace caso y no se deja tocar», dijo José Ibarra, padre de Jesús, joven de 19 años de edad, que fue golpeado por una bomba lacrimógena en la cabeza cuando protestaba en la autopista Francisco Fajardo de Caracas, y tras el impacto cayó al río Guaire.
Este joven estuvo al menos dos semanas en coma después de ser víctima de la represión el 1° de mayo. El golpe le causó una fractura craneal y el agua contaminada una infección .
Estuvo recluido en el hospital Domingo Luciani, de El Llanito, y luego fue trasladado a una clínica privada, gracias a la gestión que realizó la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), alma mater de la víctima.
«Se recupera satisfactoriamente, pero ha tenido problemas neurológicos y complicaciones con las infecciones de las vías respiratorias y el cerebro. Ambas ya controladas. Por ahora tiene la herida de la cabeza abierta todavía, para que cese la inflamación; pero ya recuperó el habla y entiende lo que se le dice», expuso una fuente allegada al joven.
Los voluntarios médicos de la Ucab, que se hacen llamar en Twitter @UcabistasMed, son los que se han encargado de solicitar el apoyo en insumos y antibióticos que requiere Jesús, estudiante de Telecomunicaciones. La clínica corre con los gastos de la hospitalización.
Lea más en: Heridos en protestas le ganan a la escasez de medicinas gracias a donantes anónimos
Oriana evoluciona satisfactoriamente
Dos semanas después de que Jesús cayó al Guaire, Alix Oriana Wadskier, de 25 años de edad, fue arrollada en Calabozo, estado Guárico. El incidente le desgarró parte del cuero cabelludo y causó politraumatismo craneoencefálico con un edema cerebral, traumatismo torácico cerrado y traumatismo abdominal.
El 10 de mayo ella protestaba junto a otras personas en la redoma Los Fundadores. Denunciaban la falta de medicinas y alimentos que azota al país. Oriana (como prefieren llamarla sus allegados) es estudiante de medicina de la Universidad de Carababo y conoce en carne propia esta situación.
Dos hombres a bordo de un vehículo identificado con las siglas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) pasó por el sitio y atropelló a la estudiante. Ambos fueron detenidos posteriormente e identificados como Fercen Cedeño, de 34 años, funcionario del Ivss de Apure y conductor de la camioneta con la cual arrolló a Oriana, como su acompañante, el Sargento Segundo del Ejercito Elvis López, de 21 años.
Actualmente, Oriana permanece en terapia intensiva en un hospital de Caracas, adonde tuvo que ser trasladada por la falta de insumos que tienen los centros médicos de Guárico, a seis horas de la capital de Venezuela.
Una pariente con la que tuvo contacto Efecto Cocuyo señaló que el avance que presenta la víctima es satisfactorio médicamente, aunque desconocen cuándo podrá ser pasada a piso. «Ella está ahí porque así los doctores están pendientes de ella todo el tiempo, además de que se evita que contraiga alguna bacteria. Ella responde a todos los estímulos cuando no está sedada y reconoce a todos sus familiares», aseveró.
Agregó que a Oriana le hicieron un injerto de piel en el cuero cabelludo y debe enfrentar aún una serie de cirugías para sanar las fracturas de la cara.
Lea más en: MP imputará a sargento del Ejército por caso de la joven arrollada en Calabozo
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Una camioneta, una bomba lacrimógena y una bala. Con estos objetos la vida de tres jóvenes venezolanos cambió cuando se encontraban participando o cerca de alguna de las protestas que desde el mes de abril se han generado en casi todas las ciudades de Venezuela.
Paradójicamente alguno de ellos, como Oriana Wadskier, estudiante de Medicina, protestaban contra la falta de medicinas y deficiencias en los servicios médicos en el país. Tuvieron suerte de no morir y actualmente se recuperan gracias a su juventud y a la solidaridad de familiares, amigos e instituciones.
Daniel responde con los ojos cuando le hablan
Daniel Infante, de 25 años de edad y trabajador del sistema de transporte gubernamental de Mérida llamado Trolebús, fue herido de bala en la cabeza. Se encontraba en la avenida Las Américas, de la capital del estado Mérida, el pasado 24 de abril, cuando se originó una balacera cerca de la urbanización Cardenal Quintero.
Desde ese día, Daniel está acostado en una de las camillas del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), con el proyectil alojado en el lado izquierdo de su cabeza.
