Ni el coronavirus frenó el uso del dólar en la economía

CORONAVIRUS · 18 MARZO, 2021 16:38

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Efecto Cocuyo | @efectococuyo


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A la pandemia del COVID-19 se le recordará en el mundo por la pausa de buena parte de la actividad económica. En Venezuela también se detuvieron muchas industrias, el turismo y los vuelos al extranjero, pero dos cosas que no paralizó el coronavirus son la hiperinflación y el avance del uso del dólar, tanto como medio de pago como marcador de los precios.  

La dolarización transaccional alcanzó a 65 % de los pagos comerciales seguidos por la firma Ecoanalítica, en su estudio más reciente de noviembre 2020. Esto supone un aumento de 11 puntos en los pagos con divisas en un año frente a la medición hecha por la misma consultora en noviembre de 2019. En aquel momento, los pagos con otras monedas sumaron 53,8% en la muestra recogida en siete ciudades.  

“Los pagos con monedas distintas al bolívar cambian mucho por rubro. Cuanto más sofisticado es el producto más dolarizado es el pago. En alimentos, medicinas y cuidado personal eso está por debajo del promedio. En 52%, para ser exactos. Pero en otros rubros como electrónica, electrodomésticos, repuestos, ropa y calzado, el porcentaje de pagos en dólares es superior a 90%”, explicó Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, en entrevista para Efecto Cocuyo.

El estudio de Ecoanalítica también muestra las diferencias entre las regiones y por qué es mejor hablar de un entorno multimoneda. Desde que empezó la hiperinflación venezolana conviven las operaciones comerciales en dólares y euros en ciudades como Caracas o Porlamar, mientras que los pesos colombianos reinan en Maracaibo y San Cristóbal. Los reales brasileños y el oro como moneda se usan en el sur del país.

¿Y los bolívares? El mandatario Nicolás Maduo, como voz central de Miraflores, habló de 77,3% de pagos comerciales con bolívares y apenas 18,6% de transacciones hechas con otras monedas diferentes al cierre del año pasado, en medio de una entrevista con Ignacio Ramonet. Sin embargo, el gobernante no diferenció los medios de pagos usados, un elemento que sirve para hacer una lectura más completa.  

Por ejemplo, cuando un venezolano paga una compra en un supermercado o una cadena de farmacias con su tarjeta de débito de una cuenta en el extranjero el comercio recibe bolívares. A pesar de que, en realidad, se trata de una operación de cambio hecha por el Banco Central de Venezuela (BCV), que es el receptor de todos los dólares que entran al país por los puntos de venta nacionales. Al final estos pagos también se hacen en dólares y no en bolívares, si se hace una medición estricta.

Choque de fuerzas

A diferencia de lo ocurrido con el megapagón nacional de hace dos años, a la pandemia del COVID-19 no se le puede responsabilizar por un mayor uso del dólar en la economía venezolana. La hiperinflación continúa como el elemento central que explica la cantidad de pagos que se hacen con la moneda estadounidense.

Pocos locales comerciales emplean las siglas de USD o el símbolo de $. Las tres letras de “Ref.” (referencia) suelen anteponerse al número a la hora de exhibir sus precios en dólares. Pero más allá del símbolo que usen, lo claro es que cada vez más sectores económicos renunciaron a usar los precios en bolívares.

Los alquileres de apartamentos y casas, los vehículos y los seguros de hospitalización. Las pacas de harinas, de arroz y azúcar. Los combos de carne y pollo en las carnicerías y los productos en las charcuterías. Los restaurantes, las franquicias de comida rápida y hasta las ventas de empanadas. Las panaderías y las ventas de recargas de agua. Los útiles escolares y los toldos en las playas. Todos ahora muestran precios en dólares.

“El bolívar quedó relegado. Hay un dilema de prisionero con los precios en dólares, porque hay fuerzas modernistas dentro del Gobierno que quieren abrir más el proceso, pero hay otras que lo ven como una derrota ideológica por completo. Es un constante choque”, expuso Andrés Guevara, integrante de la Comisión Económica de Consecomercio, en entrevista telefónica para Efecto Cocuyo.

Este choque de fuerzas tuvo varios episodios durante el primer año de la pandemia del nuevo coronavirus. El más importante fue que la banca recibió los permisos para ofrecer sus cuentas en dólares, pero se les frenó el uso de las tarjetas de débito para estos productos. Llegó 2021 y al final, se les aprobó el cambio directo de dólares a bolívares, pero todavía hay un bloqueo para permitir las transferencias de estas cuentas en divisas entre diferentes bancos.  

“Las cuentas nacionales son un paso adicional para profundizar la dolarización. Es un proceso que apenas arranca y que todavía tiene lagunas operativas, legales y regulatorias. Hace falta que el Banco Central (de Venezuela) y Sudeban (Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela) definan mejor este proceso y le den mayores grados de libertad a la banca”, advirtió Oliveros.

Más de la mitad de las entidades bancarias nacionales ofrecen ahora un tipo de cuenta en divisas. Para algunos economistas, de hecho, Venezuela empezó en medio de la pandemia lo que puede bautizarse como una forma de “dolarización financiera” y esto pudiera ser la siguiente barrera a vencer para que el uso del dólar gane aún más terreno en el país.

La puesta en marcha de una cámara de compensación bancaria en divisas y los pagos directos con las tarjetas de débitos pueden ser dos herramientas más para impulsar el uso del dólar en Venezuela. Allí la palabra la tiene el Ejecutivo y los entes regulatorios, pero la dolarización es un fenómeno que como el agua siempre encuentra su camino.

