A medida que se acerca la elección presidencial de los EEUU crece la incertidumbre ante la posibilidad que el martes 3 de noviembre no se pueda proyectar a un ganador.
El significativo aumento del voto anticipado a causa de la pandemia del COVID-19 puede alimentar las impugnaciones de los resultados y la negativa del presidente Donald Trump a comprometerse a realizar una transferencia pacífica del poder en caso de que sea derrotado.
Siete días antes del evento electoral los datos suministrados por Electproject concluyen que 71.063.593 estadounidenses ya han ejercido su derecho al voto, de éstos 47.753.131 votos se emitieron por correo postal y 23.310.462 electores votaron presencialmente en los centros previstos para el voto anticipado.
Sin embargo, en el caso del voto por correo un número significativo de papeletas de votación han sido devueltas principalmente por defectos de forma. De los 19 estados que suministran esta información se concluye que 55% de los votos por correo postal emitidos por estadounidense afiliados al partido demócrata (13 millones de votos) han sido devueltos, mientras 46% de los votos enviados por afiliados al partido republicano tampoco han sido admitidos (6 millones de votos).
Según un informe de Crisis Group , “si bien los estadounidenses se han acostumbrado a un cierto nivel de conflicto en las campañas presidenciales celebradas cada cuatro años, en la memoria reciente no se han enfrentado a la posibilidad real de que el titular pueda llegar a rechazar el resultado, o que las elecciones puedan derivar en violencia”.
Este 3 de noviembre no se escogerá solo al Presidente. En estos comicios se escogerán a los 435 integrantes del congreso, 11 puestos en el Senado, 13 gobernadores y un número significativo de parlamentos y senados regionales.
Según Crisis Group EEUU se afrenta a la aparición “de factores de riesgo que prenderían las alarmas en cualquier país: una polarización política ligada a cuestiones de raza e identidad; el surgimiento de grupos armados con agendas políticas; posibilidades más altas de lo habitual de que el resultado sea impugnado; y el presidente Donald Trump, un líder que con demasiada frecuencia se ha valido del conflicto para promover sus intereses personales y políticos”.
Adicionalmente advierten que el riesgo de disturbios perdurará, y aumentará si cualquiera de las partes llega a sospechar fraude en las votaciones.
El referido informe de Crisis Group indica que EEUU se enfrenta a un nivel de agitación social y política que posiblemente no había experimentado desde la década de 1960.
“Los principales partidos están polarizados sobre profundas cuestiones de identidad nacional, con muchos demócratas viéndolo como un momento crucial que determinará el compromiso del país con las normas democráticas -precisa Crisis Group- mientras que muchos republicanos ven a Trump como una barrera contra los cambios culturales y demográficos que les preocupa por sus efectos fundamentales sobre el carácter de la nación»
En su reporte se advierte que “un marcado giro generado por el COVID-19 hacia la votación por correo probablemente abra la puerta para una impugnación (…) En ese escenario, las complicadas leyes electorales de EE. UU. podrían desembocar en meses de tensa indecisión”.
En el más reciente estudio de Pew Research sobre la confianza de los estadounidenses en el proceso electoral se concluye que los electores tienen poca confianza en que las boletas por correo se entregarán a tiempo para ser contadas.
Solo el 13% de los votantes dice que tiene mucha confianza en que las boletas por correo se entregarán a tiempo, mientras que una proporción igualmente pequeña (15%) dice que tiene mucha confianza en que se conocerá al ganador dentro de uno o dos días el día de las elecciones.
El estudio concluye que los partidarios de Biden “tienen más confianza que los partidarios de Trump en que una vez que se hayan contado todos los votos quedará claro qué candidato ganó”.
Según Pew Research aproximadamente tres cuartas partes (76%) de los partidarios de Biden tienen al menos cierta confianza en que esto sucederá, en comparación con el 55% de los partidarios de Trump.
Los partidarios de Biden también confían considerablemente más que los partidarios de Trump en que las boletas por correo se entregarán a tiempo para ser contadas. Aproximadamente dos tercios (67%) de los partidarios de Biden tienen mucha o algo de confianza en que las boletas por correo se entregarán a tiempo para ser contadas; solo un tercio de los partidarios de Trump dice lo mismo.
Pew Research resalta que la mayor diferencia entre los partidarios de Trump y Biden es si las personas que no están legalmente calificadas para votar se les impedirá hacerlo: el 84% de los votantes de Biden están confiados en que los votantes no elegibles no podrán hacerlo. En contraste, solo el 35% de los partidarios de Trump dicen que tienen al menos cierta confianza en que aquellos que no están legalmente calificados para votar se les impedirá hacerlo.
En particular, no hay diferencias significativas entre los partidarios de Trump y Biden en sus expectativas sobre conocer el resultado de las elecciones poco después del día de las elecciones. Entre ambos grupos de votantes, aproximadamente la mitad confía en que los estadounidenses conocerán al ganador de la carrera presidencial dentro de uno o dos días del día de las elecciones. Además el 16% de los partidarios de Trump y el 15% de los partidarios de Biden están muy seguros de que los resultados se finalizarán unos días después del 3 de noviembre.
