El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) informó la noche de este viernes, 24 de mayo, que el motín ocurrido en el centro de detención preventiva de Acarigua, estado Portuguesa, dejó un saldo de 30 reclusos muertos y 26 heridos, de los cuales 19 son funcionarios.
La ONG calificó lo ocurrido en el Centro de Coordinación Nº2 General José Antonio Páez, nombre oficial de la comisaría, como una matanza y exigió a las autoridades realizar una investigación exhaustiva, inmediata e imparcial sobre los hechos ocurridos entre el 23 y el 24 mayo.
Mediante un comunicado, el OVP explicó que el motín se produjo porque los reos hicieron una serie de peticiones a las autoridades del centro de detención, entre ellas la reanudación de las visitas y de las comidas, la destitución del director del centro y permitir el ingreso de grupos deportivos, predicadores evangélicos, cigarros y bebidas alcohólicas.
Ninguna de las demandas hechas el 16 de mayo fue concedida, por lo que los solicitaron la presencia de la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la República en el sitio, que tampoco aparecieron.
El jueves 23 de mayo inició el enfrentamiento entre los reclusos y los funcionarios de seguridad. Ese día murió Wuislandi Medina Pineda por una herida de bala. Según los reos, falleció a manos de la policía, lo que desencadenó el motín.
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Tras un intercambio de disparos que duró toda la noche del jueves, una comisión de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (Faes) ingresó al recinto penitenciario la mañana del viernes. A partir de las 10:00 am, empezaron a trasladar los cadáveres de los internos al hospital Jesús Casal Ramos, en Acarigua.
En la morgue del hospital fueron ingresados 29 cuerpos. A estas muertes se suma la de Medina Pineda, registrada el día anterior.
La matanza también dejó siete presos y 19 funcionarios heridos, en su mayoría por esquirlas y balas.
Hasta la tarde del viernes, 24 de mayo, los cadáveres de los internos no habían sido identificados. La policía del estado Aragua revisó al resto de presos tras recobrar el control de la comisaría. Estos fueron desnudados y acostados en el patio para someterlos a una requisa.
El OVP responsabiliza a la ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, por el “desastre penitenciario” y por no permitir que lo presos sean trasladados de los calabozos policiales a los penales.
“En la comandancia policial de Acarigua había un total de 540 presos y su capacidad instalada es para 300 personas según lo que pudo corroborar el equipo de OVP para un hacinamiento de 180 % en dichas instalaciones”, señala la ONG en el comunicado.
También detalla que documentarán los sucedido para informar a la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet; al Relator de Personas Privadas de Libertad de las Américas comisionado, Joel Hernández; y al Grupo de Trabajo de Ejecuciones Extrajudiciales de Naciones Unidas.
Foto: OVP
Jefe de seguridad de Portuguesa dice que motín que dejó 29 muertos inició por intento de fuga