cañicultores
cañicultores Credit: Iván Reyes

Cada 12 meses los cuñicultores se prepararan para cosechar la caña de azúcar. Antes de la recolecta los agricultores queman los terrenos para quitar el desperdicio y llevar una caña más limpia al central azucarero.

Estas quemas deben ser programadas y supervisadas por los dueños de las fincas o de las empresas, y de haber zonas residenciales en las cercanías, estos deberán informar a los pobladores que realizarán el proceso.

El pasado 23 de enero, 11 personas, entre niños y adolescentes, murieron tras quedar atrapados durante la quema de un cañaveral que le pertenece a la central azucarera El Palmar, en Cagua, estado Aragua.

Según vecinos, quienes realizaron la quema habrían notificado a los residentes, pero aun así estos jóvenes ingresaron al terreno para cazar animales, siendo esto para ellos una “tradición”, según relataron a Efecto Cocuyo.

“Ellos se metieron en el medio para intentar salvarse”, ¿Qué pasó en el cañaveral?  

José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), aseguró que la caña que se quemó en el cañaveral El Lago, se incendió antes de tiempo, puesto que no estaban maduras. “No fue una quema programada para la zafra”, comentó.

El cañicultor asegura que la quema es el método que siempre se ha usado en la mayoría de los países que se cosecha caña en verde. “En Brasil se quema e igual en  Colombia, pero no hay estos accidentes porque no se mete la gente en las fincas”.

El presidente de Fesoca, explica que la gente que vive cerca de las plantaciones de caña entra a las fincas y cuando se inicia la cosecha aprovechan y agarran caña de azúcar.

“Siempre se les advierte el peligro que corren porque la gente se mete a la finca y se meten tras los camiones que llevan caña. A veces es incontrolable siempre se les ha advertido, en ocasiones se quema algún tablón programado y el fuego agarra otros tablones”, indicó Álvarez.

Para Rafael Chirinos, cañicultor, la práctica de la quema antes de prepararse para la zafra es “perfectamente” normal y se realiza desde los últimos 60 años. “Lo que está pasando es que se está perdiendo mucha caña por zonas”.

Cuando Chirinos habla de pérdida se refiere a la delincuencia. El agricultor denuncia que de manera ilegal, hay muchas personas que queman los cañaverales para robarlo, esto sucede cuando al cultivo le falta poco para la cosecha.

Chirinos coincide con el presidente de Fesoca, en que las quemas legales se hacen con programación y se les notifica a los pobladores para evitar tragedias como la ocurrida en Cagua. “Se le pasa un comunicado a la alcaldía para que sepan que se va a quemar”, dijo.

El cañicultor aseveró que hay zonas donde hay cañaverales próximos a zonas residenciales y los productores colocan carteles en la calle para notificar que habrá quema y así evitar que le gante se meta a los campos. ”Ahora la gente está más preocupada por lo que sucedió”.

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