Ricardo Sucre: El plan de “dos rieles” de Petro es el más viable para sacar a Venezuela del statu quo

El presidente colombiano Gustavo Petro propone para Venezuela un plan de “dos rieles” con el que se impulse, por una parte, un cronograma electoral con garantías y la entrada al Sistema Interamericano de Derechos Humanos; y por otro, la desactivación paulatina y progresiva de sanciones.

Así lo declaró el jueves 20 de abril a su salida del despacho oval de la Casa Blanca, donde discutió el plan con su homólogo Joe Biden.

“La propuesta que él (Petro) llama de dos rieles, que yo llamo de la simultaneidad, es lo viable. Las otras dos propuestas de primero elecciones y después levantamiento de sanciones o viceversa son extremos que equivalen a mantener el statu quo. El problema es cómo se logra la simultaneidad que propone Petro que es lo más viable”, se pregunta el politólogo Ricardo Sucre Heredia en entrevista concedida a Efecto Cocuyo.

El profesor destaca que “el gran drama de la negociación venezolana es que no hay confianza como se vio ayer con las propuestas maximalistas de (Nicolás) Maduro”.

El gobierno chavista sumó a la lista de precondiciones para regresar a la mesa de negociación el cese de las investigaciones del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos durante la administración de Maduro.

Sucre analiza esta y otras declaraciones y acontecimientos que marcan la conferencia internacional sobre Venezuela que tendrá lugar hoy, martes 25 de abril, en Bogotá, para “construir una hoja de ruta que permita un diálogo político efectivo” en Venezuela, según palabras de Petro.

¿Puede Petro lograr lo que los noruegos no han logrado hasta ahora? ¿En qué se diferencia su rol de otros mediadores? ¿Cuáles son sus ventajas?

Se ha creado un clima de que Petro y Maduro están asociados. Pueden tener una afinidad ideológica y doctrinaria, pero fuera de eso no veo nada; de hecho, Maduro ayer le tiró una indirecta (en su programa de este el 24 de abril). Dijo que la jugada de Petro era muy arriesgada.

La gran ventaja que puede tener Petro frente al gobierno, que no es mucha, es que para el gobierno es difícil descalificarlo porque es un tipo que viene de la guerrilla de verdad, tiene una capacidad de oratoria importante, tiene una carrera en la izquierda. Por esto se arriesga y cuando habla del Sistema Interamericano de DDHH de alguna manera le dice al gobierno: ustedes algún día van a dejar de ser poder y esas garantías son para ustedes.

Conferencia internacional sobre Venezuela

¿Cómo encaja la cumbre de Bogotá en el proceso de negociación de México?

Creo que en el diseño de la conferencia hubo un cambio. No diría que inicialmente había la idea de sustituir a México, pienso que es una propuesta que busca arrancar un proceso de negociación que se estancó, pero con la misma agenda de México.

Pero me da la impresión de que México se molestó y mandó su mensaje, ahí creo que vino el cambio que estamos viendo de un proceso más acotado a las sanciones y a la Plataforma Unitaria para que no se vea como que Colombia le está abriendo la mesa a otros actores de la oposición.

La impresión que me queda ahora es que esto puede ser más como un grupo internacional de contacto, países que discuten sobre Venezuela y van monitoreando sobre las condiciones electorales y las sanciones. No siento que le haga sombra a México ahorita, no siento que la sustituya porque todo el proceso de negociación está muy dañado y cualquier iniciativa vale la pena.

Esta iniciativa busca poner en el papel las causas por las que México está trabado para que pueda activarse.

¿Cuál es su lectura sobre la salida de Guaidó del territorio colombiano y las precondiciones prácticamente imposibles que exige Maduro?

Guaidó tiene razón en el sentido de que hay amenazas reales y no tenía sentido que se quedara, si el gobierno lo detenía iba a hacer un show un poco para canalizar la frustración de sus bases. Pero en sus zapatos yo hubiera pedido asilo, y se lo hubieran concedido porque recuerda que el gobierno de Petro tuvo un choque con (Diosdado) Cabello justamente por ese tema.

Creo que Guaidó pensó que saldría por su caso como figura perseguida, pero lo mezcló con lo que quiere el sector del quiebre que no quiere que haya negociación. El propósito de este sector es que la conferencia fracase.

Sobre las exigencias de Maduro, mi hipótesis es la siguiente: el gobierno quiere poner a prueba a Petro, no es que están aliados, y aprovechó el momento, ve que a la conferencia la están tiroteando y decide tirar su piedra también y lanza eso. Mandan la indirecta de cuidado, no estamos desahuciados, estamos fuertes y no vamos a capitular. (https://balonlatino.net/)

Levantamiento de sanciones divide a la oposición 

Su opinión sobre la división que exhibe la oposición entorno a la política de sanciones, ¿cómo esto puede perjudicar esta nueva iniciativa de diálogo?

