Cada vez se suman más voces opositoras para que las primarias que planteó la Plataforma Unitaria para escoger a un candidato o candidata presidencial para 2024, sea un proceso con segunda vuelta.
El primer vicepresidente de Acción Democrática (AD controlado por Henry Ramos Allup), Edgar Zambrano; la presidenta de Encuentro Ciudadano, Delsa Solórzano; el Movimiento Democracia e Inclusión (MDI); el Movimiento al Socialismo (MAS), factores de Bandera Roja y Fuerza Vecinal, entre otras voces, están a favor de que las primarias presidenciales de oposición contemplen una doble vuelta.
El principal argumento que esgrimen es que darían «mayor legitimidad» al ganador, en el caso de que no supere 50% de la votación en la primera vuelta o si la diferencia entre quien llegue en primer lugar y quien llegue de segundo sea muy pequeña.
Expertos consultados por Efecto Cocuyo indican que una segunda vuelta para las internas, que aún no ha sido definida por la Plataforma Unitaria Democrática, tiene ventajas como la consolidación de las alianzas participantes en el proceso, pero también desventajas como mayor tiempo de organización e inversión de dinero.
«Dentro de las ventajas destacan la posibilidad de promover alianzas de candidatos en el marco de la segunda vuelta, consolidar los encuentros entre sectores e inclusive fortalecer los liderazgos», señala el exasesor del Consejo Nacional Electoral (CNE), Jesús Castellanos Vásquez.
Parte de la dirigencia política, que avala la propuesta para la escogencia del abanderado a Miraflores para 2024, sostiene que una segunda vuelta permitirá tener un candidato más fuerte para enfrentar al chavismo.
«Cuando vemos que serán varios los candidatos, para que ese resultado goce de legitimidad, quien resulte electo debe tener una verdadera mayoría para que sea un candidato de la unidad. La única forma de garantizarlo en un escenario con varias candidaturas es que eso se resuelva en dos vueltas», expresó Solórzano el pasado 29 de julio.
En rueda de prensa, aclaró que la segunda vuelta solo estaría planteada de ser necesario; es decir, si el ganador obtiene más de 50% de la votación no haría falta. En las primarias presidenciales de 2012 solo hubo una primera vuelta en la que Henrique Capriles Radonski se impuso con 64,2% de la votación (1.911.648 votos) sobre otros cuatro candidatos. La participación total alcanzó 3.079.284 votos.
La Plataforma Unitaria anunció que las primarias se harán en 2023, pero la fecha exacta aún no está definida. Organizaciones como Súmate proponen que sea para el último trimestre de ese año.
«Una segunda vuelta es más tiempo de organización, es más compleja, sería más sencillo hacerla a dos vueltas con el CNE que sin el CNE, saldría más barato, pero sin el CNE implica costos más elevados», expresa el periodista especializado en el tema electoral, Eugenio Martínez.
Los comicios internos de 2012 fueron pagados en parte por los candidatos participantes. También se contó con la asistencia técnica del Poder Electoral lo que abarató costos. Martínez advierte que se debe tener mucho cuidado con el origen de los recursos a emplearse para las primarias, porque no pueden ser públicos como los activos congelados en el exterior, por ejemplo.
Entre quienes respaldan la propuesta de segunda vuelta hay diferencias, puesto que algunos están a favor de que la Plataforma Unitaria solicite asistencia técnica al CNE para las primarias y otros como Solórzano, en contra de cualquier intervención del Poder Electoral en el proceso por el temor de una nueva lista Tascón.
Castellanos Vásquez le añade el nivel de agotamiento de los electores, la inversión de mayores recursos logísticos y humanos y el «riesgo» de que el sector perdedor, más consolidado tras una segunda vuelta, se retire y participe fuera de la alianza opositora. Esto último, advirtió, dada las diferencias que actualmente exhibe la oposición al gobierno de Nicolás Maduro.
