Credit: Iván Reyes

Adriana Bruzual tuvo que pedir prestado 100 dólares para la cremación de su madre. La póliza de los servicios funerarios para los docentes solo cubre 100 mil bolívares y con el salario mínimo que recibe por su jubilación tampoco pudo costear la despedida que quería para su mamá. Todavía mantiene las cenizas en su casa, en contra de su fe, porque no puede pagar un nicho.

Es maestra jubilada y paciente oncológica. No recibe ningún apoyo del ministerio para tratar su enfermedad. El seguro de Hospitalización Cirugía y Maternidad (HCM) cubre 200 mil bolívares, lo que puede costar una arepa con perico.

Fue diagnosticada en 1995 y ha reincidió en la enfermedad en dos ocasiones en años recientes. Cuando descubrieron su enfermedad ella misma podía costearse sus tratamientos, traía las medicinas de los Estados Unidos y cuando le era muy difícil pagar, recibía ayuda de sus familiares, pero ya no es así.

“Ahora en mi familia todos estamos en situación de crisis”, dijo.

Desde que recayó en el 2019 empezó a perseguir las donaciones que llegaban al país, pero se dio cuenta que esta rutina estaba desgastando su salud, así que decidió “atenerse a su fe” y comer más sano cuando puede.

“Me ha tocado esperar que las personas que traen mercado terminen de vender para ver si me puedo llevar lo que sobre o los vegetales que se caen al piso”.

A sus 60 años, después de dedicar 25 años de su vida a la educación especial en aulas integrales de escuelas públicas, pensaba que tendría una vida “más tranquila”, pero la crisis humanitaria y el “salario de hambre” que dan a los jubilados la ha regresado a las calles a protestar.

“Quiero tener vida para ver que mi país salga adelante. Pero para eso necesitamos un cambio en la administración, porque ya no aguantamos”, sentenció.

Cumplimiento del contrato

Este martes 3 de marzo los maestros, apoyados por las ocho federaciones signatarias del contrato colectivo con el Ministerio de Educación, marcharon desde la iglesia Altagracia hasta la Vicepresidencia de la República.

Exigieron en un documento, a la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), que se cumplan las tablas salariales firmadas en el contrato colectivo.

“Ahí estamos planteando toda la situación que está viviendo el magisterio venezolano, el atropello que nos están haciendo con la contratación colectiva. La Onapre nos ha puesto a cobrar por debajo inclusive de los obreros”, dijo Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema).

Según Machado, el Ministerio de Trabajo pagó a los empleados públicos el 166% de incremento y el  de Educación solo pagó un 66% de aumento.

Además, reiteradamente han denunciado que con la gestión de Aristóbulo Istúriz se dejó de cumplir la contratación colectiva que fue firmada con Elías Jaua. Actualmente a los docentes les deben el 280% de incremento por contratación colectiva.

Salario y trabajo digno

Un docente VI, máximo puesto en el escalafón, gana 500 mil bolívares quincenalmente, cuando debería estar ganando por encima de los 4 millones de bolívares si se le pagaran sus deudas.  Otro de los acuerdos del contrato colectivo, que ha eliminado el Ministerio, son las discusiones de ajuste salarial cada tres meses.

El Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cendas) hace actualizaciones del valor de la canasta básica cada dos meses. Actualmente la canasta alimentaria familiar está por encima de los 27 millones de bolívares.

Este mes los docentes deben introducir un contrato colectivo ya que el anterior está por vencerse. A pesar de que no se ha cumplido el anterior, temen que si no discuten uno nuevo corren el riesgo de que las organizaciones de obreros oficialistas se sienten con el Ministerio de Trabajo y ellos queden por fuera.

“Vamos a seguir insistiendo en los pagos de todas las deudas que nos debe el Ministerio de Educación”, recalcó Machado.

En la nueva contratación colectiva pedirán un equivalente a 600 dólares de salario mensual con el que se pueda cubrir la canasta básica familiar y poder equipararse al salario promedio latinoamericano en su área.

Además, en la protesta los docentes denunciaron el “acoso laboral” por parte Ministerio de Educación en las horas de salida. Los educadores de algunos planteles acordaron con los representantes salidas más tempranas debido a las carencias de las escuelas. Por la falta de agua en los baños y la condición de los comedores, los maestros del turno de la tarde pidieron trabajar hasta las 3:00 pm. Sin embargo, supervisores de la Zona Educativa de Distrito Capital no han sido flexibles con esta decisión.