Educadores de la Coalición Sindical Nacional aseguran que empezarán la primera semana de clases protestando por las malas condiciones laborales.
Mientras que la Federación Venezolana de Maestros y otras federaciones docentes signatarias del contrato colectivo están esperando el 6 de enero para reunirse y anunciar el plan de acción para el reinicio de las actividades escolares, los sindicalistas ya decidieron que el camino es la protesta con miras a una huelga nacional indefinida.
Hasta ahora los maestros han protagonizado más de 10 manifestaciones nacionales desde el inicio del año escolar el 16 de septiembre de 2019, a causa de los bajos salarios, lo que incluye movilizaciones, paros y protestas.
De acuerdo con Fran Andrade, coordinador sindical del estado Lara, “todas las actividades de movilización fueron agotadas”.
“La única forma que se debe discutir es decretar la huelga nacional y convocar a todos los trabajadores a que se unan”, dijo Andrade.
En mayo del 2018 el Ministerio del Trabajo impuso a todos los trabajadores públicos el factor 90 del instructivo Onapre, y con ello redujo las escalas pactadas en la contratación colectiva de los maestros.
Antes, el docente con menor experiencia ganaba más de diez salarios mínimos, pero hoy en día ese mismo docente gana 500 mil bolívares, que es veinte veces menor al salario mínimo de enero del 2020.
Ahora a los supervisores de circuitos escolares, que se han caracterizado por las suspensiones arbitrarias de los docentes públicos que han protestado, les hicieron sus “pagos por jerarquías” en diciembre sin tomar en cuenta el instructivo impuesto en el 2018. Esto suma a las razones del resto del magisterio de reclamar un trato igual para los docentes y exigir nuevamente que se respete su contratación colectiva.
Edgar Machado, del Sindicato Venezolano de Maestros, aseguró que los docentes tienen razones para protestar más allá del respeto a la contratación colectiva.
“Hay instituciones que se están cayendo. No hay condiciones para que el docente esté en estas instituciones por el ambiente de trabajo, mucho menos para los estudiantes. Salones oscuros, instituciones con baños fuera de funcionamiento”, dijo Machado.
En general, los profesores manifiestan estar disconformes con el trabajo de las federaciones signatarias, que a pesar de las reuniones mensuales con el ministerio de Educación, no han dado respuesta a las necesidades del docente.
Andrade dice que las federaciones son “intermitentes” y que su postura abierta al diálogo es cerrada a la capacidad de alcance de las movilizaciones. Por eso considera que las federaciones deben convocar a una asamblea nacional de docentes para que los trabajadores sean los que decidan el camino de su lucha.
“Las federaciones arrancaron bien en cierto modo, pero se sometieron a un sesgo que no entendemos. Hay un descontento con la dirigencia sindical federativa por parte del magisterio”, explicó Robert Franco, coordinador sindical del estado Sucre.
A pesar de que en este estado oriental se ha visto la suspensión de 67 docentes a razón de participar en la lucha sindical, Franco dice que no se ha perdido la “conciencia de lucha para que se les respeten sus derechos”.
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Educadores de la Coalición Sindical Nacional aseguran que empezarán la primera semana de clases protestando por las malas condiciones laborales.
Mientras que la Federación Venezolana de Maestros y otras federaciones docentes signatarias del contrato colectivo están esperando el 6 de enero para reunirse y anunciar el plan de acción para el reinicio de las actividades escolares, los sindicalistas ya decidieron que el camino es la protesta con miras a una huelga nacional indefinida.
Hasta ahora los maestros han protagonizado más de 10 manifestaciones nacionales desde el inicio del año escolar el 16 de septiembre de 2019, a causa de los bajos salarios, lo que incluye movilizaciones, paros y protestas.
De acuerdo con Fran Andrade, coordinador sindical del estado Lara, “todas las actividades de movilización fueron agotadas”.
“La única forma que se debe discutir es decretar la huelga nacional y convocar a todos los trabajadores a que se unan”, dijo Andrade.
En mayo del 2018 el Ministerio del Trabajo impuso a todos los trabajadores públicos el factor 90 del instructivo Onapre, y con ello redujo las escalas pactadas en la contratación colectiva de los maestros.
Antes, el docente con menor experiencia ganaba más de diez salarios mínimos, pero hoy en día ese mismo docente gana 500 mil bolívares, que es veinte veces menor al salario mínimo de enero del 2020.
Ahora a los supervisores de circuitos escolares, que se han caracterizado por las suspensiones arbitrarias de los docentes públicos que han protestado, les hicieron sus “pagos por jerarquías” en diciembre sin tomar en cuenta el instructivo impuesto en el 2018. Esto suma a las razones del resto del magisterio de reclamar un trato igual para los docentes y exigir nuevamente que se respete su contratación colectiva.
Edgar Machado, del Sindicato Venezolano de Maestros, aseguró que los docentes tienen razones para protestar más allá del respeto a la contratación colectiva.
“Hay instituciones que se están cayendo. No hay condiciones para que el docente esté en estas instituciones por el ambiente de trabajo, mucho menos para los estudiantes. Salones oscuros, instituciones con baños fuera de funcionamiento”, dijo Machado.
En general, los profesores manifiestan estar disconformes con el trabajo de las federaciones signatarias, que a pesar de las reuniones mensuales con el ministerio de Educación, no han dado respuesta a las necesidades del docente.
Andrade dice que las federaciones son “intermitentes” y que su postura abierta al diálogo es cerrada a la capacidad de alcance de las movilizaciones. Por eso considera que las federaciones deben convocar a una asamblea nacional de docentes para que los trabajadores sean los que decidan el camino de su lucha.
“Las federaciones arrancaron bien en cierto modo, pero se sometieron a un sesgo que no entendemos. Hay un descontento con la dirigencia sindical federativa por parte del magisterio”, explicó Robert Franco, coordinador sindical del estado Sucre.
A pesar de que en este estado oriental se ha visto la suspensión de 67 docentes a razón de participar en la lucha sindical, Franco dice que no se ha perdido la “conciencia de lucha para que se les respeten sus derechos”.