«Una segunda vuelta, además, podría potenciar más las asimetrías entre los distintos sectores en cuanto a disposición de recursos y la campaña electoral», acotó el politólogo.
Martínez destaca que desde la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) se propone como alternativa a la segunda vuelta, un sistema de listas que consiste en el voto múltiple; es decir, que el votante pueda escoger a tres candidatos en orden de preferencia, luego se ponderan los tres nombres más favorecidos en primer, segundo y tercer lugar.
Los expertos coinciden en que antes de pensar en una segunda vuelta para las primarias, la Plataforma Unitaria debe revisar otros temas como precisamente la participación o no del CNE, objetivos de la elección y estrategias a seguir, quiénes pueden participar en la contienda interna y las alternativas a posibles escenarios de inhabilitación política contra el ganador.
«Creo que antes de pensar en una segunda vuelta, otros temas deben revisarse, por ejemplo: la estrategia que supone las primarias, los objetivos, que aún no están claros, los actores a participar, la participación o no del CNE. Una vez que eso estuviese claro creo que se podría plantear la necesidad y pertinencia de una segunda vuelta de las primarias», apuntó Castellanos Vásquez.
Para Martínez es importante que la coalición opositora, organizadora de las primarias, precise para qué exactamente son y con base a ello establezca un reglamento claro. Es decir, definir si las internas son solo para escoger al candidato presidencial para 2024 o también para seleccionar los abanderados a los comicios de 2025, caso Asamblea Nacional, gobernaciones y alcaldías.
«También el reglamento debe considerar por ejemplo, qué ocurre si el candidato electo está inhabilitado actualmente o si lo inhabilitan de aquí a 2024 y cómo se escoge su reemplazo, si es el segundo, el tercero o el cuarto más votado, si el reemplazo sale de un consenso político entre los tres más votados, lo designa el más votado o su entorno, es decir, todo eso tiene que discutirse y plasmarse en un documento antes de hablar que se tiene que hacer una segunda vuelta», consideró el periodista.
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Cada vez se suman más voces opositoras para que las primarias que planteó la Plataforma Unitaria para escoger a un candidato o candidata presidencial para 2024, sea un proceso con segunda vuelta.
El primer vicepresidente de Acción Democrática (AD controlado por Henry Ramos Allup), Edgar Zambrano; la presidenta de Encuentro Ciudadano, Delsa Solórzano; el Movimiento Democracia e Inclusión (MDI); el Movimiento al Socialismo (MAS), factores de Bandera Roja y Fuerza Vecinal, entre otras voces, están a favor de que las primarias presidenciales de oposición contemplen una doble vuelta.
El principal argumento que esgrimen es que darían «mayor legitimidad» al ganador, en el caso de que no supere 50% de la votación en la primera vuelta o si la diferencia entre quien llegue en primer lugar y quien llegue de segundo sea muy pequeña.
Expertos consultados por Efecto Cocuyo indican que una segunda vuelta para las internas, que aún no ha sido definida por la Plataforma Unitaria Democrática, tiene ventajas como la consolidación de las alianzas participantes en el proceso, pero también desventajas como mayor tiempo de organización e inversión de dinero.
«Dentro de las ventajas destacan la posibilidad de promover alianzas de candidatos en el marco de la segunda vuelta, consolidar los encuentros entre sectores e inclusive fortalecer los liderazgos», señala el exasesor del Consejo Nacional Electoral (CNE), Jesús Castellanos Vásquez.
Parte de la dirigencia política, que avala la propuesta para la escogencia del abanderado a Miraflores para 2024, sostiene que una segunda vuelta permitirá tener un candidato más fuerte para enfrentar al chavismo.
«Cuando vemos que serán varios los candidatos, para que ese resultado goce de legitimidad, quien resulte electo debe tener una verdadera mayoría para que sea un candidato de la unidad. La única forma de garantizarlo en un escenario con varias candidaturas es que eso se resuelva en dos vueltas», expresó Solórzano el pasado 29 de julio.
