El doctor José Gregorio Hernández, conocido entre sus devotos como el “médico de los pobres” ya puede ser llamado beato, según oficializaron las autoridades de la iglesia católica mundial este viernes, 30 de abril, desde la iglesia del Colegio La Salle La colina.
“Acogiendo el deseo de nuestro hermano Baltazar Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas (…), con nuestra autoridad apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, experto en la ciencia y excelente en la fe, que reconociendo en los enfermos el rostro sufriente del Señor (…), de ahora en adelante sea llamado beato”, pronunció el nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano, quien estuvo encargado de presidir la ceremonia. Agregó que su fiesta podrá celebrarse el 26 de octubre de cada año.
La iglesia católica y sus devotos esperaron casi 72 años por este momento. En el año 1949, 30 años después de su muerte ocurrida en 1919, inició el camino a la santidad del médico venezolano, quien destacó en vida por modernizar la práctica de la medicina en Venezuela y por su disposición a ayudar a los más necesitados. Ya después de morir, volvió a resaltar por sus milagros enfocados en la salud de sus devotos.
Un doctor lleno de virtudes
Al inicio de la celebración, el cardenal Baltazar Porras recordó a todos los fieles que quisieran estar presentes en la ceremonia, “los que sienten que fueron objeto de un favor especial, el gremio sanitario, médicos y enfermeras que se cobijan bajo su protección, los millones de migrantes, la gente sencilla pero que cargan con el sello indeleble de que José Gregorio es nuestro”.
El vicepostulador de la causa, monseñor Tulio Ramírez leyó la biografía del médico de Isnotú (estado Trujillo), previo a la lectura de la letra apostólica por parte del nuncio apostólico. Mencionó que en el ejercicio de la profesión privilegió a los pobres a quienes asistía gratuitamente y les daba dinero para las medicinas. “Fue un laico que en su camino de fidelidad se transformó en un contemplativo, supo dejar una huella indeleble (…) con la mirada dirigida a Dios”.
Luego de declarado beato, se develó la imagen del doctor José Gregorio Hernández, una réplica del mosaico instalado en la iglesia de Isnotú. La niña beneficiada por los favores del beato, Yaxury Solórzano, cargó un relicario con una reliquia del cuerpo del “médico de los pobres”. Emocionado, el cardenal Porras agradeció al nuncio este nuevo título.
Mientras se desarrolla la ceremonia en la iglesia del Colegio La Salle, cientos de personas se concentraron a los alrededores de la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria de Caracas, donde descansan los restos del ahora beato, para celebrar el acontecimiento.
“Esto lo esperamos todos los venezolanos”, devotos de José Gregorio Hernández se concentran para celebrar la beatificación