A propósito de las posibles extradiciones del empresario Alex Saab y de Hugo «el Pollo» Carvajal a Estados Unidos, sobre todo en el primer caso, surgen interrogantes sobre cómo esto podrían afectar aún más las relaciones entre la Casa Blanca y el gobierno de Nicolás Maduro y qué consecuencias podría acarrearle a la administración chavista o, incluso, si habrá alguna incidencia en el proceso de negociaciones que se adelanta en México.
De entrada, internacionalistas descartan que ambas extradiciones, especialmente la del empresario de los Clap, detenido en Cabo Verde, pueda tener alguna repercusión en las rondas de conversaciones que apenas comienzan y cuentan con la mediación de Noruega. Y si la tiene, advierten, sería solo una «excusa» de la administración Madurista para «patear la mesa», tal como ha ocurrido en oportunidades anteriores.
«Si el chavismo no se siente cómodo en la mesa pude usar lo de Saab para patearla, no debería influir, será en la medida que lo quiera el chavismo. De cualquier forma no podría ser usado Saab como ficha de canje para conseguir algo porque si bien Estados Unidos es aliado de la oposición y Juan Guaidó, este no tiene capacidad para influir en una hipotética liberación, porque en EE.UU. sí hay independencia de poderes y la justicia seguirá su curso», señala el internacionalista Iván Rojas.
En declaraciones a Efecto Cocuyo, el también consultor político recordó que tanto a Saab como a Carvajal se les buscaba por temas criminales de corrupción y narcotráfico, y no por violaciones de derechos humanos ni como funcionarios del gobierno de Maduro, aunque se haya dado al empresario colombiano un estatus de diplomático que en realidad – afirma Rojas- no tiene.
El 7 de septiembre, el Tribunal Constitucional de Cabo Verde autorizó la extradición hacia los EE. UU. de Saab, luego de un dilatado proceso en el que Miraflores no escatimó en recursos para su defensa y liberación. El empresario colombiano fue apresado en junio gracias a una alerta de Interpol, según la cual está solicitado por Washington, que lo acusa de lavado de dinero.
En cuanto a Carvajal, antiguo jefe de la inteligencia militar del gobierno de Hugo Chávez, fue capturado este 9 de septiembre en Madrid, España, luego de 22 meses en la clandestinidad. También será extraditado a EE. UU., cuyo departamento de justicia lo señala de facilitar envíos de narcóticos desde Venezuela. En mayo de este año, el país del norte había fijado una recompensa de 10 millones de dólares por información que facilitara su detención.
Cabo Verde da vía libre a la extradición de Alex Saab a EEUU
«No veo mayor repercusión. Creo que las negociaciones tienen una agenda, unos temas, una metodología e incluso un calendario y debería seguir avanzando. Tienen la presencia de la comunidad internacional que juega también a presión, en consecuencia debería seguirse esa hoja de ruta, independientemente de los acontecimientos que se desarrollen en el entorno», coincide el internacionalista, Félix Arellano.
En todo caso, señala el profesor universitario, es prematuro adelantar resultados de unas negociaciones que apenas están comenzando. Cree que lo de Carvajal y Saab son temas que podrían tratarse cuando en la mesa se aborden aspectos como la justicia transicional y la corrupción.
Pero, al igual que Rojas, advierte que hay que estar alertas ante cualquier jugada del poder político en Miraflores para «sabotear» las conversaciones si percibe que no le convienen.
«Ya sabemos que Miraflores aprovecha cualquier oportunidad para jugar duro, recordemos que pateó la mesa del Vaticano, la mesa de República Dominicana y la de Barbados. Hay que estar consciente de que no está interesado en avanzar en los temas de las condiciones electorales y quisiera que mañana se suspendan las sanciones sin mayor esfuerzo, por lo que podría usar cualquier excusa para abandonar el proceso», alerta.
Los analistas reiteran que la justicia estadounidense debe seguir su curso tanto en el caso de Saab como en el de Carvajal y que ni el Departamento de Estado ni del Tesoro pueden interferir.
Un probable resultado de los procesos judiciales, señala Rojas, puede ser que tras acordar cooperar con las autoridades estadounidenses, ambos proporcionen información que podría involucrar a funcionarios del Estado venezolano o activos de la República con posibles crímenes. En consecuencia, podrían lograr beneficios como reducción de condenas.
«No es la primera vez que un venezolano conectado con el Gobierno se involucra en hechos criminales; así que podemos escuchar nombres de funcionarios de Maduro y, así Saab o Carvajal no cooperen con la justicia, hay investigaciones que arrojarán resultados. ¿Cuál puede ser la respuesta de Maduro? Condecorar al afectado para restarle importancia al tema», añade.
