María Laura Chang /@marilachang

Al salir de la estación de metro de Chacaíto, una mujer mayor sacó de su bolso una pequeña ollita que tenía guardada durante el trayecto que realizó en el subterráneo. Al encontrarse con un grupo de manifestantes, se sintió en ambiente y sacó también una banderita tricolor. Luego de un tiempo se animó a cantar consignas contra el actual gobierno y se emocionó con la llegada de líderes opositores que asistieron a la denominada Marcha de las Ollas Vacías, que se dio este sábado 24 de enero en la avenida Casanova, Chacaíto.

Había tres puntos de encuentro: la Torre de La Previsora, en Plaza Venezuela; la plaza El Indio, en Chacao, y la plaza Alfredo Sadel, en Las Mercedes. Desde temprano, los alrededores de la torre La Previsora estuvieron fuertemente custodiados por efectivos de la  Guardia Nacional Bolivariana, debidamente equipados con antimotines. A las 9:30 de la mañana un grupo de aproximadamente 60 manifestantes, vestidos de blanco y con banderas alusivas a Acción Democrática, decidió moverse del sitio, luego de que los militares les pidieron que se retiraran porque no tenían permiso para estar allí.

Caminaron hasta Chacaíto, donde poco a poco empezó a llegar la gente procedente de los otros dos puntos de concentración.

Allí en la tarima, ubicada detrás del Centro Comercial Único de Chacaíto, resonaban en las cornetas merengues caraqueños, joropos llaneros y gaitas zulianas. Los colores de los partidos de oposición pintaban la avenida, salvo Avanzada Progresista del gobernador Henri Falcón.  Un hombre transformado en bandera venezolana, con el rostro completamente azul, ya daba señales de cansancio a las 11:50 am. Empezaba a llegar el grupo de la plaza El Indio, cuando una jovencita que lucía gorra tricolor le pidió una foto. Luego de tomársela, se animó a explicar lo que le motivó a asistir a la protesta. “Somos un país trabajador y productivo, harto de hacer colas. Este desabastecimiento es producto de la falta de gerencia, que Maduro deje de echarle la culpa a la oposición”, dijo.

Mientras tanto se veían semblantes ansiosos. Muchos de ellos, adultos mayores equipados con protector solar, gorras y/o sombreros, a la espera de los voceros de la “unidad”. Los vendedores de mandarinas (ofrecían el kilo entre 50 y 80 bolívares) se apuraban a ofrecer su mercancía y sacar el día. También había raspaditos, tostones, agua, refrescos y chupis. El calor ayudó a activar las ventas.

La señora Alejandra, austríaca con 53 años en Caracas, sonreía. A sus 83 años,  sostenía sobre su cuello una cámara profesional con la que estuvo tomando fotos. Su acento está fuertemente marcado por su madre patria, pero ella se considera caraqueña. “Estoy aquí porque espero un cambio de gobierno, porque éste no sabe nada. Pero todavía la gente tiene mucha paciencia”, comentó en su imperfecto castellano.

Al mediodía empezaron a llegar los líderes opositores. David Smolansky y María Corina Machadovenían de la plaza El Indio  acompañados por un grupo de jóvenes bajo una larga bandera de Venezuela. También marchaban simpatizantes de Primero Justicia, Copei, AD, Un Nuevo Tiempo, Bandera Roja, Voluntad Popular, Movimiento Progresista de Venezuela. Algunos asistentes le gritaban a Machado: ¡Valiente! a medida que se iba acercando a la tarima. Ella les respondía con sonrisas y saludos. Micrófono en mano, la diputada aseguró que “juntos y unidos haremos el milagro venezolano y el país emergerá de las ruinas”.

En 20 minutos ya habían llegado al punto de encuentro Carlos Ocariz, Ramón Muchacho, Antonio Ledezma, Lilian Tintori, Jesús “Chuo” Torrealba, Roberto Henriquez, Luis Aquiles Moreno y Henrique Capriles Radonski. Este último arribó con su acostumbrado paso a trote y rodeado de un grupo de personas. La gente parecía estar esperándolo a él. Mientras se aproximaba a la tarima,  sobraron los gritos de emoción y los celulares a través de los cuales intentaban capturar su imagen.

Sin embargo, para pesar de sus seguidores, Capriles no habló en tarima, de la que se bajó aproximadamente 15 minutos después. Ya habían intervenido Jesús Chúo Torrealba, María Corina Machado, Luis Aquiles Moreno (subsecretario de AD) y Roberto Enríquez, cuando para sorpresa de muchos se fue el gobernador de Miranda. Sí declaró a los medios y sostuvo que su llamado a la movilización no es solo ir a marchar,  sino también “acompañar a nuestro pueblo en  la difícil situación, ayudarnos en las colas, organizar la comunidad, hacer contraloría, reportar el abastecimiento, reportar las colas”. Aprovechó la oportunidad para responsabilizar a Maduro de la escasez de los productos básicos y lo tildó de “pirata” y denunció una fuerte censura en los mediosde comunicación.

Freddy Guevara, de Voluntad Popular, insistió en que “Aquí debería estar Leopoldo López libre, liderando el proceso de cambio”. En tarima el último en hablar fue Antonio Ledezma. Mientras se despedía y con las notas del himno nacional de fondo, un grupo de jóvenes entre 15 y 20 años se encapucharon y empezaron a gritar consignas de resistencia. Lanzaron algunos explosivos, lo que precipitó el retorno de quienes aún no se habían ido del lugar. En seguida llegó la Policía Nacional Bolivariana, la Policía de Miranda, y la Policía de Chacao. Treinta minutos después Chacaíto estaba despejado.

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