Un mensaje de “para reconocer su confianza, hemos incrementado el límite de su tarjeta de crédito” sorprendió a varios de los clientes de los bancos Bancaribe y Bicentenario durante esta semana. Estas dos entidades financieras se convirtieron en las primeras en elevar el financiamiento disponible para los venezolanos en montos que se mueven entre un 1.000.000 y los 10.000.000 de bolívares, durante esta pandemia por el nuevo coronavirus.

Los aumentos a los límites de las tarjetas de crédito llegan en un momento clave para que las familias puedan ayudarse a financiar algunas de las compras de los alimentos y productos de higiene personal, en especial aquellos que vieron reducir sus ingresos mensuales. Aunque se trata de un financiamiento bajo que equivale apenas entre 4,92 y 49,15 dólares, si se calcula a la tasa oficial de 203.457,86 bolívares publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV) para abrir este jueves 18 de junio.
Estos nuevos límites ofrecidos por Bancaribe y Bicentenario en sus tarjetas Visa y Mastercard contrastan con la mayoría de los financiamientos que ofrecen otras entidades. Al punto que muchos de los tarjetahabientes venezolanos cuentan con límites de 5.000, 8.000 o 10.000 bolívares sin importar que se traten de tarjetas de crédito en la categoría dorada. Incluso en la máxima categoría de las tarjetas negras se ven límites de financiamiento de apenas 100.000 bolívares, que no permiten ni siquiera la compra de un refresco de un litro o de un pan campesino en una panadería.
Nueva comisión bancaria

Aquellos clientes beneficiados con el aumento de los límites de las tarjetas de crédito también se encontraron con un primer cargo por análisis del perfil crediticio que comienza en 224.700 bolívares. Esta nueva comisión es parte de las tareas de comprobación del riesgo crediticio que las entidades asumieron antes de ampliar el financiamiento de este grupo de clientes.
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) había fijado el límite mínimo de las tarjetas de crédito en el país en 1.000.000 de bolívares durante noviembre pasado, pero este ajuste no se hizo de forma masiva en las entidades de la banca privada ni tampoco en la banca pública.
Las entidades financieras enfrentan desde enero del año pasado fuertes restricciones con el encaje bancario, que los obliga a depositar la mayor parte del dinero disponible en las cuentas del BCV. La flexibilización del encaje bancario en medio de la pandemia por el COVID-19 y el cierre de sus oficinas comerciales durante la mitad de marzo, abril y mayo les dejó un excedente de liquidez que ahora comienzan a prestar a través de las tarjetas de crédito.
Foto principal: Ixoniabank