«Hace seis días lo sacaron de terapia intensiva y se recupera poco a poco. No han sacado la bala porque los médicos dicen que va a causar más daño cerebral. Él tiene conciencia y responde con los ojos, además recibe terapia para recuperar la movilidad», indicó su madre Olga de Infante.
Durante su hospitalización en la UCI del hospital merideño, a Daniel tuvieron que hacerle una traqueotomía, debido a que desarrolló neumonía como resultado del tiempo en que estuvo entubado.
Olga señaló que gracias al apoyo de familiares y conocidos ha podido suministrarle el tratamiento de antibióticos a su hijo y que el ente en el que trabaja Daniel no ha ofrecido apoyo económico a su familia.
Este fue uno de los heridos que más conmoción causó a la comunidad merideña, debido a las diversas versiones que surgieron en relación a cómo fue lesionado. Voceros del Gobierno sostienen que él se encontraba en una movilización de la Gobernación de Mérida cuándo «grupos de la derecha» dispararon contra los presentes; mientras que los familiares del joven aseguraron que él visitaba a unos conocidos en las residencias donde lo impactaron.
Su madre indicó a Efecto Cocuyo que prefirió no conocer sobre estas versiones, sino que está dedicada al cuidado de su hijo.
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Jesús ya habla y entiende lo que le dicen
«Jesús está mejorando. Ya está peleando con todos, no hace caso y no se deja tocar», dijo José Ibarra, padre de Jesús, joven de 19 años de edad, que fue golpeado por una bomba lacrimógena en la cabeza cuando protestaba en la autopista Francisco Fajardo de Caracas, y tras el impacto cayó al río Guaire.
Este joven estuvo al menos dos semanas en coma después de ser víctima de la represión el 1° de mayo. El golpe le causó una fractura craneal y el agua contaminada una infección .
Estuvo recluido en el hospital Domingo Luciani, de El Llanito, y luego fue trasladado a una clínica privada, gracias a la gestión que realizó la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), alma mater de la víctima.
«Se recupera satisfactoriamente, pero ha tenido problemas neurológicos y complicaciones con las infecciones de las vías respiratorias y el cerebro. Ambas ya controladas. Por ahora tiene la herida de la cabeza abierta todavía, para que cese la inflamación; pero ya recuperó el habla y entiende lo que se le dice», expuso una fuente allegada al joven.
Los voluntarios médicos de la Ucab, que se hacen llamar en Twitter @UcabistasMed, son los que se han encargado de solicitar el apoyo en insumos y antibióticos que requiere Jesús, estudiante de Telecomunicaciones. La clínica corre con los gastos de la hospitalización.
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Oriana evoluciona satisfactoriamente
Dos semanas después de que Jesús cayó al Guaire, Alix Oriana Wadskier, de 25 años de edad, fue arrollada en Calabozo, estado Guárico. El incidente le desgarró parte del cuero cabelludo y causó politraumatismo craneoencefálico con un edema cerebral, traumatismo torácico cerrado y traumatismo abdominal.
El 10 de mayo ella protestaba junto a otras personas en la redoma Los Fundadores. Denunciaban la falta de medicinas y alimentos que azota al país. Oriana (como prefieren llamarla sus allegados) es estudiante de medicina de la Universidad de Carababo y conoce en carne propia esta situación.
Dos hombres a bordo de un vehículo identificado con las siglas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) pasó por el sitio y atropelló a la estudiante. Ambos fueron detenidos posteriormente e identificados como Fercen Cedeño, de 34 años, funcionario del Ivss de Apure y conductor de la camioneta con la cual arrolló a Oriana, como su acompañante, el Sargento Segundo del Ejercito Elvis López, de 21 años.
Actualmente, Oriana permanece en terapia intensiva en un hospital de Caracas, adonde tuvo que ser trasladada por la falta de insumos que tienen los centros médicos de Guárico, a seis horas de la capital de Venezuela.
Una pariente con la que tuvo contacto Efecto Cocuyo señaló que el avance que presenta la víctima es satisfactorio médicamente, aunque desconocen cuándo podrá ser pasada a piso. «Ella está ahí porque así los doctores están pendientes de ella todo el tiempo, además de que se evita que contraiga alguna bacteria. Ella responde a todos los estímulos cuando no está sedada y reconoce a todos sus familiares», aseveró.
Agregó que a Oriana le hicieron un injerto de piel en el cuero cabelludo y debe enfrentar aún una serie de cirugías para sanar las fracturas de la cara.
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