Maritza* ha vivido con su familia en la parroquia El Valle desde que tiene memoria. A sus 55 años de edad presenció cómo las bandas de la delincuencia organizada tomaron, poco a poco, el control de los barrios en el sector.
La violencia delictiva hizo que uno de los hijos de Maritza tuviera que huir del barrio donde nació por ser policía, en julio de 2019. Ella vivía junto a su hijo, quien al ser funcionario de seguridad del Estado tenía que resguardar su profesión ante sus vecinos y amigos del barrio.
A pesar de las medidas de seguridad que tomaba su madre, una noche cuando el joven venía de su trabajo, franco de servicio y sin su uniforme, cuatro personas armadas lo interceptaron y le advirtieron: “Si no te vas de aquí te vamos a matar, ya sabemos que eres policía, así que agarra tus cosas porque en este barrio no queremos a los sapos”.
Tras recibir la amenaza, el hijo de Maritza huyó del barrio y nunca más volvió a El Valle. El desplazamiento forzado que vivió el funcionario policial, es una de las cientos de historias que no son contadas en El Valle por miedo a la delincuencia.
“Nos cuidábamos mucho para que no supieran que era policía. Es más, cuando lavaba su uniforme, le ponía una sábana encima para ponerlo a secar al sol, todo esto, para que no se enteraran. Pero creo que pudieron habernos escuchado porque las casas están muy pegadas y bueno avisaron que era funcionario”, dice la madre.
Los hombres que desplazaron al funcionario de su comunidad estaban liderados por Leonardo José Polanco Angulo, alias “Loco Leo”, uno de los líderes negativos de El Valle y, desde 2017, el más buscado por las fuerzas de seguridad del Estado.
Una fuente policial que prefirió no publicar su identidad explicó que Polanco tiene su centro de operaciones en el barrio El 70 y su banda se mantiene económicamente con el control y venta de drogas, secuestro y extorsiones a los comerciantes en algunos sectores de El Valle.
Aunque no controla todos los barrios de El Valle, la banda de “Loco Leo” tiene influencias en los diferentes sectores que componen la parroquia. “Esa gente estaba armada, siempre de manera impune. Andaban por allí todos los días”, explica Maritza.
Otro funcionario policial, quien ha estado investigando a las bandas delictivas de El Valle, indica que no todas las minibandas delictivas en El Valle son aliadas de “el Loco Leo”.
“Él (Polanco) tiene su centro de operaciones en El 70 pero a pesar de que su banda es la más grande, en muchos barrios de El Valle se organizan pequeñas bandas para delinquir, nada parecido a lo que sucede en José Félix Ribas con Wilexi, que tiene el control total de las zonas”, explica el funcionario.
La responsabilidad de la muerte del detective Deivis Quitero, del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas (Cicpc), le fue atribuida a la banda “el Loco Leo”. El funcionario fue sacado de la casa de su madre y acribillado por los delincuentes. El hecho ocurrió en el sector Vuelta del Beso, el pasado mes de abril.
El asesinato del funcionario desató una serie de operativos para dar con el paradero de quienes asesinaron al policía científico. En uno de ellos, funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales y del Cicpc mataron a nueve presuntos delincuentes. “Desde ese día todo ha estado más tranquilo, no se ven tantos delincuentes haciendo de las suyas y hay más redadas policiales”, señala Maritza.
Aunque la violencia parece ser el pan de cada día en el sector, esta no solo es generada por los delincuentes conocidos, sino también por la policía. Maritza lo sabe muy bien, a pesar de que uno de sus hijos también es funcionario del Estado. “Cuando no son los malandros es la policía que mata”, enfatiza Maritza.
Consciente de los sucesos que ocurren en su hogar, Maritza también conoce a muchas familias que perdieron a uno de los suyos a manos de la policía, la cual, el año pasado, le quitó la vida a 33 personas en ejecuciones extrajudiciales, según cifras de Monitor de Víctimas.
Tras el operativo policial que acabó con la vida de nueve personas las comunidades de El Valle han estado relativamente “tranquilas”, explican sus residentes.
