Venezuela necesitará de trabajo y sentido de dirección para recuperarse, afirma Ramón Piñango

LA HUMANIDAD · 24 MAYO, 2020 19:40

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Deisy Martínez @deicamar


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Venezuela entera no ha sido destruida por una guerra ni por desastres naturales, pero para salir de la profunda crisis en la que está sumida requerirá emular  comportamientos de otros países salidos del abismo para recuperarse.

El sociólogo Ramón Piñango señala que dos ellos son el trabajo de su gente y un liderazgo fuerte que aporte sentido de dirección.

“A través de acciones gubernamentales concretas e inmediatas se le debe hacer sentir a la gente que puede, que es necesario un gran esfuerzo y  que vamos mejorar, rescatar la esperanza”, expresó el exdirector ejecutivo del Iesa.

Piñango advierte que las necesidades del país son tan amplias y tan severas, especialmente en materia de alimentación y servicios públicos, que de lograrse el cambio político será difícil establecer prioridades. Pero cree que por ejemplo el problema del hambre y de abastecimiento de agua, debe estar entre las urgencias a resolver.

Según el monitoreo que realiza la Asamblea Nacional, a través de la Encuesta Crisis Venezuela, actualmente solo 4% de los venezolanos recibe agua de forma continua y más de 90% de la población reporta fallas en el servicio.

En este punto subraya que los acuerdos políticos que puedan lograrse como parte de un proceso de transición deben estar a la altura de tareas complejas para que el  país se recupere.

“Es bárbaro lo que sufre  la población venezolana, nos devolvimos a la época colonial, aunque en ese período por lo menos había agua. No recuerdo otro período de tanta carestía, es grande el retroceso y nos va a  costar recuperarnos porque las necesidades son muchas y los recursos pocos”, afirmó.

Incertidumbre

Mencionó la escasez del agua potable y la de gasolina como nuevos factores de desigualdad social porque si bien es cierto que les falta a todos, la gente de menos recursos no tiene dólares para comprar una cisterna o pagar gasolina por canales irregulares.

El Estado del venezolano es de total incertidumbre porque no sabe dónde está parado.  Son muchos los problemas de agua, luz, gas, gasolina, la pandemia, suspenden el Directv a 10 millones de personas, con una cobertura grande en sectores populares y no se sabe qué pasará. La gente se concentra en resolver su día a día mientras está latente el riesgo de estallido social”, sostuvo.

Durante el mes de abril se registraron 464 protestas por servicios básicos, principalmente por electricidad, agua potable y gas doméstico, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs). Las acciones de calle por falta de gasolina sumaron 176 el mes pasado y por alimentos 146.

El lado positivo y el negativo

A su juicio, las consecuencias negativas de tantas carencias en la gente se basan en la resignación y la desesperación que puede llevar a suicidios tanto en adultos como en niños. Aclaró que sobre esto último no hay cifras oficiales pero se percibe un aumento en los casos.

“Se siente un vacío, una sociedad sin normas, se replican escenas de violencia producto de la necesidad como la que vimos en Petare con una pelea entre vecinos por agua”, acotó.

Pero también asegura que toda esta situación podría arrojar resultados positivos para un cambio, en el caso de que la protesta social cobre un sentido político y se logre canalizar. “Hay protestas a lo largo y ancho del país, pero son pequeños focos”, dijo.

El Ovcs documentó en abril 32 saqueos y nueve intentos en nueve estados, principalmente las entidades orientales como Anzoátegui y Sucre.

Añade el hecho en que en tiempos de crisis surge la creatividad en las personas en la búsqueda de alternativas para no sucumbir. Menciona el auge de los servicios de delivery (reparto a domicilio) que han adoptado los comercios para no quebrar durante la cuarentena. “Son demostraciones de que hay personas que no se resignan, que no se rinden”, resaltó.

Advierte que los efectos negativos de la emergencia en términos de conductas de las personas no se revierten automáticamente, por lo que insiste en que entre las primeras medidas para resolver la crisis deben incluirse acciones para mejorar situaciones en lo inmediato o a corto plazo para rescatar la esperanza y el optimismo colectivo.

