“Mami, quédate tranquila. Ya vas a ver que en cualquier momento papi llega a la casa”, es la frase que le repite la hija menor del general Raúl Baduel a su madre Cruz María de Baduel. El militar, exministro de Defensa, está detenido pero desde hace seis días los custodios lo sacaron de su celda y ahora está desaparecido.

Cruz María, esposa de Baduel, acudió este lunes, 14 de agosto, a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) donde la defensa del general introdujo un documento para solicitar el apoyo del organismo internacional y presionar al Estado venezolano a dar respuesta sobre el paradero de Baduel. 

El general fue sacado de su celda en el Centro de Procesados Militares de Ramo Verde en el estado Miranda el 8 de agosto. En la madrugada, custodios se lo llevaron encapuchado y esposado.

“Hay preocupación de la familia. No sabemos el motivo del traslado ni a dónde se realizó. Tememos por su vida porque no tenemos idea de dónde está y las autoridades del Estado no dan respuesta”, dijo Guillermo Rojas, uno de los tres abogados de Baduel.

En la semana de angustia, los abogados han acudido a pedir respuesta directamente a Ramo Verde, como se le conoce a la cárcel donde estaba recluido Baduel, para hablar con el director del penal. Responsabilizaron al capitán de navío Boston Silva por permitir el traslado irregular, sin boleta expedida por un tribunal y sin avisar a la defensa.

“El capitán nos indicó el martes, 8 de agosto, que Baduel se encontraba en la sede de la Dirección Contra Inteligencia Militar (Dgcim) en Boleíta. Acudimos allá y nos dijeron que estaba en Fuerte Tiuna en la sede del Ministerio de Defensa. Tampoco nos respondieron ahí y nos tuvieron retenidos 45 minutos por órdenes del general Chourio”, indicó.

Además llevaron la denuncia a la Fiscalía Militar y a la Defensoría del Pueblo. Nada ha dado resultados positivos. Por eso tomaron la decisión de recurrir a entes internacionales como la OEA y la Organización de Naciones Unidas. Ahora no le quedan instancias a las que recurrir.

El 12 de enero Baduel acudió a su presentación rutinaria a los tribunales militares, según lo dispuesto en agosto de 2015 cuando le otorgaron la medida sustitutiva de su condena. Pero al salir del juzgado castrense, funcionarios de la Dgcim lo detuvieron nuevamente y trasladaron a Ramo Verde.

El 2 de marzo de este año, un día antes de que terminara su condena a siete años y once meses de cárcel por corrupción vinculada con la adquisición de equipamiento militar, le fue imputado un nuevo delito: instigación a la rebelión.

La audiencia preliminar por esta causa no ha se ha realizado, pues en cinco oportunidades ha sido diferida.

El traslado irregular del general Baduel se realizó dos días después de que militares retirados y civiles atacaran el Fuerte Paramacay y robaran armas de la 41 Brigada Blindada, la cual está ubicada en Carabobo.

Una semana de angustia

“Trato de proteger a los niños de esta situación. A la niña de 11 años y al varón de 14 años. Trato de llorar a escondidas para que los niños no se den cuenta ni que noten mi angsutia. Pero igual aprovecho cuando entro al baño o cuando están dormidos para llorar todo lo que tengo que llorar y hacerme mil preguntas”, manifestó Cruz María.

Ella recordó que durante el arresto domiciliario de su esposo, otorgado en agosto del año pasado, Baduel tuvo la oportunidad de huir y fue aconsejado por varias personas para que se refugiara en el exterior. “No lo hizo, porque creyó en la democracia del país y que en algún momento se iba a restituir”, exclamó y agregó que esta situación es injusta.

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