La renovación de todos los cargos públicos puede “oxigenar” al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, frente a la pérdida de legitimidad que sufrirá su mandato, después del 10 de enero de 2019, en opinión del profesor de teoría política Óscar Vallés.
Los países más importantes del hemisferio occidental advirtieron que desconocerán al mandatario venezolano porque las presidenciales del 20 de mayo carecen de legitimidad.
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“Una megaelección salvaría a Maduro. El oficialismo jamás va a admitir públicamente que la elección del 20 de mayo fue inconstitucional, pero sí puede admitir que con la aprobación del nuevo texto constitucional se relegitimarán todos los cargos”, afirma.
En el 2000, los venezolanos fueron convocados a votar en elecciones generales luego de que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), en tiempos de Hugo Chávez, aprobara una nueva Constitución.
Ahora, con la instalación de la Constituyente madurista, Vallés señala que se presenta una nueva oportunidad para renovar todos los cargos.
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No obstante, el profesor universitario advierte que estos comicios tendrían que convocarse bajo condiciones distintas a las actuales; siendo una de estas la remoción de las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), de lo contrario no tendrían validez para la oposición venezolana ni para la comunidad internacional.
AN debe defender legitimidad
Vallés señala que la principal tarea de la Asamblea Nacional debe ser preservar la legitimidad ante la comunidad internacional y definir una estrategia unitaria.
“A la Asamblea Nacional le corresponde convocar a sus jefes de fracciones y examinar las alternativas y los riesgos. Lo que no puede permitir es que el 10 de enero pase debajo de la mesa”, manifiesta.
La dirigente política María Corina Machado exhortó a la Asamblea Nacional asumir el Gobierno el 10 de enero, argumentando que ese día se producirá una falta absoluta del Presidente.
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Este planteamiento supone constituir un Gobierno paralelo desde el Poder Legislativo.
“Vamos a tener dos Gobiernos: uno que no es reconocido por los países más importante del hemisferio, pero que está en plena posesión del mando con el respaldo de casi todos los Poderes Públicos y la Fuerza Armada Nacional, y otro conformado por la Asamblea Nacional que no tiene garantizado el reconocimiento de la población ni el respaldo de la comunidad internacional, lo que significaría el quiebre absoluto de la estabilidad política en Venezuela”, advierte el analista político.
De darse este escenario, el oficialismo, vía Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), incluso podría acusar a los diputados de oposición de conspirar contra la forma Republicana del Estado, adelanta.
Nueva negociación
Sobre los rumores de una nueva negociación entre el Gobierno y un sector de la oposición, Vallés opina que un nuevo proceso de este tipo tiene poca probabilidad de éxito.
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“El Gobierno ha dado claras muestras de que no cumple acuerdos y no creo que la comunidad internacional esté dispuesta a proveer al Gobierno de Maduro financiamiento, disminuir o conculcar algunas sanciones bajo una promesa a futuro”, señala.
Foto: telesurtv.net