La escasez de medicamentos psiquiátricos alcanzó 63,83 % en la ciudad de Maracaibo durante el mes de noviembre, reveló el más reciente monitoreo de psicofármacos de la Fundación Rehabilitarte.
Según el boletín «¿En cuánto el récipe?», 27 medicamentos estuvieron totalmente escasos, entre ellos Diazepam de 1 y 2 mg y Paroxetina de 10 mg.
El mayor índice de escasez entre los medicamentos psiquiátricos en Maracaibo lo registraron los estimulantes y los antiparkinsonianos, con 100 % y 90 %, respectivamente.
Los ansiolíticos, por su parte, escasearon 75 %, seguidos por los antipsicóticos, con un índice de 67 %. En el caso de los antidemenciales y anticonvulsivos, ambos se situaron en 65 %.
El monitoreo, realizado en 10 farmacias distribuidas en seis parroquias de Maracaibo, identificó que el precio de los psicofármacos aumentó 12 % en comparación con octubre. Sin embargo, el principal incremento lo registraron los antiparkinsonianos, con 28,54 %, seguidos por los moduladores del estado de ánimo y los antidemenciales, ambos con 25%.
En cambio, los antidepresivos disminuyeron su precio 7 % y los antiepilépticos mantuvieron su costo.
La Fundación Rehabilitarte además calculó que el tratamiento mensual para una persona con trastorno depresivo mayor cuesta Bs. 44,04: casi diez dólares.
«La cifra se basa en un tratamiento prototipo, sin embargo, en la práctica cada caso se debe evaluar de manera individual», comentó la organización.
El trastorno depresivo mayor es una alteración del estado del ánimo que se manifiesta cuando la persona se siente triste, decaída, pierde el deseo de hacer las cosas y tiene alteraciones en el sueño y en el apetito. En casos graves, puede haber ideación o intentos de suicidio, y para tratarlo en Maracaibo se necesitan casi siete salarios mínimos.
«Las instituciones públicas no cuentan con los recursos suficientes para cubrir la demanda y la economía no propicia un escenario en el que las personas puedan acceder a la salud de manera adecuada», indicó la Fundación Rehabilitarte.
La organización insta al Estado a dotar de recursos y potenciar las estructuras de atención en salud mental, con el fin de brindar alternativas dignas para aquellos que tengan algún diagnóstico, como el trastorno depresivo mayor.
«También recomendamos a las agencias que coordinan la respuesta humanitaria en Venezuela incluir a la salud mental en sus programas de asistencia», añadió Rehabilitarte.
Con información de nota de prensa