El gremio de enfermería exigió a la administración de Nicolás Maduro permitir la entrada de las vacunas de AstraZeneca contra COVID-19 a través del mecanismo Covax, un día después de que se reiterara que las autoridades no aprobarían su uso en el país.
“En nombre del gremio de enfermería que está ‘fronteando’ esta pandemia, exijo que se le permita la entrada a la vacuna para que la Mesa Técnica Nacional cumpla con su responsabilidad”, dijo Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería de Distrito Capital en una rueda de prensa este 25 de marzo.
Contreras denunció que la administración de Maduro presenta “obstáculos” para que lleguen las vacunas del mecanismo Covax y destacó que confían que las vacunas del mecanismo son seguras y útiles para mitigar la enfermedad, por lo que exhortó a vacunar a los trabajadores sanitarios y hacer público el plan de vacunación.
“Hay trabajadores de salud que no han recibido inmunización y es contradictorio ver a factores políticos haberse vacunado”, expresó. “La vacuna no le ha llegado a la población. No es justo que un grupo esté vacunado y se le niegue al pueblo venezolano su derecho”.
Por su parte, Hilda Rubí González, coordinadora de Salud del partido Un Nuevo Tiempo, indicó que Venezuela se encuentra en una posición vulnerable porque experimenta una nueva fase expansiva de la epidemia de COVID-19, con clínicas y hospitales llenos de pacientes y con deficiencias en el suministro de agua.
González pidió no politizar la adquisición de vacunas y exigió que todas puedan llegar de manera inmediata a los profesionales de la medicina, enfermería y el resto de trabajadores sanitarios.
“Estamos viendo que usan las vacunas como arma para controlar, y eso no es justo. Ustedes sí se vacunaron en el régimen. En vez de ponerles vacunas a los que batallan en el hospital, decidieron ponerlas a un grupo”, dijo. “La vacuna no es juego para politizarla”.
Profesionales vulnerables
Ana Rosario Contreras destacó que el personal médico y de enfermería todavía carece de equipos de protección suficientes para trabajar durante la pandemia e instó a las autoridades a preservar la vida de los profesionales sanitarios.
Afirmó que 380 trabajadores de salud han muerto por COVID-19 y resaltó que en la actualidad hay trabajadores en cuidados intensivos por no haber tenido acceso a insumos de bioseguridad.
“Tenemos que pedir limosnas para poder enterrar a nuestros compañeros”, añadió. “Estamos muriendo porque no tenemos cómo protegernos”.