En algunos sectores como San Andrés, Cañizito, El Tamarindo y El 70, donde opera “Loco Leo”, los delincuentes han evitado salir armados a la calle y los enfrentamientos entre bandas terminaron.
“Donde yo vivo tienen aproximadamente dos meses tranquilos. Vivo en la entrada del barrio El 70. Mataron a tres de ellos (presuntos integrantes de la banda de Loco Leo) y los que escaparon no han regresado, eso ha permitido que el sector esté tranquilo”, señala una vecina de El Valle.
Para los vecinos entrevistados por Efecto Cocuyo la tranquilidad que se mantiene es una ilusión que en poco tiempo desaparecerá también. “Cuando hay muchos operativos policiales los malandros se van y se esconden por un buen tiempo, pero dejan aquí a muchas personas que están pendiente del negocio. Hay quienes van a cobrar las vacunas y otros que están pendiente del movimiento en la zona y hasta se vengan”, alega un vecino de El Valle.
En un video filtrado a la prensa y publicado en redes sociales, presuntos integrantes de la banda de “Loco Leo” asesinaron a una mujer el sábado 13 de junio, porque supuestamente brindaba información a la policía sobre el paradero de algunos miembros de la banda.
“Ese video es una muestra de que ellos a pesar de que no están en el barrio tienen el control”, dice una vecina que prefiere quedar bajo anonimato por temor a represalias.
La megabanda del “Loco Leo” no solo controla la economía delictiva en el barrio El 70 de El Valle, sino también los sectores Cerro Grande, La Ceiba, La Rampla, Los Cardones, 5 de Julio, Cañicito, El Tamarindo y San Andrés.
Aunque otros sectores no están tomados por los delincuentes de esta banda, las minibandas que operan tienen alianzas con Polanco Angulo. “En algunos sectores tienen tratados de paz entre los delincuentes”, afirma un policía.
La banda de El Loco Leo impuso reglas en los barrios que domina. Una de las más importante es la de no tener contacto con funcionarios de seguridad del Estado.
“A una chama la asesinaron porque ellos dicen que estaba dando datos a la policía. Si sube la policía y alguien le abre la puerta, así sea para darle café o agua lo toman como un chismoso y lo matan, estaba echando paja”, dice un vecino de El Valle.
Como en los últimos días ha habido muchos operativos policiales por los sectores que están cercanos a El 70, los delincuentes han cambiado la forma de operar para ejecutar a las víctimas. Un vecino cuenta que últimamente ellos van a los sectores menos violentos, como por ejemplo Zamora y allí ejecutan a sus víctimas y rivales.
“No quieren matar en su sector (El 70) para que no les caiga las Faes, Cicpc y los otros organismos”, expresa el vecino.
En 2016, la actual banda del “Loco Leo” era liderada por Oswaldo Oropeza, conocido como «el Lucifer”, quien fue ejecutado en un presunto enfrentamiento con funcionarios del Cicpc durante una Operación de Liberación del Pueblo (OLP). Al hombre se le atribuyó 10 homicidios en El Valle, además de ser responsable de secuestros y extorsiones en la capital.
Una fuente policial aseguró que para 2017, la megabanda del «Loco Leo» tenía al menos 100 hombres en sus filas delictivas, pero su número aparentemente disminuyó debido a los presuntos enfrentamientos o debido a la migración forzada. “Muchos se fueron hasta del país, otros murieron tras enfrentarse, pero queda un grupo importante”.
En los barrios dominados por la megabanda del «Loco Leo», no existen secretos que duren mucho, ni forasteros que pasen airosos.
Los miembros de su banda saben quién entra y quién sale de los sectores. Instalan garitas en puntos estratégicos para el control de la zona, donde hombres armados y con radios se paran en medio de la calle para preguntar de dónde viene o hacia dónde se dirige.
Las garitas son instaladas pasadas las 8 de la noche. Maritza cuenta que una vez que regresaba tarde a su casa porque se quedó compartiendo en un cumpleaños y un familiar la llevó en su carro, al llegar a la entrada del sector donde vive le ordenaron detenerse y uno de los hombres armados le dio la bienvenida.
