La gobernadora de Monagas, Yelitza Santaella, aseguró que habría “dejado preso más tiempo” al sacerdote Gerónimo Sifontes, coordinador de Cáritas en este estado oriental.
Así lo afirmó este jueves, 16 de abril, en su programa radial al referirse a la detención por tres horas de Sifontes. Esto ocurrió en Maturín, el pasado miércoles 8 de abril.
Santaella acusó al párroco de la iglesia Santo Domingo de Guzmán, en Las Cocuizas, de “desatar su odio, su rencor, su resentimiento contra un proyecto político”.
Sifontes fue llevado a la comandancia de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en Monagas el miércoles santo por 10 efectivos que lo montaron en una patrulla.
La detención ocurrió después de que una vecina y su hijo denunciaran a la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi), que el sacerdote y varios feligreses usaron una bandera de Venezuela rota para hacer un altar frente a la iglesia.
Según la mandataria local lo que se hizo con la bandera fue “irrespeto a los símbolos patrios”, por lo que hubiese dejado “preso más tiempo”.
En conversación con Efecto Cocuyo, Sifontes explicó que esa bandera era un símbolo de la situación actual del país. Fue el monumento que se hizo para exponer al Santísimo, el Jueves Santo, aunque después fue cambiado.
“Me montaron en un carro, estaba vestido de sotana. Estuve tres horas esperando por el comandante para que explicara. A las 9:00 de la noche cuando llegó el comandante, me dijo que tenía una denuncia en mi contra, porque estaba en desacato con las normas de la cuarentena”, contó.
Cuelgue la sotana y haga política
La gobernadora reiteró, este jueves, que si el cura quería hacer política debía colgar su sotana y dejar su ministerio sacerdotal.
“Si usted quiere ser político, usted se quita su sotana, le pide permiso a Dios, que también se lo da, la pone allá y se pone a hacer política. Y nos enfrentamos en el campo político”, insistió la también vicepresidenta de Finanzas del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
Además le recordó que es “un mandato de Dios”, que los sacerdotes deben orar por los gobernantes.
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