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Mirla Perez | @mirlamargarita
Digo universidad y ubico en ella el objeto, la institución que me propongo abordar. No pretendo quedarme en ella, pasaré por ella y me detendré en la humanidad que la constituye. Nuestra universidad ha producido y reproducido saberes, conocimientos, ciencia. Hemos formado por siglos generaciones de profesionales basados en el pensamiento libre, autónomo, responsable. ¡Nuestro poder está en haber favorecido la formación de tantas personas que ofrecieron al país sus conocimientos bien cultivados!
La pluralidad, diversidad y vocación democrática de nuestra universidad nos ha acompañado un largo camino. Su universalidad ha sido la vía por donde ha discurrido vida, pensamiento y acción. Cabemos todos, con verdades confrontadas, debatiendo, buscando el sentido y fundamento, construyendo interpretaciones múltiples y diversas ante una realidad compleja.
Hay, tal vez, un espíritu universitario que nos acerca, que nos une, que nos hace reconocernos como comunidad: los ucvistas, ucistas, etc… Tenemos una identidad sin homogeneidad, no somos masas, somos un tejido heterogéneo, diverso. De ahí que podamos pensar una misma realidad de distintas maneras. En la diversidad nos movemos. Esta es nuestra fortaleza.
¿Está en peligro esta comunidad heterogénea? Las dictaduras no pueden lidiar con instituciones de naturaleza democrática y para las tiranías totalitarias es imposible permitir espacios de libertad y autodeterminación. Como en Venezuela no hay consenso en la definición del régimen político o estructura del poder, coloco estas dos posibilidades. Me inclino por la segunda.
¿Cuál ha sido la configuración del poder para someter a la universidad? Si estuviéramos en una dictadura pura y simple, ya tuviéramos una universidad cerrada. El movimiento de dominación en Venezuela es más sofisticado, al ser de naturaleza totalitaria no basta con cerrar o sustituir, hay que someter. ¿Cómo lo hacen? Metiéndose en la estructura y rompiéndola por dentro, desestructurando el sistema de relaciones que le identifica como comunidad académica.
¿Cómo nos han roto? Tenemos una comunidad empobrecida, incapaz de solventar las necesidades básicas, estudiantes y profesores compartimos el mismo destino. Una UNIVERSIDAD que sólo ofrece clases, porque es el único sacrificio que podemos hacer, el hambre no nos permite otro. Lo hacemos por compromiso, porque tenemos una deuda moral con el Alma Mater que nos formó. ¿Hasta cuándo podremos sostener esa pesada carga en nuestros hombros?
Tenemos unas “autoridades” que se mantienen en el poder del mismo modo que lo ha hecho la tiranía, no favoreciendo vías para la renovación. La tiranía se sostiene en elecciones fraudulentas y la universidad, que es de naturaleza democrática, evitando la consulta. Dos grandes grupos se van conformando en la universidad, los que tienen todo el poder y están metidos en la mecánica de la dominación, y la inmensa comunidad de estudiantes, obreros, empleados y profesores despojados de todo derecho.
Para decirlo con Foucault, “las relaciones de poder son las que los aparatos de Estados ejercen sobre los individuos, pero así mismo… el poder ejercido por el notable, el poder que el dueño ejerce en su fábrica sobre sus obreros…” el poder que ejercen las “notables” autoridades universitarias sobre su comunidad. ¿De dónde emana este poder? La universidad en la última década se ha desarrollado bajo la sombra de un poder tiránico, y ahí radica su eliminación.
No necesitamos una intervención cuando el régimen nos inhabilitó e imposibilitó la existencia misma como universidad. La universidad es más que un recinto para dar clases, es una comunidad de intereses académicos, investigativos que se extiende como voz autorizada a la comunidad más grande llamada Venezuela. Eso no existe. ¿Qué esperamos?
Doy aquí un grito de alerta, un llamado de atención, la preocupación me mueve a dirigirme a una comunidad que tiene una larga historia de libertad y un corto camino de dominación. ¿Cuál de las dos historias marcarán el futuro? ¿Como comunidad universitaria, académica, intelectual, estamos haciendo la interpretación filosófica, ético-política que devele el fundamento de este régimen de dominación?
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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
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