“Pase, bienvenida al barrio, me dijo. Yo le respondí chico que descaro como que bienvenida si yo siempre he vivido aquí, él se echó a reír con su pistola en mano. Carro que ellos no reconocen lo devuelven”.
En algunas escaleras del sector donde vive la vecina siempre está un hombre armado con radios portátiles. “Uno diría que nada más lo debería usar la policía, pero ellos están bien comunicados y se encuentran ubicados en puntos muy estratégicos”, expresa.
Además de las radios, los delincuentes se comunican por el silbido de las pistolas cuando la soplan. “En las noches se colocan en sitios estratégicos; uno ve hasta adolescentes en las madrugadas, hacen guardias y se meten en la calle principal vigilando la zona”.
Maritza señala que siempre prefiere llegar temprano a su casa para no tener que pasar un mal rato siendo detenida por los delincuentes en las improvisadas alcabalas.
“No quieres que te agarre la noche en ninguna parte, ni compartir un café después del trabajo, esas cosas se olvidan. Imposible establecer esa parte social con amistades ni con nada porque después pasas un mal rato cuando te paran en las alcabalas”.
Polanco Ángulo, alias el Loco Leo, es un delincuente que el Estado venezolano ha querido vincular con la oposición.
“Loco Leo” fue acusado por el ministro de interior y justicia, Néstor Reverol, de haber participado en los saqueos a comercios que se registraron en abril de 2017, en El Valle, después de un cacerolazo convocado por los líderes opositores en contra del régimen de Nicolás Maduro.
Según Reverol, Polanco y Carlos Luis Revette, alias El Coqui, pran de la Cota 905, habían sido contratados “por la derecha terrorista para crear zozobra en el país”. El Ministro no ha emitido las pruebas que vinculen a los antisociales con algún partido opositor venezolano.
Desde el 20 de abril las autoridades venezolanas iniciaron un operativo para dar con el paradero de Polanco Angulo. El hombre es uno de los delincuente más buscado en el país. Douglas Rico, director del Cicpc, habilitó sus redes sociales para envíen cualquier información que permita dar con el paradero del líder criminal.
*Nombre ficticio para proteger a la fuente.
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Maritza* ha vivido con su familia en la parroquia El Valle desde que tiene memoria. A sus 55 años de edad presenció cómo las bandas de la delincuencia organizada tomaron, poco a poco, el control de los barrios en el sector.
La violencia delictiva hizo que uno de los hijos de Maritza tuviera que huir del barrio donde nació por ser policía, en julio de 2019. Ella vivía junto a su hijo, quien al ser funcionario de seguridad del Estado tenía que resguardar su profesión ante sus vecinos y amigos del barrio.
A pesar de las medidas de seguridad que tomaba su madre, una noche cuando el joven venía de su trabajo, franco de servicio y sin su uniforme, cuatro personas armadas lo interceptaron y le advirtieron: “Si no te vas de aquí te vamos a matar, ya sabemos que eres policía, así que agarra tus cosas porque en este barrio no queremos a los sapos”.
Tras recibir la amenaza, el hijo de Maritza huyó del barrio y nunca más volvió a El Valle. El desplazamiento forzado que vivió el funcionario policial, es una de las cientos de historias que no son contadas en El Valle por miedo a la delincuencia.
“Nos cuidábamos mucho para que no supieran que era policía. Es más, cuando lavaba su uniforme, le ponía una sábana encima para ponerlo a secar al sol, todo esto, para que no se enteraran. Pero creo que pudieron habernos escuchado porque las casas están muy pegadas y bueno avisaron que era funcionario”, dice la madre.
Los hombres que desplazaron al funcionario de su comunidad estaban liderados por Leonardo José Polanco Angulo, alias “Loco Leo”, uno de los líderes negativos de El Valle y, desde 2017, el más buscado por las fuerzas de seguridad del Estado.
Una fuente policial que prefirió no publicar su identidad explicó que Polanco tiene su centro de operaciones en el barrio El 70 y su banda se mantiene económicamente con el control y venta de drogas, secuestro y extorsiones a los comerciantes en algunos sectores de El Valle.
