El sacerdote Jesús Manuel Rondón Molina, encontrado sin vida este 21 de enero en el estado Táchira, había recibido sentencia definitiva de dimisión del estado clerical por investigación de abuso de menores y habría apelado a la misma, según reveló el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, luego de garantizar que la iglesia “no ha encubierto ni a este ni a ningún clérigo que haya sido denunciado e investigado».
En un comunicado publicado este miércoles 22 de enero en la cuenta Twitter de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Moronta reveló que al presbítero Rondón Molina se le había impuesto “medidas cautelares” entre ellas la de residir en el Monasterio de las Carmelitas en Rubio, donde podía celebrar “solo en privado para las religiosas” y “se le había prohibido el trato con menores de edad mientras durara el proceso respectivo”.
Rondón Molina, de 47 años de edad, prestaba servicios al ministerio sacerdotal desde hace 14 años y se encontraba desaparecido desde el pasado 16 de enero. Su cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición en una zona boscosa del sector conocido como La Escalera y El Campanario, en La Palmita, Rubio, municipio Junín del estado Táchira.
El Ministro de Interior y Justicia, Nestor Reverol, manifestó este miércoles que por el asesinato del presbítero hay un adolescente de 17 años detenido, que habría confesado el hecho, y dijo que “este sacerdote venía abusando sexualmente de este menor de edad desde hace cuatro años”.
El obispo de la Diócesis de San Cristóbal reconoció que Rondón Molina fue investigado por “varias denuncias en su contra”, pero que a pesar de las múltiples llamadas de atención “desobedeció las órdenes y medidas cautelares puestas según lo establecido en el derecho de la Iglesia”. También aseguró que a los denunciantes nunca se les impidió acudir al fuero civil.
No politizar el caso
Luego de repudiar los abusos sexuales por parte del clérigo, monseñor Mario Moronta lamentó esta muerte trágica, y pidió que “la justicia divina se manifieste con misericordia. Oramos por él, por su madre y familiares que atraviesan un momento de dolor y tristeza”.
También reconoció que por abusos a menores se han realizado varias investigaciones que han culminado en sentencia firme y la consecuente dimisión del estado clerical de algunos sacerdotes.
Sin embargo, el representante de la iglesia católica pidió a las autoridades aclarar lo ocurrido sin hacer generalizaciones y “sin valerse de este triste suceso para fines políticos o de otra índole”.
Insiste en que tienen “la conciencia clara” de haber obrado sin encubrimientos y de acuerdo a la normativa de la Iglesia Universal para enfrentar estos casos.
Lea el comunicado completo aquí:
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El sacerdote Jesús Manuel Rondón Molina, encontrado sin vida este 21 de enero en el estado Táchira, había recibido sentencia definitiva de dimisión del estado clerical por investigación de abuso de menores y habría apelado a la misma, según reveló el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, luego de garantizar que la iglesia “no ha encubierto ni a este ni a ningún clérigo que haya sido denunciado e investigado».
En un comunicado publicado este miércoles 22 de enero en la cuenta Twitter de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Moronta reveló que al presbítero Rondón Molina se le había impuesto “medidas cautelares” entre ellas la de residir en el Monasterio de las Carmelitas en Rubio, donde podía celebrar “solo en privado para las religiosas” y “se le había prohibido el trato con menores de edad mientras durara el proceso respectivo”.
Rondón Molina, de 47 años de edad, prestaba servicios al ministerio sacerdotal desde hace 14 años y se encontraba desaparecido desde el pasado 16 de enero. Su cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición en una zona boscosa del sector conocido como La Escalera y El Campanario, en La Palmita, Rubio, municipio Junín del estado Táchira.
El Ministro de Interior y Justicia, Nestor Reverol, manifestó este miércoles que por el asesinato del presbítero hay un adolescente de 17 años detenido, que habría confesado el hecho, y dijo que “este sacerdote venía abusando sexualmente de este menor de edad desde hace cuatro años”.
El obispo de la Diócesis de San Cristóbal reconoció que Rondón Molina fue investigado por “varias denuncias en su contra”, pero que a pesar de las múltiples llamadas de atención “desobedeció las órdenes y medidas cautelares puestas según lo establecido en el derecho de la Iglesia”. También aseguró que a los denunciantes nunca se les impidió acudir al fuero civil.
No politizar el caso
Luego de repudiar los abusos sexuales por parte del clérigo, monseñor Mario Moronta lamentó esta muerte trágica, y pidió que “la justicia divina se manifieste con misericordia. Oramos por él, por su madre y familiares que atraviesan un momento de dolor y tristeza”.
También reconoció que por abusos a menores se han realizado varias investigaciones que han culminado en sentencia firme y la consecuente dimisión del estado clerical de algunos sacerdotes.
Sin embargo, el representante de la iglesia católica pidió a las autoridades aclarar lo ocurrido sin hacer generalizaciones y “sin valerse de este triste suceso para fines políticos o de otra índole”.
Insiste en que tienen “la conciencia clara” de haber obrado sin encubrimientos y de acuerdo a la normativa de la Iglesia Universal para enfrentar estos casos.
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