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A medida que se acerca la elección presidencial de los EEUU crece la incertidumbre ante la posibilidad que el martes 3 de noviembre no se pueda proyectar a un ganador.
El significativo aumento del voto anticipado a causa de la pandemia del COVID-19 puede alimentar las impugnaciones de los resultados y la negativa del presidente Donald Trump a comprometerse a realizar una transferencia pacífica del poder en caso de que sea derrotado.
Siete días antes del evento electoral los datos suministrados por Electproject concluyen que 71.063.593 estadounidenses ya han ejercido su derecho al voto, de éstos 47.753.131 votos se emitieron por correo postal y 23.310.462 electores votaron presencialmente en los centros previstos para el voto anticipado.
Sin embargo, en el caso del voto por correo un número significativo de papeletas de votación han sido devueltas principalmente por defectos de forma. De los 19 estados que suministran esta información se concluye que 55% de los votos por correo postal emitidos por estadounidense afiliados al partido demócrata (13 millones de votos) han sido devueltos, mientras 46% de los votos enviados por afiliados al partido republicano tampoco han sido admitidos (6 millones de votos).
Según un informe de Crisis Group , “si bien los estadounidenses se han acostumbrado a un cierto nivel de conflicto en las campañas presidenciales celebradas cada cuatro años, en la memoria reciente no se han enfrentado a la posibilidad real de que el titular pueda llegar a rechazar el resultado, o que las elecciones puedan derivar en violencia”.
Este 3 de noviembre no se escogerá solo al Presidente. En estos comicios se escogerán a los 435 integrantes del congreso, 11 puestos en el Senado, 13 gobernadores y un número significativo de parlamentos y senados regionales.
Según Crisis Group EEUU se afrenta a la aparición “de factores de riesgo que prenderían las alarmas en cualquier país: una polarización política ligada a cuestiones de raza e identidad; el surgimiento de grupos armados con agendas políticas; posibilidades más altas de lo habitual de que el resultado sea impugnado; y el presidente Donald Trump, un líder que con demasiada frecuencia se ha valido del conflicto para promover sus intereses personales y políticos”.
Adicionalmente advierten que el riesgo de disturbios perdurará, y aumentará si cualquiera de las partes llega a sospechar fraude en las votaciones.
El referido informe de Crisis Group indica que EEUU se enfrenta a un nivel de agitación social y política que posiblemente no había experimentado desde la década de 1960.
“Los principales partidos están polarizados sobre profundas cuestiones de identidad nacional, con muchos demócratas viéndolo como un momento crucial que determinará el compromiso del país con las normas democráticas -precisa Crisis Group- mientras que muchos republicanos ven a Trump como una barrera contra los cambios culturales y demográficos que les preocupa por sus efectos fundamentales sobre el carácter de la nación»
En su reporte se advierte que “un marcado giro generado por el COVID-19 hacia la votación por correo probablemente abra la puerta para una impugnación (…) En ese escenario, las complicadas leyes electorales de EE. UU. podrían desembocar en meses de tensa indecisión”.
En el más reciente estudio de Pew Research sobre la confianza de los estadounidenses en el proceso electoral se concluye que los electores tienen poca confianza en que las boletas por correo se entregarán a tiempo para ser contadas.
Solo el 13% de los votantes dice que tiene mucha confianza en que las boletas por correo se entregarán a tiempo, mientras que una proporción igualmente pequeña (15%) dice que tiene mucha confianza en que se conocerá al ganador dentro de uno o dos días el día de las elecciones.
El estudio concluye que los partidarios de Biden “tienen más confianza que los partidarios de Trump en que una vez que se hayan contado todos los votos quedará claro qué candidato ganó”.
Según Pew Research aproximadamente tres cuartas partes (76%) de los partidarios de Biden tienen al menos cierta confianza en que esto sucederá, en comparación con el 55% de los partidarios de Trump.
Los partidarios de Biden también confían considerablemente más que los partidarios de Trump en que las boletas por correo se entregarán a tiempo para ser contadas. Aproximadamente dos tercios (67%) de los partidarios de Biden tienen mucha o algo de confianza en que las boletas por correo se entregarán a tiempo para ser contadas; solo un tercio de los partidarios de Trump dice lo mismo.
Pew Research resalta que la mayor diferencia entre los partidarios de Trump y Biden es si las personas que no están legalmente calificadas para votar se les impedirá hacerlo: el 84% de los votantes de Biden están confiados en que los votantes no elegibles no podrán hacerlo. En contraste, solo el 35% de los partidarios de Trump dicen que tienen al menos cierta confianza en que aquellos que no están legalmente calificados para votar se les impedirá hacerlo.
En particular, no hay diferencias significativas entre los partidarios de Trump y Biden en sus expectativas sobre conocer el resultado de las elecciones poco después del día de las elecciones. Entre ambos grupos de votantes, aproximadamente la mitad confía en que los estadounidenses conocerán al ganador de la carrera presidencial dentro de uno o dos días del día de las elecciones. Además el 16% de los partidarios de Trump y el 15% de los partidarios de Biden están muy seguros de que los resultados se finalizarán unos días después del 3 de noviembre.