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Montar un negocio propio como una venta de alimentos, una peluquería o un taller de reparación de motos fue la estrategia de supervivencia de muchos de los habitantes en las zonas populares de Catia y Petare. Estos emprendimientos caraqueños les ayudan a mantenerse a flote en medio de la hiperinflación, pero se trata de pequeños negocios cuyos ingresos se mantienen por debajo de los 200 dólares al mes.  

Los principales hallazgos del estudio realizado por la firma Equilibrium Cende fue que los negocios en Catia y Petare son pequeños comercios que son manejados por su propio dueño, que son informales y que se financian con las ganancias obtenidas o, en su defecto, con préstamos ofrecidos por el círculo de familiares y amigos.

“Escogimos estas zonas populares de Caracas porque tienen un alto índice de actividad económica y encontramos que son negocios de subsistencia y que están destinados al comercio. Más de 80% son unipersonales y no tienen ningún registro, ni le reportan al fisco” explicó David Licheri, director de Equilibirum Cende, en entrevista para Efecto Cocuyo a través de Zoom.

La muestra de estos emprendimientos incluyó a 287 negocios en Catia y otros 298 en Petare. Allí se incluyeron desde negocios que tienen un amplio local destinado a la venta de alimentos y productos de higiene personal y que cuentan con más de 20 empleados hasta vendedores ambulantes de estas zonas.

Los dueños de estos comercios fueron encuestados entre el 10 y el 13 de mayo pasado, a través de un cuestionario con 57 preguntas enviado por WhatsApp. Quizás el elemento más resaltante es que la organización utilizó a encuestadores residentes en los alrededores del Boulevard de Catia y la Redoma de Petare para ofrecerle más confianza a los comerciantes que participaron en el estudio.

Por esto, la investigación titulada “Negocios urbanos en un contexto de crisis socioeconómica: Análisis descriptivo de los casos de Catia y Petare en 2021” preguntó hasta sobre las ganancias obtenidas.

El ingreso promedio mensual de los negocios encuestados en Catia fue de 208,07 dólares y en Petare de 189,08 dólares durante el año pasado. Mientras que las ventas mensuales promedio hasta mayo 2021 tuvieron una leve caída, para llegar a 169,64 dólares en Catia y a 162,51 dólares en Petare.

Estas cifras de ingresos mensuales superan a los salarios mínimos ofrecidos en las empresas privadas que están en 70 dólares, de acuerdo con el reporte publicado por el Observatorio Venezolano de Finanzas y la firma Anova Policy Research. Pero se trata, en definitiva, de un monto bajo que explica porque estos emprendimientos apenas tienen una media de entre 2 y 3 empleados.

Dólares y más dólares  

La venta de algún producto y la reparación de vehículos fueron los dos grandes epicentros económicos en ambas parroquias populares. Al punto que tanto en Catia (79 %) como en Petare (78,3 %) se trata de la principal actividad desarrollada en los comercios, seguido por los servicios de comida y otros negocios como las peluquerías o las manicuras.

El elemento común en todos estos emprendimientos populares es que los clientes pagan en dólares y en su mayoría en efectivo.

Catia y Petare

“El dólar tiene un rol transaccional muy importante, aunque el bolívar tiene un rol nominal que sigue siendo relevante. Observamos que el dólar en efectivo, a todas luces, tiene el sitial de honor en el conjunto de medios de pago” apuntó Jesús Marcano, economista y uno de los dos autores del estudio, en entrevista exclusiva para Efecto Cocuyo.

La adopción del dólar en los comercios de Catia y Petare es incluso mayor a la reflejada en el promedio nacional de 67,1 % publicado por Ecoanalítica. Esta firma realizó un estudio de los medios de pago utilizados en 10 ciudades venezolanas y que siguió un total de 21.612 transacciones en marzo pasado.

El pago móvil en bolívares ocupó el segundo lugar en los medios de pago más usados en Catia y Petare y el tercer lugar quedó en manos de las tarjetas internacionales, bien sean de débito o de crédito. El plástico de las cuentas internacionales es una opción de pago que viene en crecimiento, gracias a la facilidad que ahora tienen los venezolanos de abrir cuentas digitales en Panamá, Puerto Rico o de obtener una tarjeta internacional con otras plataformas como Payoneer.

Los emprendimientos en Catia y Petare, sin duda, son muestra de las fórmulas de adaptación que sufrió la economía nacional desde hace más de dos años, cuando se flexibilizó el control cambiario por el impulso de la hiperinflación y las sanciones económicas impuestas desde los Estados Unidos. Lograr que estos negocios puedan formalizarse y ampliar sus ganancias es ahora el gran reto económico, porque supone que pasen de ser pequeños negocios de sobrevivencia a empresas formales que ofrezcan empleo y contribuyan con el pago de impuestos en el país.  

Foto principal: EFE

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