Alerta sanitaria sobre el agua en Caracas. Tanto las personas que reciben agua desde los sistemas de suministro regulares como las que se abastecen por vías alternas están expuestas a contraer alguna enfermedad de origen hídrico, según José Félix Oletta, exministro de Salud.
“Estamos expuestos a riesgos microbiológicos por enfermedades infecciosas transmitidas por el agua por contaminación fecal, que es cuando el agua no cumple con el criterio de ausencia de agentes coliformes fecales (bacterias que indican contaminación por heces humanas o animales)”, dice el médico internista a Efecto Cocuyo.
También se han detectado coliformes totales y bacterias heterotróficas, agentes que marcan la pérdida de la calidad microbiológica del líquido, y pueden causar diarreas. Oletta destaca que las hidrológicas estatales deben publicar los resultados de los análisis microbiológicos de las redes convencionales de suministro de agua y de las informales. Sin embargo, no se difunden.
“Esos reportes no se están publicando y la población no tiene conocimiento de cómo está recibiendo el agua”, expresa.
El exministro señala que la interrupción del suministro al Área Metropolitana de Caracas (AMC), ocasionada por fallas en los sistemas Tuy I, II y III, y exacerbada por los apagones, también representa riesgos para los caraqueños. La suspensión del servicio ocasiona que queden sedimentos y residuos en la superficie y propicia el crecimiento de bacterias.
“La emergencia se hace mayor en la medida en que concurren las fallas de agua con las fallas de electricidad. El sistema del AMC es muy complejo, requiere muchas bombas para poder funcionar adecuadamente y proveer el agua a las zonas más altas de la ciudad es peor. Todo ha empeorado desde marzo”, expresa.
Advierte que el agua de algunas fuentes convencionales de suministro carece de cloración suficiente. Tampoco se permite la toma de muestras a la salida de las plantas potabilizadoras. Alerta que las fuentes no convencionales son “peligrosas e inseguras” porque no han sido tratadas.
Cada día son más comunes las interrupciones en el suministro de agua en Caracas y en todo el país. Según la firma Consultores 21, cerca de 90 % de los venezolanos afirma sufrir problemas con los servicios de la electricidad y agua. Ante este escenario, las personas han buscado fuentes alternativas para surtirse, entre ellas tomas al borde de las carreteras y aguas de pozos o manantiales. Pero es un mito que sean puras: todas deben ser tratadas para eliminar el mayor número de patógenos posibles.
José Félix Oletta resalta que cada vez es más frecuente la apertura de centros de recarga de agua en Caracas, pero no todos cumplen con las reglas que estableció la providencia administrativa n° 290-2018 del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (Sacs) del Ministerio del Poder Popular para la Salud, publicada en Gaceta Oficial n° 41.445 del 23 de julio de 2018.
“Preocupa la proliferación de centros de llenado y reenvasado de botellones, que están normados apenas desde hace un año”, dice. “Muchos centros de relleno de botellones no tienen certificaciones de calidad pero están proliferando en todas las parroquias”, agrega.
El doctor destaca que tanto el personal de salud como los pacientes están expuestos, pues estima que 70 % de los hospitales no reciben agua de manera continua, por lo que deben abastecerse con cisternas. “No tenemos certeza de la calidad del agua de los hospitales y no se sabe de dónde vienen las cisternas que los surten”, indica.
Población informada
José Félix Oletta subraya que la población debe conocer los riesgos a los que está expuesta, y el gobierno tiene la obligación de informar y crear campañas para tomar conciencia.
“Una sociedad bien informada es una sociedad saludable. Si la población no conoce los riesgos y los problemas, esta más expuesta a enfermar”, señala.
Escherichia coli, Shigella flexneri, Salmonella y norovirus son algunos de los agentes patógenos a los que está expuesta la población. Diarreas y hepatitis A son algunas de las enfermedades relacionadas con el agua. Para reducir los riesgos, los especialistas recomiendan:
– No tomar agua de procedencia dudosa. Si el agua es de botellón, verificar si proviene de un sitio certificado.
– Verificar olor, color o sabor. Si tiene alguno de estos, no es agua compatible para el consumo humano.
– Filtrar no es suficiente. El filtro puede remover algunos protozoarios, pero pueden sobrevivir algunos virus y bacterias.
– Hervir el agua por 2 minutos. Es la medida más básica. Si se hierve por más tiempo es contraproducente: se reduce el volumen y se concentran las sales, por lo que adquiere un sabor diferente.
– Si no se puede hervir, el agua se puede clorar. Es un plan de emergencia. Agregar una gota de cloro (no jabonoso y sin perfume) por cada litro de agua. Esperar 30 minutos. La dosis puede variar dependiendo del porcentaje del cloro comercial.
– El almacenamiento también es importante. Debe almacenarse en recipientes limpios y debe taparse.
– Las personas sin leña y sin electricidad pueden desinfectar el agua con luz ultravioleta: con el sol. Envasar el agua, preferiblemente en vidrio, y exponerla a radiación solar. Los recipientes deben estar muy limpios.
– Mantener las manos limpias al manipular alimentos también es importante.
– Las pastillas de purificación también son una opción. Algunas se consiguen en farmacias.
El 2 de noviembre se publicó un reporte de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional en conjunto con la Sociedad Venezolana de Salud Pública sobre la calidad microbiológica del agua en Caracas. Para leerlo, haga clic aquí