Si está esperando un bebé, puede ir a vacunarse contra el COVID-19 con confianza. Un tuit viral dice que las inmunizaciones contra el nuevo coronavirus pueden afectar el embarazo, especialmente la formación de la placenta. Sin embargo, no hay evidencias que indiquen que la vacuna puede tener este efecto adverso.
Esta afirmación forma parte de las campañas de los grupos anti-vacunas, quienes publican desinformación desde hace décadas, aunque con mayor frecuencia desde el inicio de la pandemia en el mundo.
La Unidad de Verificación de Datos y Fact-checking de Efecto Cocuyo consultó organismos internacionales, documentos de orientación provisional y otros portales de chequeo.
Estudios
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que las embarazadas son más vulnerables a infecciones respiratorias y que si se enferman, pueden desarrollar síntomas más graves en comparación con mujeres no embarazadas.
A criterio de la organización, todas las mujeres embarazadas, independientemente de los factores de riesgo, deben priorizarse para la vacunación contra el COVID-19 cuando el beneficio sea mayor que el riesgo. También se recomienda consultar los documentos de orientación provisional de cada vacuna.
Ahora ¿qué dicen estos documentos sobre la vacunación durante el embarazo? Aquí el resumen por empresa fabricante:
Sinopharm: Estudios de toxicología del desarrollo y la función reproductora (Dart, por sus siglas en inglés) en animales no muestran efectos adversos durante el embarazo. La vacuna contiene un coadyuvante que se usa comúnmente en otras inmunizaciones y cuenta con un buen perfil de seguridad documentado. Sin embargo, la data disponible es insuficiente para evaluar su eficacia o los riesgos asociados al embarazo. Mientras se desarrollan los estudios, la OMS recomienda la vacuna cuando los beneficios de recibirla superan los riesgos.
Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen: Estudios de Dart hechos en animales no muestran efectos nocivos en el embarazo. Se tiene previsto hace más estudios en los próximos meses y la OMS recomienda su aplicación en tanto los beneficios superen los riesgos.
Placenta
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen, sobre las vacunas de ARN mensajero (Moderna y Pzifer), que los primeros datos de tres sistemas de monitoreo de seguridad no encontraron problemas en personas gestantes en etapas avanzadas. Tampoco detectaron riesgo de aborto espontáneo, aunque continúan los estudios.
Sobre la formación de la placenta, parte de la desinformación antivacunas se ha enfocado en mentir sobre el impacto de la inmunización en esta área del cuerpo de las personas gestantes.
Una de las desinformaciones más virales dice que la vacuna de Pfizer contiene una “proteína pico… llamada sincitina-1, vital para la formación de la placenta humana”, lo que podría crear una respuesta involuntaria contra esa proteína. El Detector, la sección de fact-checking de Univisión, explica que la sincitina-1 cumple un rol fundamental en la formación de una de las capas de la placenta. Sin embargo, las vacunas no contienen esta proteína.
Las ginecobstetras Erin Clark y Torri Metz, de la Universidad de Utah (Estados Unidos), señalaron que la vacunación durante el embarazo y la lactancia proporciona protección tanto a la madre como al bebé. Cuando se administra, actúa en el músculo, no pasa directamente al bebé. El cuerpo reconoce la vacuna y genera la respuesta inmunológica. De esta manera los anticuerpos atraviesan la placenta a través del torrente sanguíneo y llegan al bebé en formación.
La indicación de las médicas coindice con lo dicho por la Escuela de Medicina Pritzker de la Universidad de Chicago a Reuters, que señala que no hay evidencia de que la vacuna contra el covid-19 reduzca la fertilidad, dañe la placenta o el feto. Dadas las indicaciones médicas, es falso que la inmunización contra el nuevo coronavirus afecte de forma negativa en la placenta.