Con las empresas de alimentos, farmacéuticas y de caucho y plástico a la cabeza, la industria nacional mostró los primeros signos de mejora para salir del estancamiento entre julio y septiembre pasado. Al punto que llegó a utilizar 23% de su capacidad instalada en promedio, un nivel que no se alcanzaba desde hace más de dos años.
La Encuesta de Coyuntura de la Confederación Nacional de Industriales (Conindustria) evidenció que las grandes y medianas empresas tienen un nuevo impulso para producir en el país de la mano de la dolarización y de la relajación de los controles por parte del Ejecutivo, aunque la pequeña industria todavía sigue abatida.
“Estábamos en un estancamiento. Hay una ligera mejora y lo importante no es ahora sino el año entrante. Tenemos que preguntarnos cómo logramos mantener esa capacidad instalada y que genere consecuencias inmediatas, como que esto se vea reflejado en el empleo y en los salarios”, remarcó Luigi Pisella, presidente de Conindustria, durante la presentación de los resultados de la encuesta a los medios de comunicación.
El promedio de la utilización de la capacidad instalada se situó en 23 % durante el tercer trimestre. Esto supone dos puntos por encima del trimestre anterior. Aunque lo más relevante es que llega, por primera vez, a superar la barrera entre 19 % y 21 % de uso de la capacidad industrial que no se alcanzaba desde comienzos del año 2019.
La modesta mejoría tampoco se vive igual en todas las industrias nacionales. Alimentos, por ejemplo, utilizó 31 % de sus líneas de producción. Le siguieron los sectores de caucho y plástico (26 %), químico y farmacéutico (2 5%), equipos electrónicos y de informática (25 %) y, finalmente, textil y calzado (24 %). En cambio, hubo una disminución en la industria de muebles para pasar de 14 % a 10 % de uso de su capacidad instalada.
La salida del estancamiento de las industrias textiles y de calzado, por ejemplo, está relacionada con una mayor cantidad de compras del Gobierno. “Textil y calzado ha tenido un incremento bueno, porque las compras del Estado se han reorientado a la industria nacional”, apuntó Pisella.
Para el resto de los sectores, lo clave es el efecto de la dolarización en la fijación de los precios y en una leve mejora en la capacidad de compra. Esto impulsó que las grandes industrias aumentaran 55 % su producción entre julio y septiembre. Mientras que las medianas industrias lo hicieron en 50% y las pequeñas industrias solo pudieron mejorar en 24 % su producción en el tercer trimestre.
Exportaciones le dan oxígeno a la industria nacional de autopartes
Los industriales agradecieron que el esquema 7+7 se haya suspendido en esta fase final de este 2021, pero alertaron que esperan que durante el próximo año se pueda mantenerse un esquema de trabajo ininterrumpido de la industria de la mano de la vacunación.
“Gran parte del personal industrial ya está vacunado. La pandemia afectó y estamos viendo una mejoría, pero de lo que se trata es de estabilizar ese crecimiento durante el próximo año”, explicó Francisco Acevedo, primer vicepresidente de Conindustria, en la rueda de prensa.
Maduro pide estudiar eliminación del 7+7 e ir a»flexibilización vigilada»
Para continuar con el nuevo impulso, Conindustria llamó al Gobierno a que les imponga el pago del Impuesto del Valor Agregado (IVA) a los productos importados, para que los precios sean más competitivos con la industria nacional en sectores como los alimentos.
Aunque a los industriales también les preocupa que puedan garantizarse los combustibles durante 2022, en especial el diésel que no solo se utiliza para el traslado de las materias primas y los productos terminados sino también para mantener operativas las plantas eléctricas que surten a las fábricas, debido a la precariedad del sistema eléctrico nacional.
Foto principal: Venezolana de Industria Tecnológica (VIT)
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Con las empresas de alimentos, farmacéuticas y de caucho y plástico a la cabeza, la industria nacional mostró los primeros signos de mejora para salir del estancamiento entre julio y septiembre pasado. Al punto que llegó a utilizar 23% de su capacidad instalada en promedio, un nivel que no se alcanzaba desde hace más de dos años.
La Encuesta de Coyuntura de la Confederación Nacional de Industriales (Conindustria) evidenció que las grandes y medianas empresas tienen un nuevo impulso para producir en el país de la mano de la dolarización y de la relajación de los controles por parte del Ejecutivo, aunque la pequeña industria todavía sigue abatida.
“Estábamos en un estancamiento. Hay una ligera mejora y lo importante no es ahora sino el año entrante. Tenemos que preguntarnos cómo logramos mantener esa capacidad instalada y que genere consecuencias inmediatas, como que esto se vea reflejado en el empleo y en los salarios”, remarcó Luigi Pisella, presidente de Conindustria, durante la presentación de los resultados de la encuesta a los medios de comunicación.
El promedio de la utilización de la capacidad instalada se situó en 23 % durante el tercer trimestre. Esto supone dos puntos por encima del trimestre anterior. Aunque lo más relevante es que llega, por primera vez, a superar la barrera entre 19 % y 21 % de uso de la capacidad industrial que no se alcanzaba desde comienzos del año 2019.
La modesta mejoría tampoco se vive igual en todas las industrias nacionales. Alimentos, por ejemplo, utilizó 31 % de sus líneas de producción. Le siguieron los sectores de caucho y plástico (26 %), químico y farmacéutico (2 5%), equipos electrónicos y de informática (25 %) y, finalmente, textil y calzado (24 %). En cambio, hubo una disminución en la industria de muebles para pasar de 14 % a 10 % de uso de su capacidad instalada.
La salida del estancamiento de las industrias textiles y de calzado, por ejemplo, está relacionada con una mayor cantidad de compras del Gobierno. “Textil y calzado ha tenido un incremento bueno, porque las compras del Estado se han reorientado a la industria nacional”, apuntó Pisella.
Para el resto de los sectores, lo clave es el efecto de la dolarización en la fijación de los precios y en una leve mejora en la capacidad de compra. Esto impulsó que las grandes industrias aumentaran 55 % su producción entre julio y septiembre. Mientras que las medianas industrias lo hicieron en 50% y las pequeñas industrias solo pudieron mejorar en 24 % su producción en el tercer trimestre.
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“Gran parte del personal industrial ya está vacunado. La pandemia afectó y estamos viendo una mejoría, pero de lo que se trata es de estabilizar ese crecimiento durante el próximo año”, explicó Francisco Acevedo, primer vicepresidente de Conindustria, en la rueda de prensa.
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Para continuar con el nuevo impulso, Conindustria llamó al Gobierno a que les imponga el pago del Impuesto del Valor Agregado (IVA) a los productos importados, para que los precios sean más competitivos con la industria nacional en sectores como los alimentos.
Aunque a los industriales también les preocupa que puedan garantizarse los combustibles durante 2022, en especial el diésel que no solo se utiliza para el traslado de las materias primas y los productos terminados sino también para mantener operativas las plantas eléctricas que surten a las fábricas, debido a la precariedad del sistema eléctrico nacional.
Foto principal: Venezolana de Industria Tecnológica (VIT)