En gestión de Guaidó se aprobó el uso de 285 millones de dólares de fondos protegidos

Durante la gestión de Juan Guaidó se autorizó el uso de por lo menos 285.149.681 dólares provenientes del Banco Central de Venezuela (BCV). La rendición de cuentas del actual presidente del BCV ad hoc, Manuel Suárez; del procurador especial, Enrique Sánchez Falcón, y la revisión de aprobaciones (públicas) destinadas al Fondo de Litigios permiten estimar el monto total.

De este total, se ha ejecutado $70,4 millones hasta el momento.

De acuerdo con Suárez, la Asamblea Nacional (de mayoría opositora) y la Comisión Delegada Legislativa autorizaron, en 2020 y 2021, dos préstamos a la República que suman $ 242,4 millones.

Sin embargo, en este balance no se contemplan los 24 millones de dólares que se solicitaron y aprobaron en 2020 para la defensa de activos en el exterior ni los 18,7 millones que se autorizaron en 2021 para el mismo fin. Partidas que fueron reconocidas por Sánchez Falcón en su presentación y que eleva la cifra a $ 285 millones.

Lo gastado

Para estimar el dinero que efectivamente se ha usado se tienen varias referencias. El presidente del BCV ad hoc indicó que se han ejecutado $70,4 millones desagregados de la siguiente manera: $ 63.8 millones destinados al Fondo para la Liberación de Venezuela y $ 6,6 millones para el Fondo de Litigios.

El economista presentó un estado financiero al cierre de junio de 2021 que muestra que en la cuenta del BCV queda “un saldo líquido” de $276 millones.

No obstante, el procurador especial agregó que $16,3 millones se utilizaron para el pago de las firmas de abogados que representan a Venezuela en el exterior. No queda claro entonces si este dinero proviene de la cuenta del BCV y debe sumarse a los $70 millones ya usados.

Otro dato que destacó en la presentación de Suárez fue el total que dice se gastó para los proyectos del Fondo de Liberación. Mientras el economista afirma que fueron $63,8 millones, el Consejo de Administración del Gasto reporta $ 59,3 millones.

“Alcabalas”

El uso de los fondos públicos implica una serie de “alcabalas” o permisos que involucran a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (Ofac).

Manuel Suárez explicó cómo funcionan los préstamos a la República: se debe hacer un presupuesto, se nombra a un cuentadante o responsable, se solicita la aprobación de la Comisión de Administración del Gasto y luego se solicita la licencia a la Ofac (Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos) para liberar los fondos.

Las leyes venezolanas exigen, además, la autorización del Poder Legislativo. 

Recursos protegidos

El Gobierno interino tiene el control de una fuente principal de recursos, se trata de una cuenta a favor del Banco Central de Venezuela (BCV) que está bajo custodia de la Reserva Federal con un saldo inicial de 342.279.672 dólares provenientes de una transferencia realizada desde Citibank. La entidad financiera debía estos fondos al BCV como un monto remanente de la ejecución del oro que Venezuela había dejado en garantía de dos préstamos. Las operaciones se conocen como acuerdos de swap de oro.

Al ser Guaidó reconocido como presidente interino de Venezuela por el gobierno de Estados Unidos, el dinero del oro quedó “congelado” o “protegido”, lo que quiere decir que la administración de Nicolás Maduro no puede acceder a él. El gobierno interino inicialmente tampoco podía disponer de este dinero, pero una modificación en el Estatuto que Rige la Transición, en su artículo 36, permitió las autorizaciones que se han realizado hasta ahora.