Aunque no controla todos los barrios de El Valle, la banda de “Loco Leo” tiene influencias en los diferentes sectores que componen la parroquia. “Esa gente estaba armada, siempre de manera impune. Andaban por allí todos los días”, explica Maritza.
Otro funcionario policial, quien ha estado investigando a las bandas delictivas de El Valle, indica que no todas las minibandas delictivas en El Valle son aliadas de “el Loco Leo”.
“Él (Polanco) tiene su centro de operaciones en El 70 pero a pesar de que su banda es la más grande, en muchos barrios de El Valle se organizan pequeñas bandas para delinquir, nada parecido a lo que sucede en José Félix Ribas con Wilexi, que tiene el control total de las zonas”, explica el funcionario.
La responsabilidad de la muerte del detective Deivis Quitero, del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas (Cicpc), le fue atribuida a la banda “el Loco Leo”. El funcionario fue sacado de la casa de su madre y acribillado por los delincuentes. El hecho ocurrió en el sector Vuelta del Beso, el pasado mes de abril.
El asesinato del funcionario desató una serie de operativos para dar con el paradero de quienes asesinaron al policía científico. En uno de ellos, funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales y del Cicpc mataron a nueve presuntos delincuentes. “Desde ese día todo ha estado más tranquilo, no se ven tantos delincuentes haciendo de las suyas y hay más redadas policiales”, señala Maritza.
Aunque la violencia parece ser el pan de cada día en el sector, esta no solo es generada por los delincuentes conocidos, sino también por la policía. Maritza lo sabe muy bien, a pesar de que uno de sus hijos también es funcionario del Estado. “Cuando no son los malandros es la policía que mata”, enfatiza Maritza.
Consciente de los sucesos que ocurren en su hogar, Maritza también conoce a muchas familias que perdieron a uno de los suyos a manos de la policía, la cual, el año pasado, le quitó la vida a 33 personas en ejecuciones extrajudiciales, según cifras de Monitor de Víctimas.
Tras el operativo policial que acabó con la vida de nueve personas las comunidades de El Valle han estado relativamente “tranquilas”, explican sus residentes.
En algunos sectores como San Andrés, Cañizito, El Tamarindo y El 70, donde opera “Loco Leo”, los delincuentes han evitado salir armados a la calle y los enfrentamientos entre bandas terminaron.
“Donde yo vivo tienen aproximadamente dos meses tranquilos. Vivo en la entrada del barrio El 70. Mataron a tres de ellos (presuntos integrantes de la banda de Loco Leo) y los que escaparon no han regresado, eso ha permitido que el sector esté tranquilo”, señala una vecina de El Valle.
Para los vecinos entrevistados por Efecto Cocuyo la tranquilidad que se mantiene es una ilusión que en poco tiempo desaparecerá también. “Cuando hay muchos operativos policiales los malandros se van y se esconden por un buen tiempo, pero dejan aquí a muchas personas que están pendiente del negocio. Hay quienes van a cobrar las vacunas y otros que están pendiente del movimiento en la zona y hasta se vengan”, alega un vecino de El Valle.
En un video filtrado a la prensa y publicado en redes sociales, presuntos integrantes de la banda de “Loco Leo” asesinaron a una mujer el sábado 13 de junio, porque supuestamente brindaba información a la policía sobre el paradero de algunos miembros de la banda.
“Ese video es una muestra de que ellos a pesar de que no están en el barrio tienen el control”, dice una vecina que prefiere quedar bajo anonimato por temor a represalias.
La megabanda del “Loco Leo” no solo controla la economía delictiva en el barrio El 70 de El Valle, sino también los sectores Cerro Grande, La Ceiba, La Rampla, Los Cardones, 5 de Julio, Cañicito, El Tamarindo y San Andrés.
Aunque otros sectores no están tomados por los delincuentes de esta banda, las minibandas que operan tienen alianzas con Polanco Angulo. “En algunos sectores tienen tratados de paz entre los delincuentes”, afirma un policía.
La banda de El Loco Leo impuso reglas en los barrios que domina. Una de las más importante es la de no tener contacto con funcionarios de seguridad del Estado.
“A una chama la asesinaron porque ellos dicen que estaba dando datos a la policía. Si sube la policía y alguien le abre la puerta, así sea para darle café o agua lo toman como un chismoso y lo matan, estaba echando paja”, dice un vecino de El Valle.
