Una planificación que se quedó en “el papel”. Hace un año, el Ministerio de Salud, Onusida, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Red Venezolana de Gente Positiva y la Sociedad Venezolana de Infectología elaboraron el Plan Maestro para dar respuesta a las epidemias de malaria, VIH y tuberculosis en Venezuela durante los próximos tres años.

En la actualidad, en medio del incumplimiento del Estado y la falta de financiamiento, la hoja de ruta se ha desdibujado.

Así lo denuncia Alberto Nieves, director de la ONG Acción Solidaria Ciudadana contra el Sida (Accsi), quien afirmó en entrevista a Efecto Cocuyo que el Plan Maestro “quedó a la deriva” después de los esfuerzos realizados por el Estado, los organismos internacionales y la sociedad civil venezolana.

“El Estado venezolano no ha cumplido con su compromiso del Plan Maestro. En enero de este año arrancó el plan formalmente. Solo para la atención a personas con VIH se requieren 33 millones de dólares y lo único que se ha conseguido fue lo que dio el Fondo Global: 680 mil frascos de antirretrovirales. Suficiente para cubrir solo un año de tratamiento de los tres que se necesitan para 50 mil personas”, explicó Nieves.

A mediados de 2018, el Fondo Mundial para la Lucha contra el VIH/sida, Tuberculosis y Malaria desembolsó 5 millones de dólares para la adquisición de medicamentos antirretrovirales. El pasado 14 de enero representantes de la Red Venezolana de Gente Positiva recibieron el primer cargamento del donativo.

Al Estado venezolano le correspondía entonces poner de su bolsillo 28 millones de dólares para financiar el resto del programa, pero las comunicaciones entre el Ministerio de Salud y la sociedad civil son cada vez más distantes.

Uno de los acuerdos era que se permitiera a la Red Venezolana de Gente Positiva monitorear la distribución de los antirretrovirales en las farmacias. Ese acuerdo no se cumplió.

“Nosotros solo pudimos ingresar al centro de almacenamiento robotizado en Jipana cuando llegaron los frascos. No hemos podido acceder otra vez”, explicó Nieves.

A las ONG también se les imposibilita hacer las labores de auditoría ciudadana y vigilar las entregas en los centros asistenciales. “Por instrucciones del Ministerio de Salud nos prohíben el acceso a las farmacias. A los trabajadores los amenazan y les prohíben darnos información”, añadió.

Otro acuerdo que debía cumplir el Estado era el financiamiento de reactivos para que las personas con el virus puedan realizarse las pruebas de carga viral y CD4. Sin embargo, sin los materiales de laboratorio, los seropositivos no pueden hacer seguimiento al virus y los médicos tampoco pueden detectar nuevos casos.

“La epidemia de VIH está descontrolada y se desconocen las estadísticas de nuevos diagnósticos. Tampoco se sabe cuántas personas con VIH hay en el país. La última cifra oficial data de 2016, cuando el Estado dijo que había unas 120 mil personas en Venezuela viviendo con el virus”, apuntó el director de Accsi.

El único antirretroviral disponible en el país es el combinado dolutegravir tenofovir lamivudine (DLT), traído en el marco de la cooperación con el Fondo Global. Sin embargo, Nieves alerta que en el país no hay terapias alternativas para los pacientes que lo requieran pues, afirma, el desabastecimiento de fármacos para tratar el VIH asciende a 65%.

A un año de la elaboración del Plan Maestro, Nieves lamenta que los esfuerzos de documentación de OPS y Onusida, así como la planificación de las ONG venezolanas hayan quedado en el papel, y que cada vez haya más trabas por parte de las autoridades para poner en marcha el plan.

“El Ministerio de Salud no ha mostrado ningún tipo de interés y se niega a cumplir con lo acordado”, aseguró el activista.

ONG denuncia que Gobierno impide monitorear medicamentos del Plan Maestro

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