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Mariana Souquett Gil | @nanasouquett
Foto por Mairet Chourio | @mairetchourio (Archivo)La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió este miércoles 9 de febrero que el número de muertes por COVID-19 en Venezuela aumentó durante la última semana, un reflejo del incremento de los decesos en América del Sur por los efectos de la pandemia.
«Las infecciones están bajando el ritmo en partes de América del Sur: los casos fueron reducidos en un 50 % en Perú y en Argentina, pero las muertes siguen creciendo en toda la región, entre un alza del 9,4 % en Bolivia a un aumento del 42 % en Venezuela«, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, durante la conferencia virtual semanal de la organización.
Etienne destacó que los casos nuevos de COVID-19 en las Américas disminuyeron 31 %, pero las muertes aumentaron 13 % en la última semana, período en el que se sumaron 4,8 millones de casos nuevos y más de 33 mil defunciones en la región.
En el cono Sur, Chile registró un incremento de 50 % en las hospitalizaciones, mientras que el Caribe vive una desaceleración en el número de casos nuevos, con más muertes con excepción de algunos países.
«Los países con cobertura vacunal más alta ven números de ingresos más bajos a las terapias intensivas y muertes. Esto destaca la importancia de ampliar el acceso a las vacunas y a los refuerzos cuando se encuentren disponibles para salvar vidas», añadió.
El gerente de Incidente para COVID-19, Sylvain Aldighieri, igualmente se refirió a la situación en las Américas e indicó que la variante ómicron es predominante en todas sus subregiones. Ya ha sido detectada en 48 países y territorios en la región.
«Probablemente nos encontramos a la baja de esta cresta producida por ómicron, pero todavía son importantes los casos que estamos viendo en Europa, América del Norte y América del Sur. Ómicron, al igual que cualquier otra variante, se describe mejor con dos características: el contagio y la gravedad. Si bien ómicron probablemente es una variante menos grave, se ve compensada por una tasa de contagio mucho más alta», expresó.
La directora de la OPS también se pronunció acerca del impacto de la pandemia sobre los trabajadores sanitarios, y aseguró que para ellos «no hay nada moderado sobre la ola de ómicron».
«Años de subinversión en nuestros servicios sanitarios, sistemas de información que envejecían y también condiciones laborales deficientes aumentaron las dificultades en el trabajo sanitario. La pandemia dejó al descubierto el déficit en la disponibilidad de profesionales sanitarios, incluso una distribución dispareja», añadió.
Destacó que en Brasil, Guatemala y Colombia más de uno de cada diez médicos, enfermeros y profesionales sanitarios presentaron síntomas de depresión grave con la pandemia: «Si bien las cifras cambian, nos dan una idea de cuán terrible era la situación en la región».
Igualmente, la doctora llamó a proteger a los trabajadores sanitarios al ponerlos como prioridad en la dotación de equipos de protección personal y administrar las vacunas de refuerzo cuando estén disponibles.
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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió este miércoles 9 de febrero que el número de muertes por COVID-19 en Venezuela aumentó durante la última semana, un reflejo del incremento de los decesos en América del Sur por los efectos de la pandemia.
«Las infecciones están bajando el ritmo en partes de América del Sur: los casos fueron reducidos en un 50 % en Perú y en Argentina, pero las muertes siguen creciendo en toda la región, entre un alza del 9,4 % en Bolivia a un aumento del 42 % en Venezuela«, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, durante la conferencia virtual semanal de la organización.
Etienne destacó que los casos nuevos de COVID-19 en las Américas disminuyeron 31 %, pero las muertes aumentaron 13 % en la última semana, período en el que se sumaron 4,8 millones de casos nuevos y más de 33 mil defunciones en la región.
En el cono Sur, Chile registró un incremento de 50 % en las hospitalizaciones, mientras que el Caribe vive una desaceleración en el número de casos nuevos, con más muertes con excepción de algunos países.
«Los países con cobertura vacunal más alta ven números de ingresos más bajos a las terapias intensivas y muertes. Esto destaca la importancia de ampliar el acceso a las vacunas y a los refuerzos cuando se encuentren disponibles para salvar vidas», añadió.
El gerente de Incidente para COVID-19, Sylvain Aldighieri, igualmente se refirió a la situación en las Américas e indicó que la variante ómicron es predominante en todas sus subregiones. Ya ha sido detectada en 48 países y territorios en la región.
«Probablemente nos encontramos a la baja de esta cresta producida por ómicron, pero todavía son importantes los casos que estamos viendo en Europa, América del Norte y América del Sur. Ómicron, al igual que cualquier otra variante, se describe mejor con dos características: el contagio y la gravedad. Si bien ómicron probablemente es una variante menos grave, se ve compensada por una tasa de contagio mucho más alta», expresó.
La directora de la OPS también se pronunció acerca del impacto de la pandemia sobre los trabajadores sanitarios, y aseguró que para ellos «no hay nada moderado sobre la ola de ómicron».
«Años de subinversión en nuestros servicios sanitarios, sistemas de información que envejecían y también condiciones laborales deficientes aumentaron las dificultades en el trabajo sanitario. La pandemia dejó al descubierto el déficit en la disponibilidad de profesionales sanitarios, incluso una distribución dispareja», añadió.
Destacó que en Brasil, Guatemala y Colombia más de uno de cada diez médicos, enfermeros y profesionales sanitarios presentaron síntomas de depresión grave con la pandemia: «Si bien las cifras cambian, nos dan una idea de cuán terrible era la situación en la región».
Igualmente, la doctora llamó a proteger a los trabajadores sanitarios al ponerlos como prioridad en la dotación de equipos de protección personal y administrar las vacunas de refuerzo cuando estén disponibles.