Como en los últimos días ha habido muchos operativos policiales por los sectores que están cercanos a El 70, los delincuentes han cambiado la forma de operar para ejecutar a las víctimas. Un vecino cuenta que últimamente ellos van a los sectores menos violentos, como por ejemplo Zamora y allí ejecutan a sus víctimas y rivales.
“No quieren matar en su sector (El 70) para que no les caiga las Faes, Cicpc y los otros organismos”, expresa el vecino.
En 2016, la actual banda del “Loco Leo” era liderada por Oswaldo Oropeza, conocido como «el Lucifer”, quien fue ejecutado en un presunto enfrentamiento con funcionarios del Cicpc durante una Operación de Liberación del Pueblo (OLP). Al hombre se le atribuyó 10 homicidios en El Valle, además de ser responsable de secuestros y extorsiones en la capital.
Una fuente policial aseguró que para 2017, la megabanda del «Loco Leo» tenía al menos 100 hombres en sus filas delictivas, pero su número aparentemente disminuyó debido a los presuntos enfrentamientos o debido a la migración forzada. “Muchos se fueron hasta del país, otros murieron tras enfrentarse, pero queda un grupo importante”.
En los barrios dominados por la megabanda del «Loco Leo», no existen secretos que duren mucho, ni forasteros que pasen airosos.
Los miembros de su banda saben quién entra y quién sale de los sectores. Instalan garitas en puntos estratégicos para el control de la zona, donde hombres armados y con radios se paran en medio de la calle para preguntar de dónde viene o hacia dónde se dirige.
Las garitas son instaladas pasadas las 8 de la noche. Maritza cuenta que una vez que regresaba tarde a su casa porque se quedó compartiendo en un cumpleaños y un familiar la llevó en su carro, al llegar a la entrada del sector donde vive le ordenaron detenerse y uno de los hombres armados le dio la bienvenida.
“Pase, bienvenida al barrio, me dijo. Yo le respondí chico que descaro como que bienvenida si yo siempre he vivido aquí, él se echó a reír con su pistola en mano. Carro que ellos no reconocen lo devuelven”.
En algunas escaleras del sector donde vive la vecina siempre está un hombre armado con radios portátiles. “Uno diría que nada más lo debería usar la policía, pero ellos están bien comunicados y se encuentran ubicados en puntos muy estratégicos”, expresa.
Además de las radios, los delincuentes se comunican por el silbido de las pistolas cuando la soplan. “En las noches se colocan en sitios estratégicos; uno ve hasta adolescentes en las madrugadas, hacen guardias y se meten en la calle principal vigilando la zona”.
Maritza señala que siempre prefiere llegar temprano a su casa para no tener que pasar un mal rato siendo detenida por los delincuentes en las improvisadas alcabalas.
“No quieres que te agarre la noche en ninguna parte, ni compartir un café después del trabajo, esas cosas se olvidan. Imposible establecer esa parte social con amistades ni con nada porque después pasas un mal rato cuando te paran en las alcabalas”.
Polanco Ángulo, alias el Loco Leo, es un delincuente que el Estado venezolano ha querido vincular con la oposición.
“Loco Leo” fue acusado por el ministro de interior y justicia, Néstor Reverol, de haber participado en los saqueos a comercios que se registraron en abril de 2017, en El Valle, después de un cacerolazo convocado por los líderes opositores en contra del régimen de Nicolás Maduro.
Según Reverol, Polanco y Carlos Luis Revette, alias El Coqui, pran de la Cota 905, habían sido contratados “por la derecha terrorista para crear zozobra en el país”. El Ministro no ha emitido las pruebas que vinculen a los antisociales con algún partido opositor venezolano.
Desde el 20 de abril las autoridades venezolanas iniciaron un operativo para dar con el paradero de Polanco Angulo. El hombre es uno de los delincuente más buscado en el país. Douglas Rico, director del Cicpc, habilitó sus redes sociales para envíen cualquier información que permita dar con el paradero del líder criminal.
*Nombre ficticio para proteger a la fuente.