Foto principal: Archivo

CORONAVIRUS · 18 MARZO, 2021

Ni el coronavirus frenó el uso del dólar en la economía

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

A la pandemia del COVID-19 se le recordará en el mundo por la pausa de buena parte de la actividad económica. En Venezuela también se detuvieron muchas industrias, el turismo y los vuelos al extranjero, pero dos cosas que no paralizó el coronavirus son la hiperinflación y el avance del uso del dólar, tanto como medio de pago como marcador de los precios.  

La dolarización transaccional alcanzó a 65 % de los pagos comerciales seguidos por la firma Ecoanalítica, en su estudio más reciente de noviembre 2020. Esto supone un aumento de 11 puntos en los pagos con divisas en un año frente a la medición hecha por la misma consultora en noviembre de 2019. En aquel momento, los pagos con otras monedas sumaron 53,8% en la muestra recogida en siete ciudades.  

“Los pagos con monedas distintas al bolívar cambian mucho por rubro. Cuanto más sofisticado es el producto más dolarizado es el pago. En alimentos, medicinas y cuidado personal eso está por debajo del promedio. En 52%, para ser exactos. Pero en otros rubros como electrónica, electrodomésticos, repuestos, ropa y calzado, el porcentaje de pagos en dólares es superior a 90%”, explicó Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, en entrevista para Efecto Cocuyo.

El estudio de Ecoanalítica también muestra las diferencias entre las regiones y por qué es mejor hablar de un entorno multimoneda. Desde que empezó la hiperinflación venezolana conviven las operaciones comerciales en dólares y euros en ciudades como Caracas o Porlamar, mientras que los pesos colombianos reinan en Maracaibo y San Cristóbal. Los reales brasileños y el oro como moneda se usan en el sur del país.

¿Y los bolívares? El mandatario Nicolás Maduo, como voz central de Miraflores, habló de 77,3% de pagos comerciales con bolívares y apenas 18,6% de transacciones hechas con otras monedas diferentes al cierre del año pasado, en medio de una entrevista con Ignacio Ramonet. Sin embargo, el gobernante no diferenció los medios de pagos usados, un elemento que sirve para hacer una lectura más completa.  

Por ejemplo, cuando un venezolano paga una compra en un supermercado o una cadena de farmacias con su tarjeta de débito de una cuenta en el extranjero el comercio recibe bolívares. A pesar de que, en realidad, se trata de una operación de cambio hecha por el Banco Central de Venezuela (BCV), que es el receptor de todos los dólares que entran al país por los puntos de venta nacionales. Al final estos pagos también se hacen en dólares y no en bolívares, si se hace una medición estricta.

Choque de fuerzas

A diferencia de lo ocurrido con el megapagón nacional de hace dos años, a la pandemia del COVID-19 no se le puede responsabilizar por un mayor uso del dólar en la economía venezolana. La hiperinflación continúa como el elemento central que explica la cantidad de pagos que se hacen con la moneda estadounidense.

Pocos locales comerciales emplean las siglas de USD o el símbolo de $. Las tres letras de “Ref.” (referencia) suelen anteponerse al número a la hora de exhibir sus precios en dólares. Pero más allá del símbolo que usen, lo claro es que cada vez más sectores económicos renunciaron a usar los precios en bolívares.

Los alquileres de apartamentos y casas, los vehículos y los seguros de hospitalización. Las pacas de harinas, de arroz y azúcar. Los combos de carne y pollo en las carnicerías y los productos en las charcuterías. Los restaurantes, las franquicias de comida rápida y hasta las ventas de empanadas. Las panaderías y las ventas de recargas de agua. Los útiles escolares y los toldos en las playas. Todos ahora muestran precios en dólares.

“El bolívar quedó relegado. Hay un dilema de prisionero con los precios en dólares, porque hay fuerzas modernistas dentro del Gobierno que quieren abrir más el proceso, pero hay otras que lo ven como una derrota ideológica por completo. Es un constante choque”, expuso Andrés Guevara, integrante de la Comisión Económica de Consecomercio, en entrevista telefónica para Efecto Cocuyo.

Este choque de fuerzas tuvo varios episodios durante el primer año de la pandemia del nuevo coronavirus. El más importante fue que la banca recibió los permisos para ofrecer sus cuentas en dólares, pero se les frenó el uso de las tarjetas de débito para estos productos. Llegó 2021 y al final, se les aprobó el cambio directo de dólares a bolívares, pero todavía hay un bloqueo para permitir las transferencias de estas cuentas en divisas entre diferentes bancos.  

“Las cuentas nacionales son un paso adicional para profundizar la dolarización. Es un proceso que apenas arranca y que todavía tiene lagunas operativas, legales y regulatorias. Hace falta que el Banco Central (de Venezuela) y Sudeban (Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela) definan mejor este proceso y le den mayores grados de libertad a la banca”, advirtió Oliveros.

Más de la mitad de las entidades bancarias nacionales ofrecen ahora un tipo de cuenta en divisas. Para algunos economistas, de hecho, Venezuela empezó en medio de la pandemia lo que puede bautizarse como una forma de “dolarización financiera” y esto pudiera ser la siguiente barrera a vencer para que el uso del dólar gane aún más terreno en el país.

La puesta en marcha de una cámara de compensación bancaria en divisas y los pagos directos con las tarjetas de débitos pueden ser dos herramientas más para impulsar el uso del dólar en Venezuela. Allí la palabra la tiene el Ejecutivo y los entes regulatorios, pero la dolarización es un fenómeno que como el agua siempre encuentra su camino.

Foto principal: Archivo