Fallas de servicios dificultan apoyo a personas con cáncer de mama en Venezuela
Funcamama, en Carabobo, padece interrupciones del servicio eléctrico y suministro de agua y su planta eléctrica ya no cuenta con combustible Credit: @funcamama

Con más dificultades por las fallas de los servicios comenzó octubre, mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, para las organizaciones que se dedican a orientar y brindar apoyo a personas con la enfermedad en Venezuela, el primer tipo de cáncer entre las mujeres en el país.

Antes del “mes rosa” de 2020, distintas organizaciones tuvieron que buscar alternativas y superar barreras en medio de la pandemia de COVID-19 y el deterioro de las servicios para continuar sus actividades.

Desde que se decretó el estado de alarma por la llegada del nuevo coronavirus al país en marzo, la asociación civil sin fines de lucro SenosAyuda, en Caracas, ha tenido que “hacer maromas” para mantener sus labores en medio de las restricciones de movilidad por la cuarentena y por la falta de gasolina, obstáculos para llegar hasta la organización.

“Hicimos maromas con los médicos y derivábamos a las pacientes. Si nos llamaban que estaban al oeste y el médico estaba en una consulta allá, en vez de llegar a la sede por transporte, le decíamos a la paciente que el médico estaba en su consultorio y las veía allá. Tuvimos que ‘jugar tetris’ con los pacientes y los doctores”, dice Bolivia Bocaranda, su presidenta.

Desde el inicio de la cuarentena en Venezuela solo han atendido a las pacientes ya diagnosticadas con cáncer de mama o con altas probabilidades de tener un tumor maligno. Debido a la pandemia, interrumpieron las consultas y controles, realidad que, alerta Bocaranda, puede generar un problema a futuro por el retraso de un diagnóstico oportuno.

SenosAyuda atendió a 501 personas entre enero y septiembre de 2020. A pesar de las limitaciones generadas por el COVID-19 y la situación del país, la organización registró un aumento de 40% en las solicitudes de ayuda desde el inicio de la cuarentena.

“Es lamentable que hayamos recibido un aumento tan grande de solicitudes porque no solamente ha acudido un gran número de gente por cáncer de mama, sino por todo tipo de patologías oncológicas. Es la desesperación de la gente que acude al sistema público de salud sin respuestas y luego va a organizaciones como SenosAyuda como el último reducto de auxilio”, añade Bocaranda.

Para la Asociación Civil Conquistando la Vida (Aconvida), continuar el trabajo durante los últimos meses ha sido una tarea ardua. Cada día, cada una de las voceras de la organización reciben por lo menos 10 solicitudes de medicamentos. Aunque su ayuda no se ha detenido, solo pueden entregar las reservas que guardan en su sede.

“Mantener el apoyo ha sido cuesta arriba por el cierre de vías y el problema de la gasolina. Lo que estamos entregando es lo que tenemos en stock de nuestra sede”, señala Mildred Varela, cofundadora de Aconvida. “No estamos recibiendo personas en nuestra sede, sin embargo no se ha suspendido la entrega de medicamentos de parte de nosotras. Seguimos asesorando y apoyando a la gente por teléfono, pero evitando siempre el contacto físico”.

Varela alerta que la pandemia ha ocasionado la suspensión de algunas cirugías y tratamientos, mientras que los exámenes y estudios cada vez son más inaccesibles. Agrega que los pacientes además deben realizar colas desde la madrugada en las afueras de las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), en ocasiones sin éxito.

Tres mujeres que recibían el apoyo de la fundación fallecieron desde el inicio de la pandemia. “También tenemos otras compañeras que han empeorado”, añade.

Sin servicios

La Fundación de Lucha contra el Cáncer de Mama (Funcamama), creada hace 18 años y ubicada en el estado Carabobo, ha padecido las fallas de los servicios en la entidad. Antes de la pandemia atendían a 3.500 personas al mes, pero tras la confirmación de los primeros casos de COVID-19, algunos pacientes acumulaban hasta dos meses sin aplicarse tratamientos.

Entre marzo y abril, su sede permaneció tres semanas cerrada. Las restricciones de movilidad y la falta de gasolina impidieron que médicos y técnicos pudieran desplazarse para aplicar tratamientos a los pacientes. Cuando reabrieron, comenzaron a trabajar con solo medio día de electricidad y con solo dos días con servicio de agua a la semana. Una sola persona se encargaba del traslado del personal.

Hasta inicios de octubre, seis meses y medio después del inicio de la cuarentena en el país, la situación empeoró para Funcamama. Aunque la vocación de sus trabajadores sigue intacta, el agravamiento de los servicios y la ausencia de combustible dificultan aún más sus actividades.

“Como toda la ciudad, estamos sin electricidad, sin servicio de agua. Nuestro personal, nuestro equipo de trabajo no se puede movilizar por falta de combustible. No tienen forma de cocinar en sus hogares porque no tienen gas o no tienen electricidad. Nuestra planta eléctrica ya no cuenta con combustible para seguir funcionando dos días más”, expresa Luisa Rodríguez Táriba, directora de Funcamama, en un video compartido en sus redes sociales.

La directora de Funcamama exhortó a las autoridades a garantizar los servicios públicos para permitir que puedan trabajar por el bien común: “Su trabajo es brindarnos calidad de vida. En Funcamama seguimos trabajando en las buenas y en las malas”.

Así inicia nuestro #October1st #MesRosa en plena crisis de la Emergencia Humanitaria en Venezuela pero seguimos trabajando para estar #conellas #funcamama @CivilisDDHH @AccionSolidaria @_Provea @_CEPAZ @CaleidoHumano pic.twitter.com/cuaT5SpSIU

— FUNCAMAMA (@FUNCAMAMA) October 1, 2020

Actividades para octubre

Para Rodríguez Táriba, hora tras hora están perdiendo vidas. Para octubre, como mes rosa, su deseo es continuar las actividades de Funcamama. “Vamos a hacer lo que siempre hemos hecho: salvar vidas, pero necesitamos la ayuda de todos y todas”, añadió.

En SenosAyuda, desde el inicio de la emergencia nacional por el nuevo coronavirus tuvieron que modificar la dinámica de sus actividades y utilizar aún más las redes sociales y plataformas digitales. Más de 67.000 personas se han sumado a transmisiones.

Para este sábado 3 de octubre realizarán una actividad por videoconferencia en alianza con Ana Ascanio y para el 19 de octubre tendrán un evento por Zoom llamado “Sigue la meta rosada: Hablemos de cáncer de mama”, que contará con la participación de médicos que hablarán desde la detección del cáncer de mama en Venezuela temprana hasta la reconstrucción.

Cáncer de mama en la región

El cáncer de mama es el más común entre las mujeres y la segunda causa principal de muerte por cáncer en mujeres en la región de las Américas. Cada año, más de 462.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama en la región y casi 100.000 mueren a causa de esta enfermedad, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Si la situación actual se mantiene, la organización estima que los números pueden aumentar a 572.000 diagnósticos y 130.000 muertes para 2030. La OPS alerta que muchos países de América Latina y el Caribe continúan teniendo acceso limitado a un diagnóstico precoz y a tratamientos avanzados que podrían resultar en una mayor supervivencia ante la enfermedad.

Según la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), el cáncer de mama es el primer tipo de cáncer en las mujeres en Venezuela y se presenta con más frecuencia entre los 45 y 54 años y ocasiona más muertes entre los 55 y los 64 años.

Cada mes de octubre se resalta la necesidad de educar sobre el cáncer de mama y tener programas de prevención y control de la enfermedad.

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