A 12 días de la elección, técnicos de partidos desconocen cuántas máquinas de votación hay en el país

El número exacto de máquinas de votación que hay en el país y que se desplegarán el 6 de diciembre sigue sin conocerse. Representantes de partidos políticos ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) no manejan esta información a 11 días de la elección .

A pesar de que los técnicos de las organizaciones políticas participan en la auditoría del sistema de producción de las máquinas, que se hace en un galpón ubicado en Filas de Mariches propiedad del CNE, no tienen claridad sobre la cantidad de equipos, pero tampoco manejan detalles sobre el proveedor, el proceso de compra y los costos asociados a la “nueva solución tecnológica”.

La falta de certeza se sustituye con estimaciones. Se calcula que en el país pudiera haber 35 mil máquinas si se suman las 20 mil que la presidenta del Poder Electoral, Indira Alfonzo, asegura compraron para reponer el hardware perdido durante el incendio ocurrido este año y las 15 mil que supuestamente fueron adquiridas en diciembre de 2019 para la adecuación y actualización tecnológica del organismo.

El número quedaría corto si se compara con las 40.601 máquinas desplegadas en las parlamentarias de 2015.

El director del Observatorio Electoral Venezolano, Carlos Medina, ha señalado que es importante conocer cuántos equipos hay porque de ello depende, entre otras cosas, reducir el riesgo de contagios por COVID-19. “En este contexto de pandemia lo que han hecho las autoridades en otros países es ampliar dramáticamente el número de máquinas y, por lo tanto, de mesas electorales para garantizar el distanciamiento físico y prevenir riesgos de contagios”, declaró a Efecto Cocuyo.

Hablan los partidos

“Las máquinas están garantizadas, no las conté una o una, pero nos aseguraron que están en el país y que se destinó el 12% para una eventual contingencia”, responde el representante de Avanzada Progresista ante el CNE, Ricardo Ríos, sin precisar cantidades.

Sobre los proveedores y costos expresa: “A mí no me han dicho nada, yo metí una carta solicitando esa información. Estos son temas que no se tocan porque no son parte de las auditorías técnicas sino que son temas de contraloría del CNE”.

Mientras que el responsable del MAS, Homero Hernández, señala que funcionarios del ente comicial prometieron precisar cuántas máquinas hay durante la auditoría de predespacho prevista para el 28 y 29 de noviembre.

El dirigente indicó que los componentes tecnológicos fueron adquiridos a varios proveedores aunque el nombre de las empresas o compañías que están detrás no fueron compartidos.

Hernández observó que durante la auditoria del software de totalización, los técnicos electorales pidieron a los representantes de los partidos no tomar notas sobre la información compartida, lo que suscitó cuestionamientos que fueron respondidos con el argumento de que se busca proteger la seguridad del programa de cualquier intento de “hackeo”.

Una petición que es irregular en opinión del ingeniero especialista en sistemas de voto electrónico y automatización industrial, Mario Torre, quien se desempeñó como técnico ante el CNE en anteriores elecciones: “Simplemente no quieren que se sepan los detalles de funcionamiento”, afirma.

El ingeniero destaca la falta de formación especializada de muchos de los representantes de los partidos que tienen la responsabilidad de convalidar las auditorías, lo que a su juicio menoscaba el sentido de escrutinio que tienen estas actividades y pone en cuestionamiento la confiabilidad del nuevo sistema de votación.

Según Torre, es necesario un lapso mínimo de seis meses para certificar el nuevo software cuya autoría está vinculada a la empresa argentina ExClé, pero que representa una “copia casi exacta” de la aplicación SAES para máquinas de votación desarrollada por la empresa Smartmatic, según el especialista.

“Las similitudes en la codificación, en los algoritmos utilizados, la secuencia de ejecución de las aplicaciones lleva a pensar que esta aplicación supuestamente realizada por ExCle realmente partió de una versión de código fuente propiedad de la empresa Smartmatic lo que viola derechos de propiedad intelectual”, expone.

Siete Auditorías 

Hasta la fecha, representantes de los partidos políticos han presenciado siete auditorías entre las que destacan las del software de votación y de totalización. Restan ocho: cinco previas al 6D y tres programadas para después del proceso electoral. Las dos fuentes consultadas aseguran no haber presenciado irregularidades ni registrado observaciones que comprometan la calidad de las elecciones.

Una única preocupación refiere Ricardo Ríos sobre el fácil acceso a la memoria del equipo. Los datos del disco duro se almacenan en un pendrive que funge como una memoria de contingencia, que está ubicada en un compartimento lateral de la pantalla donde se ejercerá el voto. Aunque el dispositivo no se ve a simple vista, no es difícil abrir el espacio donde está.

Sin embargo, Ríos aseguró que se hicieron tres pruebas para simular la extracción del pendrive y la máquina emitía un sistema de alarma y automáticamente dejaba de funcionar. El dirigente político considera que el nuevo sistema electoral es confiable aunque admite que hubiera sido preferible tener seis meses para validarlo.

“Quien dice lo de los seis meses dice la verdad, pero como este proceso no es solo técnico sino político se mezclan todas las variables. Las auditorías a posteriori serán tan importantes como el día de la elección”, concluye.