Foto: Efe

LA HUMANIDAD · 24 MAYO, 2020

Venezuela necesitará de trabajo y sentido de dirección para recuperarse, afirma Ramón Piñango

Texto por Deisy Martínez @deicamar

Venezuela entera no ha sido destruida por una guerra ni por desastres naturales, pero para salir de la profunda crisis en la que está sumida requerirá emular  comportamientos de otros países salidos del abismo para recuperarse.

El sociólogo Ramón Piñango señala que dos ellos son el trabajo de su gente y un liderazgo fuerte que aporte sentido de dirección.

“A través de acciones gubernamentales concretas e inmediatas se le debe hacer sentir a la gente que puede, que es necesario un gran esfuerzo y  que vamos mejorar, rescatar la esperanza”, expresó el exdirector ejecutivo del Iesa.

Piñango advierte que las necesidades del país son tan amplias y tan severas, especialmente en materia de alimentación y servicios públicos, que de lograrse el cambio político será difícil establecer prioridades. Pero cree que por ejemplo el problema del hambre y de abastecimiento de agua, debe estar entre las urgencias a resolver.

Según el monitoreo que realiza la Asamblea Nacional, a través de la Encuesta Crisis Venezuela, actualmente solo 4% de los venezolanos recibe agua de forma continua y más de 90% de la población reporta fallas en el servicio.

En este punto subraya que los acuerdos políticos que puedan lograrse como parte de un proceso de transición deben estar a la altura de tareas complejas para que el  país se recupere.

“Es bárbaro lo que sufre  la población venezolana, nos devolvimos a la época colonial, aunque en ese período por lo menos había agua. No recuerdo otro período de tanta carestía, es grande el retroceso y nos va a  costar recuperarnos porque las necesidades son muchas y los recursos pocos”, afirmó.

Incertidumbre

Mencionó la escasez del agua potable y la de gasolina como nuevos factores de desigualdad social porque si bien es cierto que les falta a todos, la gente de menos recursos no tiene dólares para comprar una cisterna o pagar gasolina por canales irregulares.

El Estado del venezolano es de total incertidumbre porque no sabe dónde está parado.  Son muchos los problemas de agua, luz, gas, gasolina, la pandemia, suspenden el Directv a 10 millones de personas, con una cobertura grande en sectores populares y no se sabe qué pasará. La gente se concentra en resolver su día a día mientras está latente el riesgo de estallido social”, sostuvo.

Durante el mes de abril se registraron 464 protestas por servicios básicos, principalmente por electricidad, agua potable y gas doméstico, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs). Las acciones de calle por falta de gasolina sumaron 176 el mes pasado y por alimentos 146.

El lado positivo y el negativo

A su juicio, las consecuencias negativas de tantas carencias en la gente se basan en la resignación y la desesperación que puede llevar a suicidios tanto en adultos como en niños. Aclaró que sobre esto último no hay cifras oficiales pero se percibe un aumento en los casos.

“Se siente un vacío, una sociedad sin normas, se replican escenas de violencia producto de la necesidad como la que vimos en Petare con una pelea entre vecinos por agua”, acotó.

Pero también asegura que toda esta situación podría arrojar resultados positivos para un cambio, en el caso de que la protesta social cobre un sentido político y se logre canalizar. “Hay protestas a lo largo y ancho del país, pero son pequeños focos”, dijo.

El Ovcs documentó en abril 32 saqueos y nueve intentos en nueve estados, principalmente las entidades orientales como Anzoátegui y Sucre.

Añade el hecho en que en tiempos de crisis surge la creatividad en las personas en la búsqueda de alternativas para no sucumbir. Menciona el auge de los servicios de delivery (reparto a domicilio) que han adoptado los comercios para no quebrar durante la cuarentena. “Son demostraciones de que hay personas que no se resignan, que no se rinden”, resaltó.

Advierte que los efectos negativos de la emergencia en términos de conductas de las personas no se revierten automáticamente, por lo que insiste en que entre las primeras medidas para resolver la crisis deben incluirse acciones para mejorar situaciones en lo inmediato o a corto plazo para rescatar la esperanza y el optimismo colectivo.

Foto: Efe