En rueda de prensa, aclaró que la segunda vuelta solo estaría planteada de ser necesario; es decir, si el ganador obtiene más de 50% de la votación no haría falta. En las primarias presidenciales de 2012 solo hubo una primera vuelta en la que Henrique Capriles Radonski se impuso con 64,2% de la votación (1.911.648 votos) sobre otros cuatro candidatos. La participación total alcanzó 3.079.284 votos.
La Plataforma Unitaria anunció que las primarias se harán en 2023, pero la fecha exacta aún no está definida. Organizaciones como Súmate proponen que sea para el último trimestre de ese año.
«Una segunda vuelta es más tiempo de organización, es más compleja, sería más sencillo hacerla a dos vueltas con el CNE que sin el CNE, saldría más barato, pero sin el CNE implica costos más elevados», expresa el periodista especializado en el tema electoral, Eugenio Martínez.
Los comicios internos de 2012 fueron pagados en parte por los candidatos participantes. También se contó con la asistencia técnica del Poder Electoral lo que abarató costos. Martínez advierte que se debe tener mucho cuidado con el origen de los recursos a emplearse para las primarias, porque no pueden ser públicos como los activos congelados en el exterior, por ejemplo.
Entre quienes respaldan la propuesta de segunda vuelta hay diferencias, puesto que algunos están a favor de que la Plataforma Unitaria solicite asistencia técnica al CNE para las primarias y otros como Solórzano, en contra de cualquier intervención del Poder Electoral en el proceso por el temor de una nueva lista Tascón.
Castellanos Vásquez le añade el nivel de agotamiento de los electores, la inversión de mayores recursos logísticos y humanos y el «riesgo» de que el sector perdedor, más consolidado tras una segunda vuelta, se retire y participe fuera de la alianza opositora. Esto último, advirtió, dada las diferencias que actualmente exhibe la oposición al gobierno de Nicolás Maduro.
«Una segunda vuelta, además, podría potenciar más las asimetrías entre los distintos sectores en cuanto a disposición de recursos y la campaña electoral», acotó el politólogo.
Martínez destaca que desde la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) se propone como alternativa a la segunda vuelta, un sistema de listas que consiste en el voto múltiple; es decir, que el votante pueda escoger a tres candidatos en orden de preferencia, luego se ponderan los tres nombres más favorecidos en primer, segundo y tercer lugar.
Los expertos coinciden en que antes de pensar en una segunda vuelta para las primarias, la Plataforma Unitaria debe revisar otros temas como precisamente la participación o no del CNE, objetivos de la elección y estrategias a seguir, quiénes pueden participar en la contienda interna y las alternativas a posibles escenarios de inhabilitación política contra el ganador.
«Creo que antes de pensar en una segunda vuelta, otros temas deben revisarse, por ejemplo: la estrategia que supone las primarias, los objetivos, que aún no están claros, los actores a participar, la participación o no del CNE. Una vez que eso estuviese claro creo que se podría plantear la necesidad y pertinencia de una segunda vuelta de las primarias», apuntó Castellanos Vásquez.
Para Martínez es importante que la coalición opositora, organizadora de las primarias, precise para qué exactamente son y con base a ello establezca un reglamento claro. Es decir, definir si las internas son solo para escoger al candidato presidencial para 2024 o también para seleccionar los abanderados a los comicios de 2025, caso Asamblea Nacional, gobernaciones y alcaldías.
«También el reglamento debe considerar por ejemplo, qué ocurre si el candidato electo está inhabilitado actualmente o si lo inhabilitan de aquí a 2024 y cómo se escoge su reemplazo, si es el segundo, el tercero o el cuarto más votado, si el reemplazo sale de un consenso político entre los tres más votados, lo designa el más votado o su entorno, es decir, todo eso tiene que discutirse y plasmarse en un documento antes de hablar que se tiene que hacer una segunda vuelta», consideró el periodista.