Lo que siento es que ya el tema de las sanciones no es un asunto de la oposición, la oposición perdió eso. Quizás esto es una diferencia de México con Colombia que es que Colombia es un espacio político de alto nivel donde formalmente los países van a hablar de las sanciones.

Eso es una discusión interna de la oposición. El grupo de la presión y quiebre ya no tiene poder, fracasó sencillamente. Todos sus activos de poder los ha ido perdiendo. El tema de las sanciones es un tema de los gobiernos.

Otra diferencia con el Reino de Noruega es que Petro es un interlocutor frente a los EE.UU. y quizás sus visitas a Biden buscan enviar el mensaje de que tiene un canal directo con Biden. Los EE.UU. han sido muy claros con su política, Juan González (asesor del presidente estadounidense) dijo que cambiaron la política fracasada de Trump que buscaba el cambio de régimen.

Hay una lógica en la política de sanciones, Biden espera que Maduro haga concesiones, pero el gobierno también se pregunta cómo le garantizan el cumplimiento de los acuerdos si la oposición gana.

Volviendo a las máximas de Maduro, ¿poniendo todas estas condiciones no es una mala señal respecto a lo que está dispuesto a conceder?

Lo de la CPI es porque el gobierno sabe y se anticipa a que la Sala de Cuestiones Preliminares le va a decir al fiscal que continúe la investigación. Pero también pone a prueba a Petro que ha sido muy vocal en el tema de las garantías.

El gobierno está poniendo su precio y al final del día no quiere discutir el tema de la alternancia en el poder por sus motivos ideológicos que no son democráticos. El chavismo no ve otra cosa que sucesión, esa es la piedra de tranca.

Lo otro es que en la oposición nadie tiene fuerza para garantizar nada, a lo mejor la Plataforma Unitaria acuerda una tremenda negociación y el sector opositor que está a favor de la presión y del quiebre le echan tiros a ese acuerdo. La oposición tiene que construir respetabilidad y fuerza.

¿Cómo interpreta la ausencia de Voluntad Popular en la delegación que se reunió con Petro?

Hay una interpretación desde la coyuntura que es que si Guaidó iba a Bogotá no tenía sentido que Freddy Guevara o Lester Toledo fueran, porque la estrategia de ese sector no es legitimar el foro de Colombia. Se separan y no solo ellos, también lo hacen Encuentro Ciudadano y la Causa R que sacaron sus comunicados.  ¿Si la estrategia era torpedear Bogotá para que iba a ir Freddy Guevara?

Y la otra interpretación tiene que ver con el deslinde de este sector. Ya se llega un punto donde tienes que decidir si asumes una insurrección abierta o pugnas con el gobierno, con sus reglas, para ver si ganas. Ya no es posible mantener esa dualidad. No es que Voluntad Popular se fue de la plataforma, pero en los hechos es lo que yo veo. La separación en la oposición entre estos dos sectores es más nítida.

Hay un rebalanceo interno en las fuerzas de la oposición entre el sector que busca el quiebre y el que busca jugar con las reglas existentes que no significa aceptación, ojo, significa que tiene que actuar en una realidad dominada por un sistema autoritario. Hay un rebalanceo en el sector que quiere jugar con las reglas.

EEUU exige cuatro pasos concretos para levantar sanciones: definición del calendario electoral, registro de votantes, validación de todos los partidos políticos y la invitación de una MOE de la UE. ¿Qué tan posible es que Maduro otorgue estas concesiones?

Lo interpreté como unos mínimos. No sé si lo de Maduro es una repuesta también a (Juan) González. Esas condiciones no son los máximos de Estados Unidos porque son cosas más operativas, buscan nivelar las condiciones y que los venezolanos decidan.

Claro, al gobierno no le agrada porque es evidente que el país quiere un cambio y estas condiciones llevarían a la alternancia si la oposición construye fuerza. Pero pienso que EEUU le pone un nivel bajo.

La única manera en la que veo que el gobierno acepte la alternancia es que desde la oposición, con respaldo de EEUU, se le garantice el cumplimiento de los acuerdos, y que le den esa seguridad, así sería un poco más posible, aunque con una probabilidad baja.

La alternancia si es negociada no significaría que la oposición capitula sino que es una alternancia que justamente busca evitar lo que pasa en Sudán, por ejemplo, o en otros países. En Sudán está peleando una parte del Ejército contra otro. La negociación tiene que definir cómo va a ser la gobernanza.

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