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A propósito de las posibles extradiciones del empresario Alex Saab y de Hugo «el Pollo» Carvajal a Estados Unidos, sobre todo en el primer caso, surgen interrogantes sobre cómo esto podrían afectar aún más las relaciones entre la Casa Blanca y el gobierno de Nicolás Maduro y qué consecuencias podría acarrearle a la administración chavista o, incluso, si habrá alguna incidencia en el proceso de negociaciones que se adelanta en México.
De entrada, internacionalistas descartan que ambas extradiciones, especialmente la del empresario de los Clap, detenido en Cabo Verde, pueda tener alguna repercusión en las rondas de conversaciones que apenas comienzan y cuentan con la mediación de Noruega. Y si la tiene, advierten, sería solo una «excusa» de la administración Madurista para «patear la mesa», tal como ha ocurrido en oportunidades anteriores.
«Si el chavismo no se siente cómodo en la mesa pude usar lo de Saab para patearla, no debería influir, será en la medida que lo quiera el chavismo. De cualquier forma no podría ser usado Saab como ficha de canje para conseguir algo porque si bien Estados Unidos es aliado de la oposición y Juan Guaidó, este no tiene capacidad para influir en una hipotética liberación, porque en EE.UU. sí hay independencia de poderes y la justicia seguirá su curso», señala el internacionalista Iván Rojas.
En declaraciones a Efecto Cocuyo, el también consultor político recordó que tanto a Saab como a Carvajal se les buscaba por temas criminales de corrupción y narcotráfico, y no por violaciones de derechos humanos ni como funcionarios del gobierno de Maduro, aunque se haya dado al empresario colombiano un estatus de diplomático que en realidad – afirma Rojas- no tiene.
El 7 de septiembre, el Tribunal Constitucional de Cabo Verde autorizó la extradición hacia los EE. UU. de Saab, luego de un dilatado proceso en el que Miraflores no escatimó en recursos para su defensa y liberación. El empresario colombiano fue apresado en junio gracias a una alerta de Interpol, según la cual está solicitado por Washington, que lo acusa de lavado de dinero.
En cuanto a Carvajal, antiguo jefe de la inteligencia militar del gobierno de Hugo Chávez, fue capturado este 9 de septiembre en Madrid, España, luego de 22 meses en la clandestinidad. También será extraditado a EE. UU., cuyo departamento de justicia lo señala de facilitar envíos de narcóticos desde Venezuela. En mayo de este año, el país del norte había fijado una recompensa de 10 millones de dólares por información que facilitara su detención.
Cabo Verde da vía libre a la extradición de Alex Saab a EEUU
«No veo mayor repercusión. Creo que las negociaciones tienen una agenda, unos temas, una metodología e incluso un calendario y debería seguir avanzando. Tienen la presencia de la comunidad internacional que juega también a presión, en consecuencia debería seguirse esa hoja de ruta, independientemente de los acontecimientos que se desarrollen en el entorno», coincide el internacionalista, Félix Arellano.
En todo caso, señala el profesor universitario, es prematuro adelantar resultados de unas negociaciones que apenas están comenzando. Cree que lo de Carvajal y Saab son temas que podrían tratarse cuando en la mesa se aborden aspectos como la justicia transicional y la corrupción.
Pero, al igual que Rojas, advierte que hay que estar alertas ante cualquier jugada del poder político en Miraflores para «sabotear» las conversaciones si percibe que no le convienen.
«Ya sabemos que Miraflores aprovecha cualquier oportunidad para jugar duro, recordemos que pateó la mesa del Vaticano, la mesa de República Dominicana y la de Barbados. Hay que estar consciente de que no está interesado en avanzar en los temas de las condiciones electorales y quisiera que mañana se suspendan las sanciones sin mayor esfuerzo, por lo que podría usar cualquier excusa para abandonar el proceso», alerta.
Los analistas reiteran que la justicia estadounidense debe seguir su curso tanto en el caso de Saab como en el de Carvajal y que ni el Departamento de Estado ni del Tesoro pueden interferir.
Un probable resultado de los procesos judiciales, señala Rojas, puede ser que tras acordar cooperar con las autoridades estadounidenses, ambos proporcionen información que podría involucrar a funcionarios del Estado venezolano o activos de la República con posibles crímenes. En consecuencia, podrían lograr beneficios como reducción de condenas.
«No es la primera vez que un venezolano conectado con el Gobierno se involucra en hechos criminales; así que podemos escuchar nombres de funcionarios de Maduro y, así Saab o Carvajal no cooperen con la justicia, hay investigaciones que arrojarán resultados. ¿Cuál puede ser la respuesta de Maduro? Condecorar al afectado para restarle importancia al tema», añade.